Las elecciones internas del 11 de agosto, en Argentina, se convirtieron en una suerte de referéndum para el gobierno, la estrepitosa caída de votantes que tuvo Mauricio Macri para encarar las elecciones de octubre, y la diferencia de 20 puntos con Alberto Fernández, su competidor directo para gobernar el país durante los próximos cuatro años, generaron un clima de inestabilidad brutal, que empeoró la crisis que vivía Argentina antes de las elecciones, primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias.
La llegada de Mauricio Macri al gobierno en 2015, con la promesa de campaña electoral de bajar la inflación y la consigna pobreza cero, en cuatro años se transformó en una cruda realidad: para los pobres cero. Además generó una espiral inflacionaria que está muy cerca de convertirse en un proceso de hiperinflación, la apertura de la importación destruyó salarios y empleos.
Pero no todo es negativo, hay ganadores en la gestión macrista que son los fondos de inversión que aprovecharon las altísimas tasa de interés y se subieron a la bicicleta financiera, bajaron las retenciones (impuesto) a los exportadores de soja y la minería eliminó la obligación de los exportadores de liquidar en la plaza local los dólares que reciben del comercio exterior y dolarizó el precio de la energía.
Los hitos del gobierno de Macri son varios: el que mayor endeudamiento externo ha contraído en la historia de Argentina, el que logró los incumplimientos más rápidos incluso violando los estatutos del propio Fondo Monetario Internacional (FMI) y el que declaró el default en tiempo récord con compromisos adquiridos por su propio equipo de gobierno.
Es indispensable determinar que el FMI es corresponsable de la catástrofe social que vive el país aportando dinero que sirvió para financiar la fuga de capitales y la bicicleta financiera.
Con un índice de Riesgo País que supera los valores que comparativamente a la misma altura del año había en 2001, con tasas de interés por encima del 80 % con la cotización de un dólar no oficial por encima de los 62 pesos (y parece que algunos consideran barato) el gobierno comienza a aplicar las primeras medidas restrictivas al sistema financiero que ellos mismos habían levantado.
Los movimientos sociales se movilizaron a nivel nacional para exigir al gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, que declare la emergencia alimentaria, al denunciar que más de 40 por ciento de niños que asiste a los comedores populares están en riesgo de desnutrición, ante la gravedad de la crisis social.
Esta semana el Centro de Estudios Laborales (CEL) del Movimiento Evita, convocado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social que encabeza monseñor Jorge Lugones, un hombre cercano al papa Francisco, organiza una cumbre que cuenta con la participación de referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), entidades del agro; la CGT y lar organizaciones de trabajadores que respaldan el liderazgo del sindicalista Hugo Moyano (Camioneros); la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), y del denominado “triunvirato de San Cayetano” como se conoce al bloque de organizaciones sociales formado por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie.
Los participantes, sin el gobierno como invitado, ponen en debate dos documentos que la mayoría de ellos firmó en diciembre pasado, y de los que surgió un reclamo por un cambio de modelo económico, con el auspicio de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), y otro que emitió la semana pasada la Pastoral Social en el que se demandó puntualmente la declaración de la emergencia alimentaria y nutricional para atender la situación de los sectores más vulnerables, en particular los niños.
El presidente Macri está en campaña para lograr su reelección, que hasta ahora nadie percibe, ningún analista político, ni encuestadora consideran como probable una victoria de Macri, todos dan como seguro el triunfo de la fórmula Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner pero el escenario en Argentina es de enorme incertidumbre producto de la crisis social, económica y financiera.
Las elecciones según el calendario electoral serán para el 27 de octubre y el cambio de autoridades electas, el 10 de diciembre, pero muchos ven como probable, (aunque algunos no deseable), un escenario de adelantamiento de las elecciones nacionales o un adelantamiento de la entrega del mando.
El único acierto logrado a nivel general fue la propuesta que hizo, quien en 2017, era Ministro Educación, Esteban Bullrich, en el Foro de Inversiones y Negocios cuando sostuvo que había que educar a los niños y niñas del sistema educativo argentino para que hagan dos cosas: “o sean los que crean empleos, que le aportan al mundo esos empleos… o crear argentinos que sean capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla, entender que no saber lo que viene es un valor”.