El Mundial de las sorpresas (y también el de los porteros)
Una nueva jornada del Mundial, y más sorpresas las que nos ha deparado. Estamos, sin duda, ante un evento muy imprevisible.
Así es. Estamos viendo una sorpresa tras otra en este Mundial, en las que grandes favoritos sucumben antes selecciones consideradas, a priori, como meras comparsas. A su vez, disfrutamos de actuaciones portentosas de los distintos guardametas.
Y es que, como comentábamos, hoy día cualquier selección que haya llegado hasta Catar, tiene capacidad para ganar a cualquiera. Esta es la grandeza del fútbol, que en 90 minutos puede ocurrir cualquier cosa.
Y puede ocurrir precisamente porque se ha igualado muchísimo el nivel técnico de los jugadores de las distintas selecciones, al tiempo que la condición física de los mismos, si me apuran, se decanta ya con claridad hacia países sin una historia futbolística relevante. Muchos de sus futbolistas gozan de una condición atlética espectacular. Pienso ahora sobre todo en los países africanos.
Pues vamos con la jornada de ayer.
Para mi gusto, el mejor partido del Mundial (hasta ahora), pese a la carencia de goles.
Marruecos 0, Croacia 0
Merece la pena el viaje hasta Catar, solamente para disfrutar del partidazo que nos ha brindado un tal Modric.
Resulta increíble cómo un señor con 37 años que tiene, aparte de una sabiduría futbolística archiconocida, tenga esa capacidad para desplegar su juego y su ilusión de juvenil durante todo el partido. ¡Qué pena que esté tan poco acompañado en su equipo! Kovacic parecía querer echarle una mano, hasta que el lumbreras de su seleccionador lo sustituyó.
El guardameta marroquí, Bono, en la deslumbrante línea de la mayoría de sus colegas, salvó a su equipo con una intervención decisiva.
Más fútbol de Croacia, pero es difícil ganarle a Marruecos.
Y otro recado, Florentino: recupera a Achraf Hakimi.
Alemania 1, Japón 2
La bomba de la jornada. Japón pudo perfectamente irse goleado al descanso, pero los alemanes, con una suficiencia a la que no nos tienen acostumbrados, ya que normalmente parece que están con un mono de trabajo y picando piedra hasta cuando interpretan (y muy bien) una sinfonía, dejaron pasar la oportunidad. Y lo pagaron muy caro.
Antes de que se me olvide; otro porterazo, el japonés Gonda.
Quería yo contaros que, entre Musiala y Gündoğan, estaban dando un curso de fútbol a los estajanovistas japoneses aunque fuese al trantrán, cuando otro entrenador lumbrera, en este caso al alemán Flick, se le ocurrió descubrir la pólvora y sentar a ambos. Los japoneses, al apercibirse de ello, y de que Kimmich estaba con un aire ausente pensando en sus cosas, se pusieron a correr como liebres y…ganaron merecidamente el partido.
Lo muy positivo y a resaltar de Alemania: Manuel Neuer, su capitán. Estuvo vacilando a la FIFA en los prolegómenos sobre si se pondría el brazalete prohibido o no, luciendo finalmente el brazalete negro de FIFA con el lema “No discrimination”. Posteriormente, junto con sus compañeros, posó en la foto oficial con las manos sobre sus bocas simulando una mordaza, que creo es exactamente lo que nos ha puesto la FIFA.
Además, la ministra alemana, Nancy Faeser, lució en el palco el brazalete prohibido ‘One Love’. Un beso, Nancy.
España 7, Costa Rica 0
¡La sensación del mundial!
¡Una pasada!
La verdad es que no soy en absoluto patriotero, pues estoy absolutamente convencido de que el nacionalismo es el germen de los fascismos. Pero si nuestras contradicciones humanas nos remiten subconscientemente a la necesidad de pertenecer a una tribu, prefiero enarbolar únicamente las banderas futbolísticas.
Y hay días en los que te sale absolutamente todo.
España, en su línea habitual (o mejor aún), conservando el balón todo el tiempo que podía con su tiki-taka, a uno o dos toques. Pero es que esta vez, en cada una de las ocasiones en las que se acercaban a la portería de Keylor Navas (a quien tanto tenemos que agradecer, pero vaya bajón has dado, amigo), marcaban.
Hasta con un penalti estúpido, con los fueras de juego superajustados a su favor, las segundas jugadas todas suyas…
Tal vez, el haber recibido los dos primeros goles tan pronto, hizo bajar los brazos a nuestros queridos hermanos de Costa Rica.
¡Y vaya papelón le hemos dejado a Alemania!
Bélgica 1 , Canadá 0
La injusticia -en ocasiones- del fútbol.
Con un goleador, Canadá hoy habría ganado 5-1, y podría aspirar perfectamente a ganar el Mundial. Pero no lo tiene.
Y encima, ya que hablábamos antes de porteros, el mejor de todos, Courtois, va y les para entre otros regalitos envenenados, un penalti.
¡Si es que así no hay quien pueda!
Como consuelo, tienen a Alphonso Davies, de largo el mejor lateral izquierdo del mundo.
Salud y trabajo.