Las amenazas militares de EEUU contra Venezuela no se cumplirán
El último plan golpista de EEUU ha fracasado. Juan Guaidó no fue capaz en varios meses de tumbar al gobierno de Nicolás Maduro, pese a tener el apoyo tanto diplomático como económico de Estados Unidos, y la mayoría de los medios de comunicación occidentales trabajando en configurarle una imagen de líder.
El golpista que antes fue diputado y previamente a ello guarimbero, no fue capaz de concertar una unidad de la oposición que se rompió definitivamente hace dos años, cuando Nicolás Maduro decidió cumplir con los acuerdos casi firmados con la derecha y convocar elecciones presidenciales de manera adelantada.
Tras varios meses de promesas incumplidas sobre el final de Nicolás Maduro, de manifestaciones cada vez más marginales y de interpelar al ejército sin conseguir nada, Juan Guaidó cayó en la trampa del servicio de inteligencia bolivariana y se sublevó militarmente con apoyos falsos, que lo dejaron en la estacada, minando su liderazgo hasta el punto de provocar más críticas desde sus propias filas que de las de sus enemigos políticos.
Con Juan Guaidó siendo un cadáver político, y el resto de los principales líderes golpistas huyendo de la justicia, Estados Unidos ha visto cómo sus inversiones millonarias en Venezuela para derrocar mediante métodos antidemocráticos al legítimo y constitucional gobierno bolivariano, han caído finalmente en saco roto. La victoria de la izquierda venezolana podría suponer una larga travesía por el desierto de la oposición, y por lo tanto, de los planes injerencistas del gobierno de turno de Estados Unidos.
>>Ruia avisa de gran desastre internacional mientras Juan Guaidó solicita intervención militar a EEUU<<
Por lo tanto, entra dentro de la lógica imperialista que Donald Trump lance los últimos exabruptos antes de retirarse para no dar la imagen de perdedor, aunque lo sea. También, cabe dentro de lo patético y de lo canalla, que Estados Unidos haya nombrado a un embajador usurpador para sentarse a hablar con él, buscando que éste les dé permiso para invadir militarmente Venezuela. Una locura antidemocrática que han coronado invadiendo territorio venezolano (embajada) contraviniendo la normativa internacional.
Sin embargo, aunque Carlos Vecchio (embajador de Venezuela nombrado por Estados Unidos mediante Juan Guaidó) diera su consentimiento, la posibilidad militar es rechazada por la mayoría de los venezolanos -incluyendo a la gran parte de la oposición-, e incluso por los países del Grupo de Lima que están apoyando a Donald Trump en su ofensiva golpista. La mayoría de la Comunidad Internacional rechaza la opción militar.
Si Estados Unidos se decidiera a aplicarla, no solo debilitaría su posición geoestratégica a niveles incluso inferiores que los que tenía con George W. Bush, permitiendo un avance diplomático de China y Rusia, sino que solo provocaría un movimiento demográfico de altas dimensiones que afectaría a la estabilidad de América Latina, ya que la respuesta militar de Venezuela conduciría a un escenario parecido al de Siria, sino más favorable al país caribeño, que cuenta con milicias populares integradas por varios millones de ciudadanos que están entrenados precisamente para esta situación. Se sumarían al ejército profesional.