¿Cómo es posible que Lenín Moreno, siendo el presidente de Ecuador, su máxima autoridad, no haya aparecido en esta sección hasta la tercera parte? Se preguntarán muchos. Es lógico que ese planteamiento acuda a nuestra mente, ya que concebimos el sistema democrático liberal como una organización social en la que el presidente es la máxima autoridad, con unas competencias que superan a las del resto de los funcionarios del Estado.

Suele ser así, sin embargo existen ciertas dinámicas e intereses que vulneran el voto soberano del pueblo. Por ejemplo, en Colombia, la política exterior la marca Donald Trump; en España la política económica la deciden instituciones europeas que los ciudadanos del Reino no votan. Sin embargo esos dos gobiernos cuentan con presidentes que tienen capacidad para decidir ciertos asuntos de importancia.

Por el contrario, Lenín Moreno es un presidente que en la práctica no ejerce el poder. Por ejemplo, cuando la corrupción asedió a su anterior vicepresidenta María Alejandra Vicuña, y llegó la hora de elegir otro, los socialcristianos y los empresarios decidieron que querían aumentar su cuota de poder en el gobierno de Lenín Moreno, por lo que impusieron un nombre en la terna que el mandatario envió a la Asamblea Nacional, y sin sorpresas, ese fue el elegido.

El actual presidente de Ecuador fue uno de los huevos de serpiente que el capitalismo en fase neoliberal dejó en el nido de la izquierda, que lo cobijó y crió pensando que era un gorrión más. Cuando Lenín Moreno se descubrió ante el país, perdió el andamiaje organizativo de la izquierda, que se ha ido intacto al lado de Rafael Correa, por lo que depende de quienes antes fingía ver cómo enemigos políticos.

Lenín Moreno resiste en el poder porque esos nuevos apoyos lo sostienen, pero a un precio, que es el de gobernar Ecuador en su lugar. El actual presidente lo es en tanto sirva a los intereses de la oligarquía ecuatoriana. Su posición es difícil, porque pese a haberse infiltrado en las filas de la izquierda durante años, haber logrado ser su candidato, y devolver el poder a la derecha, traicionando a la mayoría del país que lo votó pensando más en clave de continuidad y profundización de la Revolución Ciudadana, la base social de la derecha nunca terminará de confiar en él. Por lo que su muerte política sucedió el día en que “venció” en el referéndum y en la consulta popular, en tanto que se confirmó su traición al legado de Rafael Correa.

Lenín Moreno

• Organización Política: Alianza País.
• Cargo durante la Revolución Ciudadana: Vicepresidente desde el año 2007 hasta 2013.
• Cargo en el actual gobierno: Presidente.
• Ejecutor del regreso de la noche neoliberal: Lenín Moreno fue el punto de inicio del regreso neoliberal, ya que siendo una persona de derechas, se infiltró durante lustros en las filas de la izquierda ecuatoriana, con la intención de ganarse la confianza de los dirigentes revolucionarios para conseguir la mayor cuota de poder posible, con el fin de truncar el proceso socialista. Una vez fue designado como candidato presidencial de la Revolución Ciudadana y ganar las elecciones con el apoyo de la izquierda, ha comenzado una brutal ofensiva contra sus antiguos compañeros. Sin esperar a que pudieran prepararse para el golpe, Lenín Moreno anuló la posibilidad de que Rafael Correa pueda volver a presentarse a las elecciones presidenciales, ha cooptado el poder judicial para impedirle regresar, y también para perseguir a los principales dirigentes de la oposición. Con el pueblo amordazado, ha entregado los medios de comunicación a la oligarquía, la política exterior a Donald Trump, y los recursos de Ecuador a las empresas privadas nacionales y extranjeras.

Otto Sonnenholzner

• Organización Política: Independiente.
• Cargo durante la Revolución Ciudadana: Ninguno.
• Cargo en el actual gobierno: Vicepresidente de facto.
• Ejecutor del regreso de la noche neoliberal: Otto Sonnenholzner ha usurpado sin problemas éticos ni morales el despacho vicepresidencial que le corresponder por derecho democrático ganado en las urnas a Jorge Glas. La justicia de Ecuador no ha emitido una condena en firme contra el vicepresidente constitucional, por lo que está en la cárcel ilegalmente. Esta situación de golpe de estado no ha impedido que Otto Sonnenholzner haya accedido a la vicepresidencia como cuota de la oligarquía de Guayaquil, la zona más rica del país. Su compromiso ha sido el de continuar con el regreso al neoliberalismo, que ya ha sumido en la pobreza a decenas de miles de ecuatorianos, y que ha hecho recortes en derechos fundamentales como la educación y la salud. Otto Sonnenholzner ha aprovechado la degradación de la institucionalidad para acceder al cargo siendo legalmente imposible, ya que tiene fondos en paraísos fiscales gestionados por testaferros, una situación que las leyes ecuatorianas especifican que lo inhabilita de manera automática para ostentar cualquier cargo público.

Paúl Granda

• Organización Política: Alianza País.
• Cargo durante la Revolución Ciudadana: Concejal del cantón de Cuenca en 2006, alcalde de la ciudad de Cuenca en 2009. Desde 2014 hasta 2016 fue consejero de la Embajada del Ecuador en España.
• Cargo en el actual gobierno: Fungió como ministro de transporte y obras públicas durante el año 2017, actualmente es secretario nacional de gestión política.
• Ejecutor del regreso de la noche neoliberal: Paúl Granda asumió de manera transitoria la dirección del Ministerio de Justicia, después de que Fernando Alvarado consiguiera exiliarse en el extranjero para escapar de la persecución política del régimen fascista liderado por Lenín Moreno. Desde su cargo, Paúl Granda fue el primer funcionario público del gobierno ecuatoriano en proponer el inicio de una purga por motivos políticos. Ejecutó despidos de los funcionarios públicos de rango medio que seguían siendo fieles a Rafael Correa. El resto del gabinete ministerial accedió a las peticiones del ministro Granda e iniciaron purgas en sus carteras, que alcanzan a la cuarta parte de la población de Ecuador, según el Comité de Derechos Humanos de Ecuador.