Quizás ha llegado a vuestros oídos que en épocas anteriores el arte era una cuestión esencialmente masculina, pero realmente siempre ha habido hueco para las mujeres. No obstante, la problemática ha sido la visibilización que estas han tenido a lo largo de la historia.
Es común ver en los museos obras de mujeres, pero normalmente no como un sujeto creador sino como un objeto. ¿A quién no se le pasa por la cabeza “La Maja” de Goya, “Las Tres Gracias” de Rubens, “La Venus” de Tiziano, entre otras muchas? Pero… ¿Podemos ver tan claramente los desnudos masculinos en nuestra cabeza? La respuesta suele ser muy clara: “No”.
Esto ha sucedido debido a que los museos se han ido encargando de mostrar obras realizadas por hombres dejando relegado el papel de la mujer es este. Es por ello que a mediados del siglo XX surgen una serie de artistas femeninas localizadas en Estados Unidos, que crearon lo que hoy entendemos como arte feminista. Las disciplinas en las que se movían eran amplias: pintura, escultura, performances, body art, fotografía, video-art, etc.
A través de su arte querían dar a entender la problemática de las mujeres en la sociedad, trataban temas muy diferentes, pero el más recurrente fue el desnudo femenino como arma empoderadora del papel de la mujer en la sociedad, no como un complemento al hombre sino como un ser completo. Una de las disciplinas artísticas que más contribuyó a la difusión de estos mensajes fue la fotografía la cual era empleada para denunciar los roles de la sociedad patriarcal.
Untitled (We Don´t Need Another Hero). Barbara Kruger. 1987.
Fuente: http://www.barbarakruger.com/
En los años ochenta nació el grupo Guerrilla Girls en Nueva York, grupo activista en pro de las mujeres artistas, la reivindicación de su visibilidad en los museos y denunciar la discriminación de las mujeres en todos los ámbitos.
Los ideales de este grupo comenzaron a inundar las calles no solo de Nueva York, sino de todo el mundo, lo que provocó una concienciación de la población, también a través de sus carteles.
Cartel Guerrillas Girls.
Fuente: http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1566
Como consecuencia del activismo feminista que se estaba desarrollando en estos años fueron tomando importancia los estudios de las mujeres artistas que había tenido un papel en el mundo del arte en épocas anteriores. Cabe destacar la presencia de grandes historiadoras del arte como Linda Nochlin, la cual se dedicó a estudiar la presencia de las mujeres, escribiendo obras tan importantes como: “¿Por qué no han existido grandes artistas mujeres?”
En España la situación política no permitió que entraran ideales feministas hasta bien entrado el siglo XX, con artistas muy señaladas como Esther Ferrer o Carmen Calvo.
Las cosas. Esther Ferrer. 1977-2011
Fuente: http://estherferrer.fr/es/
Los años noventa son un momento de florecimiento para el arte feminista español. En este momento la política ha quedado relegada a un segundo plano, por lo que la preocupación política ya no será la temática fundamental de las artes. Es por ello que España goza de mayor apertura en todos los ámbitos, lo que se deja influenciar en las artes. La temática fundamental de las artistas en esta época va a ser el cuerpo humano y las emociones de este, en ese contexto destaca Marina Núñez, la cual en esta época se centra en mostrar a mujeres atormentadas, que son renegadas por la sociedad debido a esta condición.
Locura de la serie Monstruas. Marina Núñez. 2000.
Fuente: www.marinanunez.net/
En el siglo XXI el arte feminista se ha visto sometido a un proceso de reestructuración debido a las nuevas teorías feministas y sobre todo a la implantación de las nuevas tecnologías, como las redes sociales, en la sociedad. Pero esto lo comentaremos más adelante en nuevos artículos.