¿Cómo se puede repartir un alma que no es de tu propiedad? ¿Cómo se expropia? ¿Por qué? ¿En qué momento sucede que tu alma y tu cuerpo ya no te corresponden? “Eres mía o no serás de nadie“, horrorosa frase de propiedad. De nadie significa que estás muerta, y mía significa que serás su propiedad para siempre. Condena perpetua.
A lo largo de la historia todos hemos escuchado esta frase miles de veces, y sin embargo parece que muchas personas ya se han acostumbrado a ella, y han normalizado su peligroso su significado. Honestidad y recato en las mujeres en exclusividad hasta la muerte.
Pero ¿qué significado tiene implícito? ¿La ausencia de libertad? ¿La condena de muerte? ¿Obligación a amar y a obedecer para siempre? ¿Por qué alguien que ama tiene que condenar a alguien para que no le abandone de esta manera? ¿Por qué amenazarla? Confieso que me pierdo en el miedo de poder sentir esa amenaza y esa cadena perpetua al ver mi sombra.
Es una frase afilada, incisa, machista y asesina que sin darnos cuenta se ha validado en un lenguaje patriarcal, con derecho a matar y amenazar. Por el contrario nosotras no decimos “si no eres mío, no serás de nadie” (futuro), “o mío o de nadie” (imperativo), ni “o eres mío o de nadie” (presente).
¿Dónde está la diferencia en la propiedad del amor entre un hombre y una mujer? “O eres mía o de nadie“, es una frase altamente asesina y peligrosa, porque tu pareja te está condenando con su amenaza obsesiva, y atándote a él de por vida, aunque tú no quieras. Sí, sutilmente te ha obligado a entrar en un callejón sin salida.
Las mujeres somos vistas como propiedad individual, y no como individuos con su propio valor humano. Este concepto de propiedad ha convertido a las mujeres en mercancía que se puede intercambiar, comprar, alquilar y vender. El dueño de la propiedad tiene derecho pleno a decidir sobre nuestro destino.
Machistas, ustedes se perdieron en algún lugar de la propiedad humana, la del cuerpo que ustedes creen que les pertenece, amo y señor de todo lo que ustedes creen que aman. Sí, dije bien: ustedes creen que aman, pero amar no es matar. ¿Qué clase de amor puede matar? Díganmelo ustedes, yo soy incapaz de encontrar la respuesta.
El hombre nos ve como un objeto de su pertenencia y no como un ser humano, haciendo uso de la mujer o de nuestra imagen para finalidades que no nos dignifican ni como mujer ni como ser humano. Las mujeres nos convertimos en un objeto sexual a disposición del “único hombre” o “del hombre en sociedad”.
“O eres mía o de nadie” es el culmen del pensamiento extremista, blanco o negro, viva o muerta, estás conmigo o con nadie.
Si te enfrentas a un matrimonio forzado, si huyes de un marido violento, si quieres el divorcio, si eliges una pareja libremente, si hablas con otros hombres, si te niegas a entrar en un matrimonio convenido, incluso si te violan y te dejan embarazada, si eres homosexual, o incluso si luchas como feminista también estás condenada, en definitiva cualquier aspecto relacionado con la sexualidad y cualquier comportamiento de la mujer contrario a las normas culturales puede desembocar en un crimen de honor. El honor del Patriarcado.
Y ahí es donde empieza todo: la propiedad individual sin ningún derecho hacia la vida humana, sin darnos cuenta además se ha convertido a lo largo de los siglos en propiedad colectiva y cultural, Crimen de Honor le llaman los machistas. ¿No sienten vergüenza de mantener este delito al que ustedes someten y martirizan a la mujer? ¿A la madre, hermana, amiga o hija? ¿Qué ley tan cruel puede permitir obligar, matar o lapidar a una mujer?
Son sociedades tóxicas, con hombres tóxicos, controladores, recelosos, egoístas, inseguros, dominantes, que no soportan su frustración, no toleran que no estén a su lado, son hombres que necesitan tener el control sobre su posesión , como si nosotras estuviéramos en un comercio regulado por y para ellos. Y cuando la mujer se les escapa de las manos o intentan separarse de ellos, se desesperan, pierden los papeles, y con ello llega el asesinato.
Esta posesión machista expresada en la frase “o eres mía o de nadie” termina en feminicidio.
Todo tiene que ver con el patriarcado y las relaciones de poder. Cuando una mujer se rebela y desafía los límites del sistema impuestos por la cultura a la que pertenece, merece ser castigada y eliminada. Matarla es la forma de restaurar el honor de la familia y de la propiedad exclusiva del hombre dando ejemplo a las demás. El patriarcado permite el feminicidio y lo fomenta en más de treinta países. De hecho se ha creado por y para el patriarcado. Es la sociedad dominante hacia la mujer. Esa es la historia. A lo largo de los siglos, desde siempre.
Que triste poder ver a lo largo de la historia que se siguen realizando asesinatos sobre mujeres inocentes. Los crímenes de honor son una clara violación de los Derechos Humanos, los gobiernos están obligados a proteger a las mujeres de estos delitos, sin embargo son tolerados ya sea a través de la inacción de los gobiernos, o incluso a veces defendidos como legítimas prácticas culturales.
Lamentablemente las cifras dicen que alrededor de 5.000 mujeres son asesinadas cada año en todo el mundo; las estadísticas no mienten, los cementerios tampoco. Muchas de ellas caen a manos del machismo que grita “o eres mía o de nadie” justo antes de asesinar. En España y en muchos países, los feminicidios suceden cada día por celos, por el “serás mía para siempre aunque estés en tu tumba“. La desdicha está presente.
“Los crímenes de honor” en los que la particularidad de este tipo de delito es el nivel de aceptación social y su total impunidad, han sido justificados y perpetrados por diversas religiones (cristianismo, catolicismo, judaísmo e islamismo). Países con penas pequeñas e incluso dejando sin castigo al asesino debido a la dejadez y abandono de las leyes son Pakistán, India, Asia, Afganistán, Egipto, Irán, Irak, Jordania, Palestina, Turquía, Siria, Líbano, Marruecos…
Añadir que en los países con historias recientes de guerra y conflictos armados, los crímenes de honor están aumentando día tras día. Perdónenme, pero he leído ejemplos demoledores en cuanto a crímenes del honor, y a pesar de la crueldad y el dolor, rechazo y vergüenza que me producen debo exponerlos.
- En Jordania el Código Penal protege al hombre que asesina a su mujer si ella ha cometido adulterio, y perdona a un hombre que ha cometido una violación si posteriormente se casa con la víctima como forma de devolverle el honor a la familia.
- En Irán, su Código Penal permite a un esposo matar a su mujer en caso de adulterio.
- Pero más demoledor aún es saber que en Turquía provocan los suicidios forzados. La familia no mata a la mujer, sino que la obligan a cometer su propio suicidio. Es Desolador tener que suicidarse cuando una persona quiere vivir, ¿no creen?
Nos matan de muchas maneras: desnudas, con la cabeza tapada, apuñaladas, estranguladas, quemadas vivas, lapidadas, rociadas con ácido, disparadas, fusiladas u obligadas a suicidarnos. Actos incitados y cometidos por los esposos. Tristemente incluso por hermanos, hijos, tíos, padres y a veces también por miembros femeninos de la familia, momentos desgarradores en los que las mujeres se convierten en cómplices asesinas por la interiorización del concepto del honor.
Las madres piensan que el padre o el marido tienen el derecho de controlar a “sus” mujeres, así ha sido siempre y el miedo a que también las maten a ellas las hacen partícipes de estos feminicidios. Por el miedo de la culpa por no haberlas educado bien, y por no hacer que se respetara el honor familiar.
Deleznable el código machista llamado Crímenes de Honor. Supone un cruel y brutal genocidio contra las mujeres.
El sistema social se colapsa en el mundo y las familias se convierten en el núcleo de esta destrucción en nuestro sistema, es un atentado contra las relaciones humanas y contra las familias. Es la deshonestidad en primera persona y deshonestidad en forma colectiva y cultural. Asesinato, Genocidio, Feminicidio.
A nosotras nos matan. Sí, Crímenes de Honor lo llaman, y yo lo llamo crímenes de un patriarcado que está podrido y manchado de sangre inocente: la nuestra.
Honor, ¿qué es para los machos el honor? Yo no sabría bien explicar qué es para ellos “honor” cuando a lo largo de la historia, nos han enseñado que eran ellos los que tenían derecho al adulterio, los que inventaron la pornografía, los que normalizaron las violaciones, los que embarazan a mujeres para después abandonarlas…
Los crímenes de honor en su forma individual o colectiva no deberían existir como categoría. No se deberían haber permitido nunca porque son crímenes basados en el género. Únicamente en el género: el femenino. El esquema mental del sistema social y judicial nació patriarcal. La cultura es patriarcal y siempre se culpa a la misma víctima. Hasta que las mentalidades no cambien, las leyes no funcionarán contra este atentado terrorista hacia la humanidad.
¿Debemos decir que todos estos delitos son cometidos mayoritariamente por los hombres? ¿Conocen ustedes la palabra Androcidio? A mí me suena raro hasta leerlo, no es muy usual. Si el feminicidio es el delito que consiste en el asesinato de la mujer por el solo hecho de ser mujer, ¿existe el androcidio por la misma razón de ser hombre?
Qué raro que a lo largo de nuestra historia no sea una palabra mundialmente conocida. Debe ser que nosotras no tenemos el honor necesario a través de las antiguas y actuales civilizaciones, para tener la potestad de decidir sobre la vida de un hombre en base a “o eres mío o no serás de ninguna“.
Sobre la violencia específica de mujeres contra hombres, se conocen muy pocos estudios, casi nulos y en muy pocos países. La violencia contra niños y hombres, a lo largo de las relaciones históricas de poder entre hombres y mujeres, nunca se ha mantenido por y para el modelo social patriarcal, ni nunca fueron fomentadas las relaciones de dominio, inferioridad, discriminación, comercialización e incluso la muerte de niños y hombres en favor de las mujeres. ¡Jamás lo hicimos!
Deberíamos hacer un pensamiento crítico sobre la ventaja que tienen los hombres con respecto a las mujeres, los abusos tolerados y legalmente permitidos contra las mujeres en diferentes países. La ventaja que los hombres siempre han tenido sobre nosotras, debe ser erradicada.
Llegará un día, en que será fácil ser mujer: Si no soy tuya, es porque no quiero. Y nadie ni nada podrá impedirlo.
Y mientras no haya llegado ese día, huye tan rápido como puedas, en cuanto un hombre te susurre al oído que te ama y que eres suya. Huye. Sal corriendo. No mires atrás, porque no hay nada que te proteja. No mires atrás, no hay nadie.