Tras el fraude electoral cometido por Juan Orlando Hernández (JOH) y la represión que desató para intentar frenar las masivas protestas contra la manipulación de las elecciones, la cantidad de hondureños que emigran hacia Estados Unidos ha crecido exponencialmente desde el mes de diciembre.
A causa de la pobreza y de la inseguridad que sume a la mayoría de los hondureños en la miseria, durante tres ocasiones en los últimos 11 años, los ciudadanos de la nación centroamericana han dado mediante su voto el poder a la izquierda, buscando mejorar sus condiciones de vida con una mayor redistribución de la riqueza.
La primera vez ocurrió en 2006, con la victoria de Manuel Zelaya al frente del Partido Liberal (PL). Tras tres años de gobierno en el que los indicadores de educación y salud mejoraron a la vez que se reducía la pobreza, el bipartidismo hondureño formado por el propio PL y el Partido Nacional (PN) dieron un golpe de estado que puso al frente al sanguinario dictador Roberto Micheletti Bain.
Durante las elecciones de 2013, la candidata del Partido Libre dirigido por Manuel Zelaya, Xiomara Castro se impuso a Juan Orlando Hernández pero el fraude electoral impidió que la expresión en las urnas de los hondureños se llevase a la realidad. Lo mismo pasó en 2017 con el candidato de La Alianza de Oposición contra la Dictadura Salvador Nasralla. Solo que en esa ocasión JOH se presentó a la reelección pese a que la Constitución de Honduras lo impide de manera tajante.
Tras el fraude electoral, denunciado incluso por los expertos electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) que acudieron a observar las elecciones, JOH inició una represión que supera los 40 asesinados por la Policía Militar y el ejército. La imposibilidad de acabar con el neoliberalismo en las urnas, la represión y la pobreza, han conseguido que los hondureños estén huyendo del país.
Según las autoridades mexicanas, el número de migrantes hondureños detenidos en México se ha multiplicado por cinco con respecto a 2017. Se pueden observar caravanas de hondureños dirigiéndose hacia Estados Unidos cantando consignas como “Fuera JOH” y “el pueblo unido jamás será vencido”.
El dato aportado por México no engloba a todos los migrantes que provienen de Honduras, ya que los que consiguen pasar no dejan ningún tipo de registro, por lo que podrían ser bastantes más de los 5000 hondureños que se detienen por mes. Donald Trump se ha pronunciado a favor de detener estas caravanas e impedir que lleguen a su país, pese a que su administración ha asentado en el poder a Juan Orlando Hernández.