Tras ocho meses de encarcelamiento, la adolescente palestina Ahed Tamimi ha sido al fin liberada por las autoridades israelíes. El ejército del Estado de Israel había apresado a la joven después de que esta abofetease y empujase a los soldados que habían disparado a su primo durante una protesta llevada a cabo en Cisjordania. Fue ayer mismo cuando Tamimi ha sido puesta en libertad tras cumplir la pena estipulada por la justicia israelí. Sin embargo, dentro de las cárceles militares del país judío todavía permanecen cientos de adolescentes y niños palestinos. Menores que en ocasiones no tienen edad para comprender lo que sucede a su alrededor y cuya permanencia en prisión viola la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU.
Ahed Tamimi tiene 17 años y se ha pasado los últimos 8 meses en una prisión militar. Su delito fue agredir con sus propias manos y sin armas a los militares que habían disparado a su primo de 15 años durante una manifestación llevada a cabo en su aldea natal, Nabi Saleh, en el territorio ocupado de Cisjordania. La adolescente había sido capturada y condenada por aparecer en unas grabaciones en las que se le veía agitarse contra los soldados destinados a disolver la protesta convocada con motivo del reconocimiento de Jerusalén como capital del Estado de Israel por parte del actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Después de su vuelta a casa, Tamimi se ha convertido en un símbolo de la resistencia palestina y ha sido recibida con ovaciones por parte de sus vecinos y conocidos. Mientras tanto, la joven ha aprovechado su fama para seguir llamando a la lucha contra la ocupación israelí. Su arresto, y ahora puesta en libertad, ha sacudido a la opinión internacional. Atendiendo a la opinión de expertos de la ONU, con la detención de la menor cisjordana, el gobierno de Netanyahu incumplió la Convención sobre los Derechos del Niño.
Las otras jaulas de Trump
Según un comunicado emitido esta misma mañana por Hanan Ashrawi, miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP): “Actualmente, unos 5600 palestinos, incluidos 291 menores, se encuentran arrestados en cárceles israelíes”.
La activista palestina ha denunciado además la violencia que se ejerce dentro de las propias prisiones contra los detenidos y ha criticado el silencio de la comunidad internacional ante los crímenes de guerra ejecutados por el estado hebreo. “Israel viola de manera persistente los derechos de los prisioneros políticos palestinos mientras que la comunidad internacional hace la vista gorda ante tal comportamiento ilegal y trato inhumano”, añadió a su mensaje principal.
La ONG palestina Asociación de Apoyo a los Presos y los Derechos Humanos (Addameer) ha asegurado que, de los 291 niños palestinos reclusos en las cárceles israelíes, 49 tienen menos de 16 años. Hecho que recuerda a lo que sucede con los niños migrantes separados de sus familias y enjaulados por Estados Unidos, principal apoyo del régimen de Benjamín Netanyahu.
Las desmedidas medidas de Netanyahu
El Israel de Netanyahu no solo ha abierto varios de los episodios más violentos de la historia del país hebreo, sino que ha sido el que ha tomado decisiones legislativas más extremas y segregacionistas. Desde que el gobierno derechista del Likud ha sacado el pasado 19 de julio una nueva ley que ley niega a los israelíes de origen palestino el derecho a la autodeterminación, las protestas contra lo que sus detractores llaman “ley del Apartheid” no han cesado, ni entre la población árabe israelí ni entre los partidos políticos de izquierdas contrarios a esta medida.
No obstante, el gobierno de Benjamín Netanyahu y sus apoyos han podido celebrar el ver su deseo de un Estado de Israel puramente sionista cumplido cuando, con una mayoría simple ajustada, pudieron aprobar el proyecto que reservaba el derecho de autodeterminación a la población judía y que desplazaba definitivamente el árabe como idioma cooficial del estado junto con el hebreo. La población árabe, que representa un quinto de la población total de Israel, se ve así relegada y discriminada dentro de su propio país natal.
Mientras tanto, los asentamientos israelíes siguen creciendo. El ministro israelí de Defensa, Avigdor Lieberman, anunció el pasado viernes la edificación de 400 viviendas nuevas en Adam, zona colonizada del norte de Cisjordania. “La mejor respuesta al terrorismo es el refuerzo de los asentamientos”, escribió Liberman en Twitter junto con el anuncio de las nuevas construcciones conseguidas tras otra ofensiva militar sangrienta contra la población oriunda.