Nicaragua retomará mañana el Diálogo Nacional
El gobierno de Nicaragua ha conseguido interpelar al resto de actores que fomentan el fascismo violento para que se sienten a dialogar. El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ha conseguido sostener una movilización constante con miles de apoyos durante las últimas semanas, mientras que los violentos no han conseguido movilizar a los nicaragüenses, quienes están cansados de los tranques y la violencia desatada por estos pequeños grupos fascistas.
Los constantes llamados del Papa Francisco a sus obispos en Nicaragua para que apostasen por el diálogo, ha obligado a la Conferencia Episcopal a retomar las conversaciones, pese a que ello no ha conseguido terminar con el apoyo de los más altos representantes de la iglesia católica nicaragüense a los violentos.
Tras un intercambio de posturas entre el ejecutivo de Daniel Ortega y la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) que comenzó la semana pasada, ambas partes han acordado retomar el Diálogo Nacional roto hace casi un mes. Se espera que los grupos fascistas participen en las conversaciones junto con la oposición política, empresarios y trabajadores.
Antes de asumir alguna reivindicación de la oposición, el gobierno de Nicaragua ha dejado claro que debe llegar el fin de los tranques y de la violencia, que se está cebando contra los simpatizantes sandinistas, quienes reciben palizas y humillaciones, ven cómo se queman sus casas con sus familiares dentro y hasta son asesinados. Los funcionarios del estado también sufren asesinatos y acoso.
Hasta ahora la CEN ha apoyado a los fascistas no solo en sus declaraciones, sino también con avituallamiento. Los grupos fascistas están integrados por delincuentes comunes que ahora reciben un sueldo por ejecutar actos delictivos y la oposición política al gobierno del FSLN justifica la violencia y aprovecha el Diálogo Nacional para imponer su programa electoral, rechazado en las urnas hace apenas seis meses.
Daniel Ortega deberá maniobrar con paciencia e inteligencia si no quiere que las conversaciones se rompan una segunda vez. Son los simpatizantes de su organización los que más sufren el despliegue del fascismo, y son los ciudadanos nicaragüenses quienes están hartos de los tranques, y éstos últimos son los que antes pueden culpar a Daniel Ortega de la situación. De hecho los medios de comunicación más grandes de Nicaragua, en manos de empresarios y banqueros con vínculos con los partidos de la oposición de derechas, están trabajando a pleno rendimiento para que ese sea el escenario en pocas semanas.
Últimos hechos violentos
- Fueron asesinados por los violentos dos militantes históricos del FSLN, Marcos Gutiérrez y Guillermo Méndez.
- En la ciudad de Jinotepe saquearon la casa del alcalde, quema de vehículos y establecimiento de tranques.
- Asesinato del subinspector Marco Antonio González Briseño, de 41 años. En la capital del país, Managua.
- En la ciudad de Masaya secuestraron a diez trabajadores de la alcaldía (Francisco González, Margarita Calero Salinas, Darwin Cano, Nelson Aguilar, Lenín Sánchez, Teresa Martínez, Aurelio Jalinas, Ramón Ñoriongue, Néstor Cano y David Campos). Saqueo de la alcaldía e intento de incendio.
- Secuestro y tortura de Leonel Morales, dirigente de UNEN-UPOLI.