Panorama sombrío
Se ha desvanecido el jolgorio de la fiesta navideña y de fin de año. Coyuntura aprovechada por los autores del paquetazo para amortiguar la furia popular. Típica maniobra de la derecha que ha buscado los feriados para asestarle al pueblo el golpe artero. El incremento del precio de los combustibles ha disparado los precios de los bienes y servicios. El mísero aumento salarial decretado por el gobierno de los empresarios provocó la frustración laboral. Los multitudinarios despidos han empeorado el alarmante desempleo, que contradice la oferta de campaña. La gente votó por más trabajo. Le traicionaron quienes hoy se empeñan en imponer la flexibilización laboral, el trabajo por horas, la tercerización, la eliminación de las utilidades. El panorama es sombrío.
Soplan vientos privatizadores de las empresas públicas y de los recursos del Estado. Por allí un consejero reaccionario del Gobierno sostuvo la barbaridad de privatizar el patrimonio de todos los ecuatorianos para que paguen impuestos. Es decir que, en vez de beneficiarnos del 100% de sus rendimientos, lo entreguemos para que paguen el 25% y resignemos el 75% en provecho de las cúpulas empresariales que están ávidas por apropiarse del Ecuador entero para su egoísta beneficio. Pero para dorar la píldora, primero hablan de concesiones, ¡después se cargarán con todo…! Si les dejamos.
Lo último: usando como cortina de humo para amainar la protesta ciudadana, anuncian que la ONU ha establecido sobreprecios en cinco obras emblemáticas de la Revolución Ciudadana, a saber: Refinería de Esmeraldas, Refinería del Pacífico, Terminal Marítimo de Monteverde, Poliducto Pascuales-Cuenca y Planta de gas natural de Bajo Alto.
Llegan a la audacia de afirmar que, según esa fulminante condena, el valor de 1.100.000.000 de dólares invertidos en el sostenimiento de la Refinería de Esmeraldas, dizqué es sobreprecio. Y que lo dice la ONU. Mentira, se trata de cinco empresas privadas que por encargo del gobierno y a un precio de 3.300.000 dólares, realizaron una somera auditoría. ¿Será que están al servicio de los afanes privatizadores de nuestras Empresas Estratégicas, a favor de la trinca asaltante del poder?
Cuando Ud. inicia la construcción de su casita, destina un presupuesto de unos 40.000 dólares. A medida que avanza la obra, a su señora se le antoja una estructura en el patio para lavandería, una jardinera y una fuente de agua. Eso tiene un costo adicional de 5.000 dólares que no puede considerarse sobreprecio; y ese perverso criterio están utilizando los detractores de la Revolución Ciudadana para desprestigiar sin éxito, la extraordinaria obra de la Década Ganada que no la pueden negar, por eso pretenden mancharla con la gratuita cantaleta de una corrupción que no han probado, como lo hicieron con un inocente Preso Político y legítimo Vicepresidente Constitucional del Ecuador, Ing. Jorge Glas. Está sombrío el panorama. Opacidad que anuncia la nueva aurora.