Primera conclusión de las secciones de Ecuador: la Revolución Ciudadana está viva y goza de buena salud
Aún es muy pronto para hacer una análisis fundamentado en datos y hechos, sobre todo con la sospecha de fraude por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador, sobre todo en la importante capital del país y en la única herramienta democrática que puede frenar la deriva dictatorial de Lenín Moreno, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).
Sin embargo hay dos hechos que permiten sacar la primera y más importante conclusión: la Revolución Ciudadana está viva y cuenta con una fuerte salud política. Los primeros resultados ofrecidos por el CNE han mostrado que se ha hecho con las prefecturas de Pichincha -que engloba a Quito– y Manabí, con la capital del país y con el CPCCS.
Tras la alerta inicial por la victoria incontestable del correísmo, hasta el mismo embajador de los Estados Unidos (EEUU) en Ecuador, tuvo que romper las reglas internacionales de respeto a la soberanía, para presentarse en el mismo centro de conteo de los votos del CNE ecuatoriano.
Casualmente, tras eso, la luz se fue, y al volver, la Revolución Ciudadana de Rafael Correa ya no había ganado ni Quito ni el CPCCS. Como en Honduras durante las elecciones presidenciales de 2017, pasó exactamente lo mismo, un fraude que los propios observadores internacionales de la OEA catalogaron como fraude.
Que el poder electoral de Ecuador, cooptado por Lenín Moreno, como otras instituciones del estado tras la purga que llevó a cabo una vez venció en el referéndum y consulta popular del año pasado, -el vicepresidente legítimo está en la cárcel sin que no haya ni siquiera una sentencia que se espera desde hace varios meses-, haya maniobrado como la dictadura hondureña, indica que Rafael Correa sigue siendo el líder político indiscutible de Ecuador y su proyecto político, la Revolución Ciudadana, el plan para Ecuador que la mayoría del país apoya.
Tras dos años en los que buena parte de los recursos económicos del Estado ecuatoriano y la totalidad del aparato mediático se han volcado en atacar la figura de Rafael Correa y otros destacados dirigentes de la izquierda, el resultado de las elecciones seccionales demuestra que los ciudadanos de Ecuador siguen apostando por el socialismo para gobernar la nación suramericana.