Evo Morales es el primer presidente indígena del estado plurinacional de Bolivia. Llegó al poder el 22 de enero de 2006, y su gestión en la presidencia ha generado que ese país haya dado un giro de 180° en todos los aspectos.
Aspecto social
En la salud, se construyeron alrededor de 34 hospitales y 1.061 nuevos centros de salud. En relación a la educación, Bolivia es uno de los países con mayor nivel de asistencia escolar en primaria y una alta tasa de alfabetización. Se han construido aproximadamente 1.206 unidades educativas durante los tres periodos de gobierno.
El país que Evo Morales preside es uno de los que más redujo la desigualdad. La pobreza extrema se redujo a más de la mitad en 13 años, pasó del 38,2 en 2005, a 15,2 en 2018. La población con ingreso medio subió de 3,3 millones en 2005 a 7 millones en 2018, lo que significa que se tiene una mayor capacidad de consumo.
Se implementaron un conjunto de programas de transferencias económicas a estudiantes, personas de la tercera edad y madres embarazadas o con niños menores de dos años. Los tres principales programas son el Bono Juancito Pinto, el Bono Juana Azurduy y la Renta Dignidad.
El salario mínimo en Bolivia era en 2005 de 440 bolivianos, y en 2019 llegó a 2.122 bolivianos.
Durante su gestión de gobierno se obtuvieron alrededor de 891.087 instalaciones de gas a domicilio. En infraestructura se han construido alrededor de 5.000 kilómetros de carretera.
Aspecto Político
Bolivia tuvo 5 presidentes entre 2001 y 2005, que generó un nivel avanzado de conflictos. Actualmente se goza de una estabilidad política de 13 años bajo el liderazgo de Evo Morales. Además, el partido político del presidente, MAS (Movimiento Al Socialismo), ha tenido la mayoría absoluta en las cámaras legislativas en los dos últimos periodos. En relación al parlamento, se fomentó la igualdad de género, en años anteriores había 18% de mujeres, ahora hay 51%.
El presidente, apenas llegado al poder impulsó una nueva constitución en la que se declaró a Bolivia como un Estado Plurinacional, dando así apertura en el poder político a los indígenas, obreros, campesinos y organizaciones sociales.
El 22 de enero de 2009, el pueblo boliviano dio su aprobación para la nueva constitución, cuyos mayores cambios fue la soberanía de sus recursos naturales y el control de la economía por parte del estado.
Aspecto Económico
Bolivia es el país de Latinoamérica que más crece económicamente. El promedio anual de crecimiento ronda el 5%.
El éxito boliviano obedece a que Evo, desde que entró al poder, centro su política económica en el estatismo, nacionalizando los hidrocarburos, las comunicaciones y la minería. Esto implica que los recursos que antes se iban al extranjero desde las trasnacionales ahora se quedan en el país.
Bolivia amplió su capacidad de consumo a través de una política redistributiva. Los bonos dinamizaron la demanda interna que benefició no solo a población consumidora, sino también al sector empresarial (grande, mediano, pequeño y micro), quienes vieron aumentadas sus ventas.
Los ingresos del estado se invirtieron en infraestructura productiva. Además de inversiones en procesos industriales como el litio, lácteos, textiles, etc. Se fomentó las pequeñas y medianas empresas con facilidades crediticias.
Según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina) la inversión extranjera directa en el país alcanzaba US$250 millones en 2005, en la actualidad llega hasta los US$1.750 millones aproximadamente.
Aspecto internacional
El relato antiimperialista fue parte del contenido en las relaciones internacionales; no obstante, en los últimos años, la caída del progresismo en América Latina, disminuyó el tono en la política exterior de Evo. Por otra parte, la nacionalización de los recursos le generó confrontaciones con Estados Unidos y otros países en los primeros años de gobierno.
Frente a Venezuela mantiene aún su apoyo incondicional, aunque conserva la prudencia y la diplomacia en su discurso ante cualesquier nueva coyuntura que se produzca en el país bolivariano.
Su disputa con Chile aún está viva. En 2013 Bolivia demandó a Chile en la Corte Internacional de Justicia de la Haya para exigir a Chile negociar una salida soberana al mar. La Corte, en 2018, falló a favor de Chile; no obstante, Bolivia insistirá -tal y como dice su constitución- en su afán por una salida al Pacífico.