La historia del Mundial de fútbol: La pelota será televisada

Suiza 1954

Llega la televisión. Lo hace justo a tiempo para ver a una de las mejores generaciones de la historia: “Los Magiares Mágicos”. Hablamos de los Kubala, Czibor, Puskas, Szuzsa, Bozsik, entre otros, los cuales derrotan a Alemania Occidental, la humillan en fases iniciales como en su día en Wembley a “los inventores”, derrotan por primera vez a Uruguay (invictos hasta esas semis) en un Mundial, y en la final, se ven las caras de nuevo con Alemania Occidental.

Dos a cero en diez minutos…y cincuenta años antes de la frase de Lineker, se produce la remontada germano oriental. Rahn, por dos veces, es el héroe. En Kaiserslautern el estadio se llama Fritz Walter, su mérito tiene el honrado. A Hungría le quedan por ganar oros olímpicos, pero su selección se dividirá entre los que tras el 1956 marchen al exilio capitalista, o los que vuelvan a una “Jruschoviana” Hungría.

Suecia 1958, “o nacimento”

Tocaba una alternancia continental que no se dio. Es el Mundial donde Just Fontaine mete más goles que nadie, pero también en el que nace el mito de uno de los cinco grandes: Pelé. Entre él y Garrincha hacen que la selección que no lo pudo conseguir en 1950, lo haga en Estocolmo: Brasil es campeona. Garrincha y Pelé levantan la Jules Rimet.

Garrincha es quien inicia una saga de genios malditos o incomprendidos, a los que la salud les abandonó o los que abandonaron a la salud: Best, Sócrates, Cruyff, Maradona, y en otra escala, Adriano Leite.

Chile 1962, “Amarildo al rescate”

 Y tiene que hacerlo porque Brasil pierde a Pelé por lesión. A la tercera, llega la alternancia continental. Es el segundo título brasileño, el segundo del genio de las piernas torcidas. Hasta siempre, Garrincha. Genio, “Mané”, la gente contigo. Nunca volvió.

Ninguna selección europea ha conseguido el Mundial en Sudamérica (pasarán mundiales…).

Inglaterra 1966, “Football is coming home”

Brasil, con un Pelé con los tobillos hinchados de patadas y Corea del Sur ganando a Italia con 11 (o igual 22 jugadores). El Mundial del mejor “africano” de la historia, Eusebio, y la final de Inglaterra contra Alemania Occidental. Sin VAR. Pues sin VAR y con Lineker ya vivo, la frase no se cumple. Inglaterra es campeona del mundo. Hurst “mete” el gol y Bobby Charlton, superviviente del accidente de Múnich e integrante del tridente mágico del United (Best – Law), corona su carrera con el título mundial sin VAR…

Continuará.