Gilberto Ríos: “Cinco familias controlan el 75% de la economía de Honduras”
Honduras es un pequeño país de Centroamérica que no cuenta con cobertura en los medios de comunicación excepto cuando se celebran elecciones, momento en que la mayoría de los espacios informativos reproducen notas de prensa de las agencias de noticias con los resultados.
Sin embargo la situación política y social de Honduras está en permanente tensión por la actuación de una dictadura instalada en el poder desde el pasado año 2009, mediante un golpe de estado. Para conocer en profundidad lo que allí acontece, hemos podido entrevistar a uno de los principales dirigentes de la oposición, el activista Gilberto Ríos, del partido Libertad y Refundación (Libre).
Existe un apagón informativo en España sobre Honduras, ¿cómo explicaría la situación política y social que vive su país a alguien que no sabe lo que pasa allí?
Nosotros consideramos que hay una agenda setting internacional, que genera una corriente de opinión pública siempre volcada en los temas que son de interés para las grandes transnacionales, al contrario de lo que son los intereses para los pueblos, sobre todo de las luchas de estos por su liberación.
Ese es el caso específico de Honduras, pero también en España se ha comentado mucho como periódicos como El País y otras grandes transnacionales de la información, se dedican más a informar sobre lo que ocurre en Venezuela de una forma aviesa, que de lo que ocurre en su propio país.
Ese cerco mediático no es solo sobre el tema Honduras, que es un país pequeño, la segunda economía más pobre de América Latina, y por eso tampoco genera tanta importancia en los medios de comunicación. Pero más allá de eso, con los niveles de violación de los Derechos Humanos, y lo que ha acontecido durante los 10 años que han pasado desde el golpe de estado, el silencio tiene con ver con ese cerco, que es parte de un plan latinoamericano de control, de reposicionamiento del Imperio y de las grandes transnacionales en toda la región.
¿Cree que lo que sucede en Honduras no es lo suficientemente grave como para que aparezca en los medios de comunicación?
Es parte de nuestra cuota mediática que nos toca recibir en esta estrategia comentada previamente. Es la profundización del modelo neoliberal, es la experimentación de nuevos mecanismos de control social y de políticas de cambio social para continuar con las acciones que favorecen la concentración de la riqueza. Se quiere comprobar hasta dónde los pueblos, y bajo qué mecanismos, pueden ser dóciles en esta dominación.
¿Por qué se marcha la gente de Honduras?
Los grandes éxodos que se han producido en Honduras están muy ligados a las políticas de desarrollo económico, que han sido un fracaso durante su implementación a los largo de los últimos 40 años, pero más marcadamente en los últimos diez años, desde el golpe de estado, con políticas neoliberales que han privatizado muchos de los servicios públicos, específicamente en los últimos meses los de la salud y la educación.
Esta situación ha dejado sin oportunidades a las grandes mayorías en un país donde no hay inversión, en un país en el que hay muchísima violencia. Pasa este mismo fenómeno en África y Medio Oriente, con gran cantidad de personas yendo hacia Europa. Todo tiene que ver con esas políticas de desarrollo que se han impulsado para concentrar las riquezas en las élites y en el poder de las grandes transnacionales.
Esta migración también ha servido para nutrir de mano de obra barata a los centros de poder más cercanos, en este caso los norteamericanos, que ahora tienen una fuerza laboral barata en los migrantes, que sin duda fortalecen su economía.
¿Es Juan Orlando Hernández una consecuencia del golpe de estado de 2009?
Juan Orlando Hernández es la representación de una élite económica que antes del golpe de estado estaba más o menos en unas diez familias que controlaban el 90% de la economía nacional. Estamos hablando de diez familias de las cuales 8 eran de origen palestino y dos de origen judío.
Después del golpe esto ha ido cambiando, se ha ido reduciendo a cinco familias con grandes emporios económicos que controlan alrededor del 75% de la economía hondureña. JOH es el representante de esa élite, es su expresión política.
Desde su organización política (Libre) se acusa a JOH de ser un dictador, ¿por qué?
Cuando nosotros hablamos de que Juan orlando Hernández es un dictador es porque es la representanción de esa dictadura oligárquica que vivimos en Honduras, y que controla todos los poderes del estado, tanto el poder ejecutivo con la presidencia, el poder legislativo con la mayoría en el Congreso Nacional y también en el judicial donde hay quince magistrados que son claramente representantes de esos sectores económicos. De hecho entre la prensa que cubre el poder judicial te pueden decir con nombres y apellidos qué empresa o qué personaje de la economía hondureña representa cada uno de los magistrados.
En función de la correlación de magistrados tengan en la Corte Suprema así van a ser los fallos, por tanto todo el sistema judicial está controlado por esa misma élite de la que hablamos.
Libre, y antes el FNRP, es la mayor fuerza de oposición al régimen gobernante, ¿cómo han aguantado 10 años con tanto apoyo social pese a la censura, represión y persecución?
Yo he sido militante toda la vida de las fuerzas políticas de izquierda y también de las organizaciones sociales. A finales de los 90 se creó el Bloque Popular, que fue una instancia de sindicatos, pequeñas organizaciones de izquierda, movimiento estudiantil, organizaciones campesinas, de pobladores… que estuvo tratando de recuperar la protesta pública.
En ese momento se vivía mucha ausencia de protesta en la calle porque habíamos vivido una década de desmovilización en los años 90. Luego de esto, en el año 20o3 se creó la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular, que funcionó del año 2003 al año 2009 -año en que se dio el golpe de estado contra el presidente Zelaya-.
Ya había una alianza en los últimos tiempos, años 2008-09, con el gobierno del presidente Zelaya, y esto hizo que la estructura del movimiento popular se transformara de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular, al Frente Nacional de Resistencia Popular, que en el año 2011 creó el partido Libertad y Refundación (Libre).
Quiero implicar con esto que hay una relación intrínseca entre los dirigentes de Libre y los de las fuerzas sociales, que son los que han dado cátedra de lucha popular, de agitación callejera, de propaganda, de movilización. Por eso hemos mantenido siempre nuestra lucha en las calles, y nuestra vigencia en las masas a pesar de la censura, la represión y la persecución que ha sido bastante dura y muy grave en estos últimos diez años.
¿Está JOH viviendo sus últimos días en el poder?
Pienso que es una visión optimista decir que Juan Orlando Hernández va a estar poco tiempo más en el poder, porque en realidad si lo midiéramos en cuanto a la correlación interna de las fuerzas, veríamos que es bastante pobre el apoyo que recibe JOH, porque solo lo apoyan ya sectores muy ligados al gobierno y las Fuerzas Armadas por supuesto, pero estas FFAA, como bien decía un poeta salvadoreño, están ensambladas, lo que significa que son fabricadas por las transnacionales gringas en nuestro territoio nacional con partes hondureñas, porque son ejércitos que responden ante la voluntad norteamericana.
En ese sentido el ejército no va a dar un golpe de estado, está muy ligado al tema del narcotráfico, a lo que también está ligado el presidente y su familia y la élite hondureña en general, lo que hace que la correlación no se pueda medir internamente, sino que tiene que ver más bien con una situación geopolítica.
Aquí la embajada norteamericana ha dado varios apoyo al presidente de facto: ha respaldado fraudes, ha respaldado el golpe de estado por supuesto, la persecución y las demás violaciones a los Derechos Humanos. Entonces no estamos compitiendo contra un personaje que se ha erigido en el poder por su propia fuerza, sino por las fuerzas oligárquicas e imperialistas que dominan Honduras.
¿Qué está haciendo Libre para garantizar la caída del régimen?
Libre en particular tiene una estrategia electoral, pacífica, de ganar correlación para vencer el fraude, y así lograr avasallar a todas esas fuerzas de la derecha que se expresan en las elecciones. Tal y como lo ha hecho Andrés Manuel López Obrador, digamos de una manera tal que no puedan vencernos con artilugios, por lo menos a nivel público.
Aunque más allá de eso no hay otra estrategia, hay organizaciones populares que se están fortaleciendo en la lucha en este momento por la crisis. Eso también hace que Libre esté planteando una coalición de fuerzas políticas y sociales para las próximas elecciones.
¿Cuál ha sido el mayor acierto de Libre?
Para nosotros el mayor acuerdo del partido es haber sido capaz de conjuntar todo el descontento social el país y haberlo traducido en una propuesta política que es amplia. Básicamente Libre plantea que la única forma de cambiar Honduras es refundándola, hablamos de una Asamblea Nacional Constituyente que integre a todos los sectores.
Creo que el mayor éxito de esta propuesta es justamente que no es sectaria, no representa solamente nuestro programa, sino que lo que pretendemos es construir el programa junto con todos los sectores de la sociedad hondureña: empresarios trabajadores, campesinos, fuerzas progresistas, democráticas, mujeres, indígenas, pobladores, ambientalistas…
Todos los sectores de la sociedad que son llamados fuerzas vivas, activas, beligerantes para que propongan un plan de país, una estructura de país a través de una nueva constitución. Y eso es lo que nos hace ser un partido de vanguardia.
¿Y el mayor error?
A mi criterio, yo no vengo del tradicionalismo político electoral, justamente el mayor error ha sido desmovilizar. Libre no es necesariamente una fuerza movilizadora en las calles.
En este momento sí es una fuerza capaz de movilizar temporalmente el país, y de ganar elecciones como las del 2013 y 2017. Libre sí es capaz de mantenerse vigente en la opinión pública, de ser beligerante, pero no es capaz de organizar a nivel social una fuerza que trascienda el tema electoral, y esa carencia la están asumiendo ahora otros sectores que superaron al partido en su capacidad de movilización.
No obstante se puede reconstruir, y hay sectores que todavía le apostamos a eso.
¿Luis Zelaya y Salvador Nasralla son aliados?
Salvador Nasralla y Luis Zelaya representan esas fuerzas democráticas, aunque sean de derecha, que también pueden ser aliadas en el plan de cambiar el país. No obstante su cercanía con la embajada norteamericana y su fe en que Washington va a resolver los problemas de Honduras, nos hacen dudar de su alcance en cuanto a su propuesta política.
Dentro de una visión muy amplia, que plantea Libre, claro que los vemos como aliados. Sí hay personas que, tal vez por ingenuidad, desconocimiento o falta de análisis, no entienden que el problema viene del norte, que siguen tratando de rechazar toda presencia de lo que se llame socialismo e influencia de Nicaragua, Cuba, Venezuela y Bolivia en el continente, pero bueno, son fuerzas que sinceramente no están vinculadas a actos de corrupción y que no han cometido crímenes, y eso ya es bastante decir entre lo que son los sectores dirigentes políticos del país.
¿Qué tres medidas son las primeras que debería tomar un hipotético gobierno de Libre?
La primera medida sería la consulta popular, es decir movilizar al pueblo. La segunda hacer participar a los sectores populares y nos parece que lo ideal para lograrlo sería la Asamblea Nacional Constituyente. En caso de no poderse realidad, digamos, una propuesta tan radical, aquí es vista como radical, me parece que lo que ha indicado el partido es lo más correcto: hacer consultas permanentes para la reforma y transformación de cada uno de los sectores del Estado, y de lo que debe ser una democracia ya no representativa sino participativa y protagónica.