Umberto Eco y la lucha “Contra el fascismo”
Debo reconocer que cuando hablaba de Umberto Eco,a mi cabeza solo venía la imagen de “El nombre de la Rosa”, quizá su obra más reseñable dentro de su producción de ficción, lo que no sabía es la trayectoria que el autor tenía como ensayista, donde el genio, con la palabra escrita divulgativa, no tiene nada que envidiar a su vertiente de ficción.
El libro al que nos asomamos hoy podréis encontrarlo bajo el nombre de “Contra el fascismo” o “El fascismo eterno”, este segundo nombre es con el que se publicó originalmente. Lo toma de la conferencia que los departamentos de filología italiana y francesa de la universidad de Columbia organizaron para conmemorar el aniversario de la insurrección en Italia, y la liberación de Europa, pues lo que tenemos entre manos se trata de la transcripción del discurso que pronunció Umberto Eco aquel 25 de abril de 1995, en un contexto en el que la sociedad americana estaba consternada por los atentados de Oklahoma, y confirmaba con estupor lo que era un secreto a voces, que en EEUU existían organizaciones militares de extrema derecha.
El libro se divide en dos partes. La primera nos habla de los años finales del fascismo italiano, cómo él vivió esa época, y cómo después del fin de la contienda y la liberación de Europa de las garras del fascismo su mundo cambia, las concepciones sobre su vida cambian al abrirse ante él un futuro de libertad. Me parece realmente interesante debido a que asistimos de mano del ponente a la explicación de cómo se tergiversa la realidad en un régimen fascista, dentro de este bloque encontramos también las tesis sobre el totalitarismo en Europa.
Pero sin desmerecer lo anterior explicado, lo que me atrajo de esta transcripción fueron los puntos que Umberto Eco nos da para reconocer al fascismo, cuestiones que sin esforzarnos demasiado ni retorcer declaraciones se cumplen del primero al último, comencemos:
- Culto a la tradición, para los fascistas la verdad ya fue revelada con lo que solo se puede seguir es interpretar su mensaje.
- Rechazo a la modernidad, la ilustración conduce a la depravación.
- Acción por la acción, pensar es una forma de castración con lo que se condena la cultura, en este apartado cita a Goebbels “Cuando oigo la palabra cultura , echo mano a la pistola”.
- No se acepta el pensamiento crítico, el desacuerdo es traición.
- Miedo a la diferencia, esto hace del fascismo un movimiento xenófobo y racista.
- Apela a las clases medias frustradas por alguna crisis social o económica, asustadas por la presión de grupos sociales subordinados, un escenario donde el proletariado se convierte en pequeña burguesía y el lumpen se autoexcluye de la esfera política.
- Los que carecen de identidad social tienen el privilegio de haber nacido en el mismo país, lo que pueden dar la identidad nacional son los enemigos, con lo que arraiga la idea de un complot continuo ya sea en el exterior de las fronteras o en su interior.
- Los seguidores deben de sentirse humillados por la riqueza de los enemigos. Enemigos que tienen unas redes de ayuda secretas.
- No existe una lucha por la vida, sino una vida por la lucha, con lo que el pacifismo es un acercamiento al enemigo, la paz solo se tendrá después de una solución final que acabe con los enemigos y llegue una edad dorada.
- El fascismo predica que el ciudadano pertenece al mejor pueblo del mundo donde los miembros del partido son los mejores exponentes.
- El heroísmo es la norma, en los regímenes fascistas se rinde culto al héroe que está vinculado al culto a la muerte, donde morir heroicamente es la mejor recompensa.
- El fascismo proyecta su voluntad de poder a cuestiones sexuales, con lo que el fascismo es machista, denotando un desdén hacia la mujer, y hacia practicas sexuales no conformistas, desde la castidad hasta la homosexualidad.
- Falta de derechos como individuo, el pueblo se concibe como una entidad monolítica que expresa la voluntad común.
- El fascismo habla una “neolengua” aparte de la simplificación de los textos escolares de los niños donde el léxico es pobre y la sintaxis elemental, con lo que se limitan las herramientas para el pensamiento critico.
A la vista de estos puntos, me atrevo a decir que los discursos que cumplen muchos si no todos las cuestiones que Umberto Eco nos dejó, son los que se están pronunciando en estos momentos, ¿acaso no suenan entre esas líneas las palabras de Donald Trump, los exabruptos de Jair Bolsonaro, la justificación del giro a la derecha de Lenín Moreno, el discurso del miedo de Casado, las acciones de Orban o el desprecio por la vida de Salvini? Juzguen ustedes mismos.
Para terminar una reflexión de Umberto Eco: “sería muy cómodo, para nosotros, que alguien se asomara al la escena del mundo y dijese “¡Quiero volver a abrir Auschwitz, quiero que las camisas negras vuelvan a desfilar solemnemente por las plazas italianas!”. Por desgracia la vida no es tan fácil. El fascismo puede volver todavía con las apariencias más inocentes. Nuestro deber es desenmascararlo y apuntar con el índice a cada una de sus formas nuevas, todos los días y en todos los rincones del mundo”.
Un pequeño libro, que nos marca un camino a seguir para no volver a andar una senda oscura por la que se transitó con gran dolor hace años.