Entre lo posible y lo necesario, el debate en IU Madrid
“Entre lo posible y lo necesario“. Así titulaba Marcelino Camacho su columna en prensa escrita en la que explicaba las diferencias que iban abriéndose en su sindicato. Entonces se dio un debate que fue mucho más allá de lo político y lo sindical entre los que defendían lo posible y los que defendían lo necesario.
Hoy el mismo dilema de entonces ha vuelto en forma de chap… En forma de debate sobre confluencias. Los militantes de Izquierda Unida Madrid deben decidir ahora entre lo posible y lo necesario y las columnas de opinión florecen para guiar a la militancia en tiempos de confusión.
Los que defienden lo posible agitan encuestas como argumento principal, ellos dan por hecho que Podemos no se sumará a Madrid en Pie y que por tanto Madrid en Pie no entrará en el parlamento regional. Lo único posible es firmar con Podemos su propuesta. Un argumento boomerang, pues si gana Madrid en Pie la llamada al voto útil en favor de Podemos por parte de esos destacados dirigentes de IU supone un favor impagable para los morados.
Este grupo subraya la necesidad de unidad, no es posible -dicen- ir con Podemos a las generales y europeas y no ir con ellos en las autonómicas. Un argumento que olvida que se ha competido y se va a competir en muchos lugares, que significa que IU está dispuesta a aceptar cualquier acuerdo, bueno o malo, y que en Madrid, Podemos está dividido en tres y ni se presenta a la capital. Lugar donde IU va con la misma gente de Madrid en Pie.
Por último destacan que no existen argumentos programáticos de peso encima de la mesa que rompan la necesaria unidad. Un argumento que olvida que últimamente el programa parecía entenderse como una mera sugerencia sin que hubiera consecuencias, y que hasta hace dos días los morados aún defendían la Operación Chamartín.
Por otro lado están los que defienden una confluencia desde abajo, -necesaria- dicen. Con asambleas conjuntas, programa participativo y alegría en las bases. No saben si es posible, pero creen que es necesario. Si Marcelino nunca sintió especial apego por sus cargos políticos y abandonó puño, los que defienden ahora lo necesario también parecen estar dispuestos a jugársela.
Mencionan que Podemos puede sumarse, señalan que en la izquierda madrileña hay más actores que Podemos, identifican el programa participativo/colectivo y las primarias conjuntas como prioridad, pero en realidad son conscientes de que eso no es lo principal.
“Lo principal es ser coherentes con lo defendido los últimos años por la organización en Madrid“. Señalan que un buen resultado con Podemos puede pagar sedes, pero que estas irán quedando vacías si no se vira el rumbo que ha tomado la unidad popular en Madrid. Hablan de valentía, determinación, de no tener miedo. Hablan de la necesidad de construir la verdadera unidad popular desde abajo.
Si los primeros hablan de frenar la extrema derecha con acuerdos seguros, los segundos hablan de revisar errores propios para lograrlo. Unos miran los límites de lo posible, otros ven necesario transformar esa misma realidad.
En el aire quedan algunas dudas por resolver ¿y si la segunda opción es solo un repliegue identitario? ¿Y si lo necesario es mantener la unidad con el núcleo de Podemos, incluso cuando menos posible parece?
En todo este tiempo en Izquierda Unida algo sí ha cambiado, el debate no ha rebasado el respeto entre militantes en ningún momento, no hay riesgo de ruptura ni de desmovilización, nadie asume la verdad absoluta y todos están seguros de que se decida lo que se decida, no se acaba el mundo mañana.
Mientras, fuera, los problemas reales que sufren los pensionistas, los ecologistas, las feministas y las personas en situación precaria todavía están pendientes de soluciones y Madrid está en el centro de todo.