La trascendental decisión de Pablo Iglesias
Pablo Iglesias reaccionó rápidamente ante el movimiento de Íñigo Errejón. Envió una carta a los inscritos de Podemos en la que sentaba su posición: lo de Íñigo Errejón era una traición y todos los puentes habían sido volados. No se atisbó en ninguna línea del documento redactado por el secretario general de la formación morada, ni tampoco entre ellas, la intención de llegar a acuerdos con la nueva formación Más Madrid a nivel autonómico, pero sí con el Más Madrid del Ayuntamiento de Madrid.
Una idea que Pablo Iglesias no ha vuelto a expresar, quizá al darse cuenta después de enfriar los ánimos, de que a partir de la alianza de Errejón con Carmena, la victoria de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid beneficia al Más Madrid autonómico, y no al Unidos Podemos estatal, que probablemente tendrá que enfrentarse a un hipotético Más España en las elecciones europeas y generales, y que en esta contienda por hacerse con el espacio a la izquierda del PSOE, la victoria de Manuela Carmena juega en su contra.
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Pablo Iglesias permanece en silencio probablemente planificando al milímetro su siguiente paso, de total importancia, ya que su hoy enemigo político lo ha puesto entre la espada y la pared, con una maniobra brillante y excepcionalmente ejecutada, en el momento preciso. Íñigo Errejón ha conseguido poner a Podemos en una situación en la que tiene que escoger entre lo malo y lo peor.
- En primer lugar el exsecretario de Análisis Estratégico y Cambio Político se ha llevado con él a importantes dirigentes, cuadros medios y hasta marcas electorales importantes mediáticamente como En Marea, lo que significa la intención de replicar la marca Más en diferentes lugares, y señala el camino a seguir en las europeas y generales. No se ha llevado a militantes, que en su mayoría permanecen al lado del secretario general, pero no los necesita, ya que los medios de comunicación que antes lo rechazaban, ahora le empiezan a abrir las puertas, oportunidad que Errejón va a aprovechar para vender una imagen de mayor apoyo del que realmente tiene.
- En segundo lugar ha disparado un misil que ha impactado en la línea de flotación de Podemos, que había basado gran parte de su estrategia para remontar de cara a las elecciones generales, en la victoria de Manuela Carmena. Ahora pase lo que pase, y haga lo que haga Pablo Iglesias, la victoria de Manuela Carmena, de producirse, no tendrá efectos positivos para Podemos, sino para Íñigo Errejón.
- En tercer lugar hay que destacar el día en que Íñigo Errejón anunció su traición, el 17 de enero. Día del quinto aniversario de la fundación de Podemos. Ese detalle ha revelado sin lugar a dudas que estamos ante una traición motivada por venganza personal, por lo sucedido en Vistalegre II, momento en que Pablo Iglesias dejó de confiar en el aliado de Carmena tanto para liderar las campañas electorales como para marcar la línea política.
Ahora Pablo Iglesias está en una situación realmente complicada. No puede retroceder en su posición inicial e intentar llegar a acuerdos con Más Madrid a causa de diferentes motivos.
- Íñigo Errejón no quiere aliarse con Podemos. Si el exdiputado de Unidos Podemos hubiera querido esta posibilidad, podría haberla llevado a cabo perfectamente dentro de su anterior formación, pero no perdonó la imposición de las alianzas -sobre todo con IU-, y la falta de independencia en la cuestión organizativa.
- Más Madrid está para competir contra Unidos Podemos. La marca de Manuela Carmena y de Íñigo Errejón busca posicionarse como el referente de la izquierda transformadora, un espacio a la izquierda del PSOE que solo admite a uno, como observó IU en 2.014 con el auge de Podemos.
- Pablo Iglesias asentó la línea discursiva sobre Íñigo Errejón hace cuatro días. En ella el líder de Podemos cargó contra su excompañero, y tras guardar silencio durante cuatro días, la mayoría de los militantes de la formación morada la han reproducido tanto que la han afilado hasta hacerla peligrosa para ellos si cambia de dirección. Si el líder de Podemos intenta tender puentes tras haberlos volado, no solo estaría reconociendo que ha perdido frente a Errejón -teniendo que tragar todos los sapos que el candidato autonómico de Más Madrid quiera imponer-, sino que su liderazgo habría terminado en ese mismo momento.
- Izquierda Unida de Madrid ha roto el preacuerdo. Adelantándose a cualquier acción de Pablo Iglesias, la formación de izquierdas madrileña está forzando a Podemos a alcanzar un nuevo acuerdo para enfrentarse a Más Madrid tanto en el ayuntamiento como en la comunidad. IU de Madrid considera, según ha venido expresando desde los últimos años, que la única manera de recuperar a los votantes que están en la abstención y disputar los que han votado al PSOE y a los que duden entre ellos y Más Madrid, es volver a recuperar la democracia con la que se conformó Ahora Madrid: programa electoral elaborado colectivamente y primarias conjuntas entre las fuerzas de la candidatura.
Pablo Iglesias está callado porque sabe que lo próximo que diga debe ser igual o más contundente de lo que ha hecho Íñigo Errejón. ¿Un candidato popular del ámbito de la cultura para sustituir a Íñigo Errejón? No tendrá ni la cuarta parte de exposición mediática, ni le dispensarán el buen trato que ya tiene el de Más Madrid. ¿El anuncio de una candidatura al ayuntamiento de Madrid decidida en la mesa camilla? No sacará las decenas de miles de votos que se necesitan de la abstención.
>>Diccionario Político: Pablo Iglesias Turrión<<
El secretario general de Podemos debe asumir que el golpe de Íñigo Errejón ha sido tan fuerte que para levantarse del suelo no sirven las medidas aplicadas en los últimos tres años. Un movimiento que pondría a Unidos Podemos al frente de la actualidad y lograría movilizar a sus bases, sería retomar la idea de la refundación que Izquierda Unida no supo materializar. Abandonar la marca Unidos Podemos, recuperar el discurso de ruptura con el Régimen del 78, conformar la unidad en base a mecanismos democráticos, primarias conjuntas…
¿Se atreverá Pablo Iglesias?