Las cloacas de (son) el Estado español
Estos días estamos leyendo en muchas ocasiones las palabras “las cloacas del estado” en algunos medios.
Digo en algunos porque ya sabemos que otros lo silencian sistemáticamente. Seguro que el hecho de que Eduardo Inda colabore en dichos medios es mera casualidad.
Pero como decía, lo estamos leyendo mucho a cuenta de la declaración de Villarejo confirmando, en sede judicial, que desde el Ministerio del Interior se fabricaron noticias falsas para atacar a Podemos. En esa trama aparecen policías, el Ministro del Interior, cargos políticos, funcionarios públicos y periodistas como el citado Inda. Y sí, le he llamado periodista, espero que no me denuncie por insultos.
Y nos hemos sorprendido mucho., o nos lo hacemos ante esta noticia. Nos parece vergonzante que desde todo un ministerio, y con la colaboración de policías y medios, se ponga en marcha una campaña falsa contra un partido. Ponemos el grito en el cielo ante un ataque tan ruin a las normas básicas de la democracia. Ponemos el grito en el cielo porque eso en España jamás podríamos imaginar que pasara.
Y yo me pregunto ¿tan corta es nuestra memoria? ¿Tan larga es nuestra hipocresía? ¿Acaso hemos descubierto ahora las cloacas del estado?
Se nos ha olvidado que España tuvo un grupo terrorista llamado GAL dedicado a secuestrar, torturar y asesinar. Un grupo, judicialmente probado, conocido y formado por otro Ministro del Interior. Se nos ha olvidado que todo un Presidente del Gobierno fue a la puerta de la cárcel a despedir con un abrazo a esos “héroes”
También al parecer se nos ha olvidado que se está celebrando un juicio farsa a políticos catalanes en el que su juez principal es un señor al que el PP calificó como “uno de los nuestros“. Un juez que tuvo que renunciar a la presidencia del Supremo por haber quedado demostrada, y expuesta, su falta de imparcialidad. Si eso no es prevaricación…
Por cierto, esos mensajes los escribía el que fuera Director General de la Policía…
Nada menos. Ese juez puede mandar hasta 25 años a la cárcel a unos señores por poner unas urnas.
Se nos han olvidado, y fue la semana pasada, unos Guardias Civiles mintiendo como testigos en el mismo juicio. Que eran mentiras lo vimos en decenas de vídeos. Claro que esos vídeos no se pueden ver en el juicio porque lo ha denegado un juez que iba a ser presidente del Supremo…
Se nos ha olvidado Jordi Pujol diciendo sin rubor alguno que él no iría a la cárcel porque si eso pasaba movería la rama del árbol. Así, sin anestesia. Y no pasó nada. Bueno, sí pasó, pasó que su hijo ya está en la calle, para vergüenza de nuevo de este país y alivio del Borbón padre.
Se nos ha olvidado que el que fuera partido del gobierno destruyó ordenadores a martillazos para ocultar una trama de corrupción. El partido que siguió gobernando. Sin dimisiones.
Saben ustedes que podría alargar esta lista de tropelías hasta hacer los tres volúmenes de Los Pilares de la Tierra y llamarlo Los Pilares de la Tierra Española.
Pero lo que no podría es hacerme ahora el sorprendido. Lo que no podría es cerrar los ojos fuerte y decirme a mí mismo que España es un país democrático en el que a veces ocurren cosas feas. No puedo apretar tanto mis párpados ni la bandera contra ellos.
No puedo mientras Twitter España sea dirigida por la prima del Rey al tiempo que a Pilar Manjón le censuran un hilo. No puedo mientras haya chicos en Altsasu condenados como terroristas por pelearse en un bar.
Puedo seguir denunciando esas prácticas, puedo seguir reclamando que sus autores sean castigados y puedo pedir responsabilidades.
Pero no puedo llamarlas las cloacas del estado, cuando hay que decir que en España, esas cloacas son EL ESTADO.
Pero ustedes pueden seguir apretando fuerte los párpados hasta que vean lucecitas.
Porque es la única forma en la que muchos pueden ver la luz.