Es increíble que haya personas en nuestra sociedad que comparen el feminismo, una corriente histórica que no busca más que la igualdad entre mujeres y hombres sin tener en cuenta su sexo, con los nazis, quienes tienen una ideología que ha hecho tanto daño a la humanidad. Pero más increíble es aún el número de personas usan este término.
El termino feminazi, a parte de contradictorio, es totalmente falso. Contradictorio porque las dos corrientes son prácticamente excluyentes entre sí. El feminismo defiende a las mujeres, a todas, sin tener en cuenta de dónde son. Mientras que el nazismo despreciaba personas por su origen, además de por sus creencias tanto religiosas como políticas. Y por supuesto es falso, porque en ningún momento se pretende poner a la mujer por encima del hombre, sino a la misma altura, ya que es innegable que las mujeres estamos por muy debajo en la sociedad actual.
Una parte privilegiada de la sociedad, teme al feminismo y lo rechaza, o lo que es lo mismo defiende el machismo, ya que la sociedad actual es machista. Eso es debido, quiero pensar, en gran parte por ignorancia a los ideales de la corriente, y por creer a los medios de comunicación y su indudable manipulación sobre toda la información relevante al tema. Pero hay otra parte, muy peligrosa y conformada por hombres y mujeres, que directamente rechazan los derechos a la mujer y se hacen llamar “tradicionales”, entendiendo por tradicional que la mujer debe someterse al hombre, como se le ha obligado durante toda la historia moderna de la humanidad.
Esas personas son las que les gusta utilizar la falacia de feminazi para ridiculizar y criminalizar una causa tan noble como es el feminismo. Y tienen esa necesidad, o ya casi obsesión por temor a perder su injusto poder sobre ellas y no poder someterlas. No deja de ser un acto de cobardía machista, actos a los que las mujeres ya estamos acostumbradas, pero no nos vamos a achantar ni mucho menos cambiar de opinión.
El feminismo ha estado trabajando por la igualdad social desde hace muchos años atrás y lo estará siempre, porque el feminismo es igualdad, y no vamos a descansar hasta conseguirla, pese a quién le pese, nos llamen como nos llamen.