Las bajas pasiones se desatan por el resultado del referéndum de IU Madrid

Ayer se dieron a conocer los resultados de las primarias de IU Madrid, y resultaron una sorpresa para los que no hubieran seguido con mucho interés la actualidad de la formación política madrileña. Muchas de las reacciones de muchos militantes o simpatizantes de Podemos, y de personas sin partido pero pertenecientes al campo político progresista, fueron agresivas y salvajes.

Lo que se viene a la cabeza en un primer momento, es que todavía no hemos aprendido a no creer a ciegas en las informaciones de los medios de comunicación de la derecha. La militancia de IU escogía entre las condiciones acordadas con Anticapitalistas, y las ofrecidas por la dirección de Podemos. No se trataba de elegir a una fuerza política o a la otra, no eran excluyentes.

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La mejor prueba de esto la pudimos ver en la rueda de prensa que organizó IU Madrid para dar a conocer sus resultados, a renglón seguido de informar sobre los porcentajes surgidos del proceso de votación, invitaron a Podemos Madrid a unirse a Madrid en Pie, de igual forma actuaron los dirigentes de Anticapitalistas.

Los medios de comunicación cuyos dueños tienen interés en que la izquierda acuda desunida, han plantado la información sobre el referéndum en Podemos Sí-No, cuando el eje en el que pivotaba la elección era democracia interna Sí o No. Se han escogido las reglas en las que se asentará la unidad (primarias conjuntas y redacción participada del programa), no a un aliado frente a otro.

Cuando Podemos nació en 2014 y no aceptó la unión con la IU de Cayo Lara fue por estos mismos motivos; porque la vieja política en la que el líder escogía con su dedo en base a acuerdos tomados en una mesa camilla a medio alumbrar, ya no servía para ilusionar y movilizar. Muchos sectores de IU se entusiasmaron con esa forma de hacer política y la han mantenido hasta hoy, cuando el Podemos de Pablo Iglesias ha perdido esa esencia democrática encaminándose a esa vieja política que antes criticaba.

IU Madrid no ha querido que Pablo Iglesias imponga a su candidata, sino que prefiere que Isabel Serra compita con el resto de candidatos en primarias abiertas. La militancia de IU Madrid rechaza que sus direcciones pacten los puestos, sino que apuesta en favor de que la militancia y los simpatizantes de la unidad lo decidan en un proceso democrático y abierto. IU Madrid considera que el programa debe realizarse en asambleas desde abajo, no que sea una imposición de una negociación basada en intereses electorales hecha por la dirección de una sola de las organizaciones.

Esta apuesta por la democracia interna, que no excluye a Podemos, sino que desea que se integre, no puede generar los comentarios que se han visto por las Redes Sociales (RRSS). Puede ser objeto de críticas, pero con respeto. Los insultos, la rabia, el desprecio y hasta el odio que se ha visto no es una buena opción cuando Podemos e IU van a ir juntos a las generales y a las europeas.

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Sembrar mal ambiente entre compañeros que van a tener que entenderse en dos campañas electorales próximas, llama al desastre, ya que una militancia dividida por el odio no es capaz de generar un trabajo político que genere ilusión, que transmita el sentimiento de unidad necesario para movilizar a su base electoral, mucho menos para conquistar nuevos votantes del campo progresista que están siendo cautivados por el voto útil del PSOE.

Podemos Madrid es quién tiene la pelota en su tejado. Tiene que decidir si acepta los mismos mecanismos democráticos que demandó a IU hace ahora cinco años para conformar una unidad fuerte que, primero, venza la traición de Íñigo Errejón y así conquistar el espacio de la izquierda transformadora, y después evite que el ala conservadora -más ultra que nunca- del Régimen del 78 se haga con la Comunidad de Madrid.