El auge de la extrema derecha en España ha hecho saltar las alarmas de los sectores más de izquierda y feministas.
Muchos ciudadanos temen el resultado de las próximas elecciones del 28 de abril, pues podría darse una mayoría parlamentaria de extrema derecha si los tres partidos representantes de esa ideología (PP, C’s y VOX) unen sus fuerzas para gobernar.
Deberíamos preguntarnos si el feminismo podría ser un freno eficaz de esa extrema derecha.
Hay propuestas realmente alarmantes por parte de los tres partidos. Propuestas que aluden a temas que afectan muy directamente a la ciudadanía de manera negativa, pero parece ser que la parte más escalofriante se la llevan las medidas machistas o directamente misóginas.
VOX tiene entre sus propuestas electorales eliminar la Ley de violencia de género y “suprimir en la sanidad pública las intervenciones quirúrgicas ajenas a la salud (cambio de género, aborto)”. C’s defiende la gestación subrogada y la prostitución. Y el PP ya nos ha dejado un titular para llevarse las manos a la cabeza cuando hace unos días su líder Pablo Casado dijo que se “blindaría” a las inmigrantes que dieran a sus hijos en adopción.
Él mismo ha salido a desmentir esa información que ahora califica de “fake news” al haber visto el revuelo que suscitaron sus palabras. Según Casado, la medida tendría como objetivo proteger a las mujeres en situación irregular y a sus hijos.
El pasado día 8 las calles de toda España se tiñeron de morado para reivindicar el papel y la voz silenciada de las mujeres y protestar contra todas esas medidas que se promueven desde esos partidos que poco o nada actúan en defensa de los derechos de la mujer.
Fue sin duda una jornada histórica en la que millones de mujeres salieron a dar un toque de atención a todos los políticos. ¿Es posible que las masivas movilizaciones se conviertan en voto progresista? Habría que preguntarse si de ser así sería el PSOE quién se haría con la mayoría de votos debido al miedo de que las fuerzas progresistas no lleguen a la mayoría, lo que se conoce como el famoso “voto útil“.
También hay que tener en cuenta lo sucedido en Brasil con Jair Bolsonaro, quien obtuvo en las pasadas elecciones del 28 de octubre de 2018 el 55% del voto pese a haber despertado una reacción parecida a la que aquí despierta el tripartito VOX-PP-C’s.
Miles de mujeres y hombres se manifestaron tal y como ha sucedido aquí y sin embargo el resultado sorprendió contra todo pronóstico. ¿Podemos pensar que sucederá lo mismo en España? Pensemos que en las pasadas elecciones autonómicas en Andalucía nadie esperaba que VOX se hiciera con 12 escaños y así fue.
Pese a la repulsa generalizada que generan sus medidas muchos consideran esos resultados como un preludio de lo que pasará en las generales.
Veremos si el voto de los indecisos y los desencantados hace inclinar la balanza hacía un posible gobierno progresista de verdad. Si es así, las protestas feministas muy probablemente habrán tenido mucho que ver. Los últimos sondeos indican una leve recuperación de la izquierda pero como siempre, hasta el 28 de abril solamente nos quedará esperar.