La contramanifestación antifascista del 30 de marzo: VOX ni en Barcelona ni en nigún lugar
El pasado sábado 30 de marzo, Santiago Abascal y VOX pretendían dar un golpe de efecto llenando Barcelona de sus simpatizantes. En un primer momento, el líder del partido ultraderechista amenazó con repetir el acto de Vistalegre en Madrid, llenando el Palau Sant Jordi con seguidores de toda España.
Privados de ese espacio, finalmente los verdes tuvieron que contentarse con concentrarse en el Paseo de María Cristina, entre el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) y la Plaza España. Evidentemente, desde el momento en que se supo que VOX realizaría un acto en la capital catalana, distintos grupos antifascistas de varias ideologías empezaron a organizarse para mostrar su contrariedad a permitir que partidos filofascistas tengan espacio en la vía pública.
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Para poder afrontar esta crisis, distintos colectivos decidieron sumar esfuerzos y crear la plataforma Som Antifeixistes; considerada más como una idea que no como un colectivo, Som Antifeixistes aglutina distintas organizaciones antifascistas, desde organizaciones de la Izquierda Independentista -Esquerra Independentista (EI), en catalán-, hasta grupos anarquistas apolíticos.
La única razón de ser de este paraguas es la coordinación de todo el arco antifascista catalán para hacer frente a las nuevas oleadas de ataques fascistas que se han producido en el Principado, y manifestarse cuando este ocupa las calles de las ciudades del país. Es en este marco que se convocó una contramanifestación -o contraconcentración- de todos los movimientos antifascistas en el cruce entre la calle Tarragona y la Plaza España de Barcelona, para demostrar a VOX que no eran bienvenidos ni en la capital ni en ningún otro lugar de Cataluña.
La contramanifestación estaba programada para las 10:30, una hora y media antes de que empezara el acto de VOX. A medida que las personas llegaban, también empezaron a hacerlo los simpatizantes del partido de Santiago Abascal, que pasaron entre los antifascistas sin ningún problema -salvo algunos gritos de “Francisco Franco ha muerto”, “fuera fascistas de nuestros barrios” o “Barcelona será la tumba del fascismo”-.
A pesar de ello, los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica, tuvo que intervenir en alguna ocasión porque algunos ultras se encararon con los asistentes a la convocatoria de Som Antifeixistes, quizás para conseguir la foto de una agresión. Posteriormente, los Mossos d’Esquadra amenazaron con cargar contra los antifascistas, aludiendo al supuesto lanzamiento de objetos contra los policías. Eran las 11:00 de la mañana.
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Ante las reiteradas amenazas de la policía de cargar contra la concentración, los antifascistas decidieron cambiar de ubicación, buscando un lugar donde pudieran observar mejor el acto de VOX. El objetivo era hacer mucho ruido para dificultar los parlamentos que estaban programados.
A pesar de ello, el fuerte dispositivo policial impidió cualquier acercamiento a la Plaza España, así que después de unos minutos de manifestación por el barrio de Sants, el grueso del grupo regresó al punto de partida, en la confluencia de la calle Tarragona. En ese momento los ánimos ya estaban muy caldeados, principalmente por las amenazas constantes de los Mossos d’Esquadra. Fue en ese momento en el que se diseñó una barricada construida con material de una obra adyacente, además de prender fuego a un contenedor.
Al poco, la policía autonómica catalana realizó una carga desbocada por la calle Tarragona, provocando un mínimo de 10 heridos y la detención de siete personas, acusadas de distintos cargos. Tal y como se realizó la operación, parece evidente que agarraron a los primeros que pudieron enganchar.
La carga provocó la desbandada de la concentración antifascista, que ya estaba avisada de antemano de que los Mossos d’Esquadra querían aprovechar la jornada para asustar al movimiento.
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Finalmente, ante la violencia policial y las amenazas de algunos sectores ultraderechistas, que prefirieron acercarse a la zona en lugar de escuchar los discursos de VOX, se decidió desconvocar la concentración. Pese a ello, la detención de siete personas provocó que las redes sociales reactivaran los ánimos de lucha, realizándose una concentración ante la comisaría de Les Corts esa misma tarde.
De los siete detenidos, dos eran menores de edad; de los otros cinco, cuatro fueron soltados con cargos, a la espera de juicio, mientras que una compañera fue mandada directamente a prisión -precisamente, la chica que aparece en la fotografía anterior; se ha seleccionado esta fotografía porque no aparece su cara-.