Nicaragua sigue sufriendo el embate de la violencia fascista, que ha intensificado sus ataques coincidiendo con el avance de su desarticulación en todo el país. Una de las matrices de opinión que los medios en poder de sectores conservadores se han esforzado en imponer, es la que señala a los terroristas como “estudiantes pacíficos“, adjudicando sus actos de violencia al gobierno sandinista liderado por Daniel Ortega.
Han surgido muchas evidencias de que los fascistas que siembran de muerte las calles de las principales ciudades del país son delincuentes. Por ejemplo tres líderes de varios de esos grupos eran Viper, Tiffer y El Ocho, delincuentes comunes con varias causas abiertas por robos y violencia. El trato que dispensaban a los edificios de las universidades que tomaron como base de actuaciones también supone una evidencia de que no son estudiantes. Quema de varias secciones, consumo de drogas y saqueos han sido la norma general de estos grupos.
Sin embargo, han salido a la luz las declaraciones de un miembro del grupo que tomó la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAM). El mismo expresa en un vídeo que se acercó al grupo pensando que era una lucha universitaria, pero que se alejó de ellos al conocer sus intenciones de perpetrar un atentado.
Detalló que había unos pocos estudiantes de la universidad, pero que la mayoría del grupo estaba integrada por ladrones y pandilleros. Reveló que cada noche salían en furgoneta a perpetrar asaltos con armas de fuego, que drogaban a mujeres para posteriormente violarlas, algo que también ha sucedido en Jinotepe, por parte de terroristas que fueron defendidos por la Iglesia Católica. Los nombres dados a conocer fueron los de los principales cabecillas del grupo fascista: Marlon Mejía, “El Zorro” y “El Zanate“.
Últimas víctimas del terrorismo antisandinista
¡Una barbarie! Se ensañaron con el joven Sub Oficial Gabriel de Jesús Vado Ruiz, un acto criminal perverso #BastaDeOdio @VivaNicaragua13 pic.twitter.com/JFC3MRapvO
— Elizabeth Mejía ✿ ✌ (@AlizaMejia) 16 de julio de 2018
- Sub oficial de la Policía Nacional Gabriel de Jesús Vado Ruiz. El funcionario de 23 años se dirigía -fuera del horario laboral- a ver a su familia en la ciudad de Jinotepe. Fue interceptado en un tranque, recibió una paliza antes de ser asesinado. Una vez sin vida, los terroristas exhibieron su cadáver en la vía pública para terminar quemándolo.
- Durante la conmemoración del aniversario del Repliegue táctico a Masaya, decenas de miles de nicaragüenses salieron a las calles. Una efeméride que no suele movilizar a tanta cantidad de gente, pero que la ciudadanía aprovechó en varios puntos del país para celebrar el fin de los tranques y la violencia fascista en su lugar de residencia. Una situación que los terroristas aprovecharon para desencadenar una represión contra la población civil desarmada. Carlos Sánchez López se encontró con uno de estos grupos golpistas, cuyos integrantes dispararon fuego real sobre él y las personas que lo acompañaban. Sánchez recibió un impacto de bala en la pierna y otro en la cara.
- En Morrito, los grupos fascistas simularon una manifestación pacífica, para poder acercarse a la Delegación Policial e iniciar un ataque con fuego real. Cuatro policías resultaron asesinados, el Comisionado Luis Emilio Bustos López, el Sub oficial Mayor Marlon José Requene López, el Sub oficial Lenín Ernesto Olivas Alaniz, y el policía Faustino Téllez Vargas. Nueve policías más han sido secuestrados.
- En Morrito, tras el asalto a la Delegación Polícial, los terroristas fueron a disparar a la alcadía, hiriendo de gravedad a cinco personas y asesinando al profesor de primaria Marvin Ugarte.