Ciudadanos y el beso de Judas al PSOE
La noche electoral del 28A dejó varias posibilidades para formar gobierno, aunque con un PSOE ganador se daba por hecha una alianza con Unidas Podemos. El pacto entre estos dos partidos era tan incuestionable que apenas se molestaron entre sí durante la campaña. Era prioritario evitar una mayoría absoluta de la derecha.
La dificilísima campaña de Unidas Podemos dejó al partido de Pablo Iglesias muy por debajo de los escaños de la anterior legislatura. Algunos fueron al PSOE, otros a ERC (en Cataluña) otro a Bildu (en Euskal Herria). Sin embargo por la derecha y de manera inesperada, Ciudadanos fue la gran sorpresa. No fue el partido más votado, pero si logró un aumento considerable de escaños. Ciudadanos sí sumaría mayoría absoluta con el PSOE.
>>¿Qué indica el silencio del PSOE sobre los pactos hasta después de las municipales y autonómicas?<<
Durante la campaña electoral Ciudadanos se hartó de decir que con Pedro Sánchez no. Albert Rivera es consciente de que sus votos provienen principalmente del PP más que del PSOE y un exvotante del PP no podría entender que su voto sirviera para poner a Sánchez en la Moncloa.
Rivera, además, hizo una campaña muy bien coordinada con sus iguales (Abascal y Casado) para atacar al PSOE. Les acusó del mayor pecado, según el jefe de filas de Cs, pactar con independentistas y etarras, los que quieren destruir España.
Los militantes socialistas pidieron a Sánchez que no pactara con Rivera la misma noche electoral. El líder de Cs, por su resultado, dijo que no ayudaría a mantener a Sánchez en la Moncloa de manera insistente y firme. La respuesta encaja con el calendario electoral pendiente, algunos dicen que la incógnita se despejará después de las autonómicas, municipales y europeas de mayo.
El pacto con Ciudadanos fue recomendado por el Banco Santander. El día siguiente de las elecciones se filtró un informe privado del banco en el que se veía con mejores ojos esa coalición ya que gustaría más a los mercados.
>>El voto útil del PSOE hace mella en Unidas Podemos<<
La presión que habrá para que se produzca una coalición que permita gobernar entre socialistas y Ciudadanos será enorme pero ¿es deseable? ¿a quién puede beneficiar?
Buena parte de los viejos barones del PSOE, los más belicosos en el debate territorial lo verían con buenos ojos y les facilitaría un posible aliado (si aún no lo es) en sus autonomías. Ximo Puig, en cambio, barón de nuevo cuño y sanchista lo ve diferente al estar aliado con Podemos y Compromís. Él ya sufre una oposición sangrante de Ciudadanos.
Para conocer las consecuencias del pacto naranja-socialista habría que ver qué pasó en Andalucía donde PSOE y Cs pactaron durante una legislatura. La deriva del PSOE a la derecha fue evidente y como ejemplo tenemos el recorte del impuesto de sucesiones en Andalucía y la merma de ingresos que supuso. Y sobre todo, la principal y más grave consecuencia para el PSOE fue la perdida de la presidencia de la única autonomía donde siempre habían gobernado.
Ciudadanos ofreció un pacto y cuando más le convenía lo retiró y dejó caer a Susana Díaz. En las siguientes elecciones los socialistas sacaron su mínimo histórico en Andalucía y Ciudadanos aumentó escaños. Midieron los tiempos perfectamente. En campaña ya dejaron claro que no pactarían con Susana, como si ellos no hubieran sido jamás capaces de ello. La derrota en Andalucía fue provocada por una abstención sin precedente por parte de los votantes de izquierdas.
¿El motivo de la abstención? Entre otros, pactar con la formación de derechas de Rivera y Arrimadas.
>>Ciudadanos y el control de la derecha<<
Hace tiempo que Cs se muestra como la fuerza política que blanquea al hipercorrupto Partido Popular y ofrece a los votantes de derechas una alternativa más moderna en la imagen y más limpia en las finanzas. Además permite con su anticatalanismo radical captar voto del PSOE que no se siente cómodo con el debate territorial.
Gracias a Ciudadanos se consiguió lo imposible, sacar al PSOE de Andalucía. El único aspecto positivo del experimento es que puede permitir a Pedro Sánchez huir del beso de Judas de Rivera, porqué si algo garantizaría ese pacto, es un gobierno en colación del Partido Popular, Ciudadanos y VOX en la próxima legislatura.