Nicaragua y Cuba comparten históricamente circunstancias que las han hecho destacarse como los países con más resistencia hacia la política internacional de Estados Unidos (EEUU) durante décadas. El colonialismo y el injerencismo han querido doblegar a estas dos naciones, hallándose una expresión de rebeldía social nunca antes vista.
En relaciones lo que predomina es el intercambio de solidaridad, pero sobre todo sus revoluciones, algo que sin duda es imprescindible en estos dos procesos socialistas latinoamericanos con los pueblos de la región.
El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en los años 60 se inspira en la lucha de los guerrilleros Ernesto Ché Guevara y Fidel Castro, quienes eran rotundamente apoyados por los obreros y campesinos. Esta organización en este momento siendo guerrilla se va a luchar a la clandestinidad con este modelo de lucha.
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Para lograr el éxito los guerrilleros sandinistas se valieron del apoyo de estrategas cubanos, así como de miembros del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, los cuales tienen participaciones en acciones militares con la Contrarrevolución y los sucesos de Bahía de Cochinos.
Carlos Fonseca, fundador del FSLN y Julio Buitrago, héroe nacional, expresaron en los años 70 que la revolución cubana era un referente para que en Nicaragua se consolidara un proceso similar, porque se trataba de un proyecto donde los más desposeídos, como los obreros y campesinos eran los que tenían el verdadero poder político, por lo tanto se debía replicar para hacer frente a la lucha antiimperialista coyuntural.
En el año 1979 el Frente Sandinista logra unificar en Cuba las 3 tendencias con las que estaba compuesto el partido rojinegro, la guerra popular, la tercerista y la proletaria, con la venia del líder revolucionario Fidel Castro, quedando conformado en tres grupos de tres, de ellos 9 comandantes serían posteriormente parte de la Dirección Nacional.
Llega la ofensiva final en 1979, la guardia somocista, empieza una feroz cacería de civiles y sandinistas, bajo esta situación el presidente de Costa Rica brinda asilo a parte de los dirigentes del FSLN y sus líderes, quienes desde el país del sur comandan en su totalidad la ofensiva final, da como resultado el triunfo de La Revolución Popular Sandinista.
El 19 de julio de 1979, la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) entra a Managua, mientras el dictador Anastasio Somoza huía del país dos días antes. El triunfo de otra revolución armada se da 20 años después de la cubana, en uno de los más oscuros momentos de Latinoamérica, con dictaduras militares sangrientas en todos los costados del continente.
Sin embargo Cuba, desde mucho antes de este acontecimiento de gran trascendencia, era bastión de solidaridad con los pueblos hermanos que requerían del humanismo y amor por sus congéneres, como en 1972, cuando un terremoto sacudió la capital de Nicaragua, dejando a su paso más de 10 mil muertos.
Inmediatamente Cuba, sin tomar en cuenta las relaciones con la dictadura somocista, activa su presencia con una brigada de 48 voluntarios y envía una ayuda de más de 10 toneladas entre comida, víveres, ropa, implementos etc, para ayudar a los afectados nicaragüenses.
Para cuando el FSLN ya es gobierno en los años 80, Cuba se vuelca en apoyo total a su hermana centroamericana, en temas de salud, educación, asesoría militar, entre otros. En 1988 la Costa Caribe del país es azotada por uno de los ciclones más arrasadores que hayan pasado en los últimos 40 años, el Huracán Juana, dejando devastada esta zona, la patria de Martí una vez más extiende sus lazos de fraternidad con brigada médica compuesta por 39 galenos, más de 12 toneladas de materiales varios. Al año siguiente el gobierno cubano realiza donación de viviendas en el sitio.
El Frente Sandinista de Liberación Nacional pierde las elecciones en 1990 ante la derecha, el Ejército Popular Sandinista con el cambio de gobierno enfrenta una drástica reducción por la nueva administración, es en ese momento cuando se da por concluida la colaboración militar que Cuba prestaba en Nicaragua.
Ese mismo año, se dan una serie de inundaciones en la Costa Caribe de Nicaragua, Cuba envía brigadas de técnicos, personal de apoyo y médicos de todas las especialidades para atender la emergencia, estimando una cobertura a más de 100 mil damnificados. 12,7 toneladas de medicamentos, material de uso médico, entre plasma normal humano, sueros, antibióticos y vacunas fue el aporte de la isla.
El Huracán Mitch dejó a su paso por Centroamérica a finales de 1998 una estela devastadora de vidas humanas y grandes pérdidas económicas para la región, Cuba envió a sus brigadas médicas a todos los países del istmo, pero sobre todo a su hermana Nicaragua.
A partir de ahí se da la apertura del Programa Integral de Salud (PIS) que surgió como una modalidad de colaboración médica cubana en 1998, para dar servicios médicos gratuitos en África y América Latina, desde que se implementó ya son 44 los países con presencia de 4313 colaboradores, de ellos 2920 médicos, además se han salvado casi 2 millones de vidas cubriendo una población de más de 68 millones de habitantes.
De igual manera la relación de Cuba con Nicaragua se mantuvo en pie durante la lucha contra el Dengue, uno de los principales flagelos epidémicos que ha dejado muchos muertos en las últimas décadas y que en los años 2000 y 2003 a pesar de estar sumida en la era neoliberal, la isla brindó su apoyo incondicional a la Tierra de Sandino.
Después de 17 largos años de neoliberalismo, finalmente el pueblo nicaragüense rectifica y el Frente Sandinista de Liberación Nacional vuelve al poder mediante elecciones libres el 6 de noviembre de 2006. El presidente electo hace toma de posesión el 10 de enero del año 2007, inmediatamente a 24 horas de asumir la primera magistratura el gobernante mediante decreto elimina el modelo de educación y salud privada.
Con ello el sistema educativo sufriría cambios radicales en todas las modalidades, ahí es donde se le da más realce a la campaña de alfabetización con el nombre de: “Yo sí Puedo” 29 asesores cubanos en temas educativos fueron enviados a Nicaragua, como parte de esta jornada.
Durante los gobiernos neoliberales desde el año 90 hasta el 2006, la educación en Nicaragua se volvió un negocio donde solo los más pudientes podían acceder a la misma, dejando descartada la posibilidad a la amplia mayoría de escasos recursos quienes se vieron sin oportunidad de continuar sus estudios porque el estado tenía mercantilizado este derecho.
Entonces las cifras de analfabetismo se elevaron luego de estar décadas por debajo del 5%, misma que habría dejado el primer gobierno sandinista cuando impulsó la Jornada Nacional de Alfabetización y donde Cuba realizó importantes aportes a la misma.
En el año 2009 Cuba envía contingente de educadores, asesores a brindar soporte al Programa “Yo Sí Puedo” el que tiene como objetivo reducir la tasa de analfabetos al 36% en el primer año de implementado, el cual se proyecta llevar a más de 150 mil protagonistas de todo el territorio.
El segundo objetivo de esta campaña era la de elevar el nivel académico de estas personas y aquellas que lo deseen hasta el sexto grado. Cuba donó los recursos técnicos entre los que están cinco mil televisores, medio millón de cartillas, diez mil manuales para igual número de facilitadores, cinco mil VHS, y ochenta y siete mil videocasetes, lo que en total eran 2 millones y medio de dólares.
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