No pactar con Unidas Podemos no afectará a Pedro Sánchez
Pedro Sánchez no parece estar interesado en conformar un gobierno con Unidas Podemos (UP) dentro de las instituciones, al menos no en la manera que propone Pablo Iglesias. El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sabe que el tiempo corre a su favor, por lo que puede permitirse observar cómo aumenta la desesperación de la izquierda transformadora con el paso de los días, en forma de peticiones constantes que la prensa convierte en súplicas.
El líder del ejecutivo español sabe que cuanto más se esfuerce UP en pedir un gobierno conjunto, menos credibilidad tendrá cuando quede fuera y pase a ser, por obligación, oposición por su izquierda. Lo que Unidas Podemos reclame siempre estará en tela de juicio ya que lo hará contra quién poco antes quería que fuera su socio político.
Unidas Podemos permitió el regreso del PSOE al campo de la izquierda, una oportunidad que Pedro Sánchez no ha desaprovechado. Primero alcanzó el gobierno con unas promesas a UP que nunca se cumplieron, y que la coalición de izquierdas no supo hacer valer. Una vez en el gobierno el líder del Partido Socialista llevó a cabo varios gestos que le sirvieron para revestirse con una pátina progresista que le vino extremadamente bien en la campaña electoral. Además supo capitalizar los puntos más progresistas del acuerdo de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2019, propuestos y peleados por UP.
Esos gestos (el intento de sacar a Franco del Valle de Cuelgamuros, las ayudas a la electricidad, recibir al barco de inmigrantes rechazado por Italia…) junto con los últimos PGE, han determinado en la realidad que el PSOE no necesite del concurso de los de Pablo Iglesias para mantener una imagen progresista, por lo que podría pactar con Ciudadanos, como quieren los grandes banqueros y empresarios, que ya lo han expresado mediante Ana Botín, sin sufrir consecuencias políticas.
Eso sin contar con el potente aparato mediático que respalda a Pedro Sánchez, que ya mostró su poder a la hora de visibilizar a VOX como motor del voto útil que aupó al PSOE, siendo capaz no solo de justificar un acuerdo con los de Albert Rivera, sino de hacer olvidar a los sectores de izquierdas la traición que ese pacto supondría, tras los mensajes en favor de una alianza con UP hechos públicamente por Pedro Sánchez durante la campaña electoral.