ElEstado.Net entrevista a Nicole Villafuerte. Estudiante ecuatoriana de 20 años, lleva siendo activista política desde la adolescencia. Ha militado en diversas organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda. Actualmente si lucha es con los estudiantes y jóvenes en general siendo parte de la Plataforma Digital Voces, un medio alternativo.
Nicole sufrió la represión del gobierno de Lenín Moreno durante los primeros días de la protesta que se alzó para detener la influencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la política económica del ejecutivo autoritario.
Fue detenida de manera ilegal y agredida por las fuerzas de seguridad de Ecuador, motivo principal por el que este medio ha querido entrevistar a la estudiante, para dar a conocer su versión sobre un hecho que el gobierno de Moreno ha justificado en base a justificaciones que carecen de pruebas.
A lo largo de la entrevista se abordan temas sobre política, economía y sociedad, para conocer la opinión de la estudiante sobre el actual escenario ecuatoriano.
Sufriste la represión del gobierno, ¿cuál es tu versión sobre lo sucedido?
El día jueves 3 de octubre fui detenida por la Policía Nacional, por su brazo más agresivo: la UMO (Unidad de Mantenimiento del Orden). Cuando nos detuvieron no estábamos delinquiendo, no teníamos armas y estábamos solos, mi compañero y yo de regreso a casa.
Estábamos saliendo de las manifestaciones, después de hacer una cobertura por Facebook Live, cuando de forma inesperada empezaron a llegar los policías en caballos y otros disparando bombas lacrimógenas que nos acorralaban por todos lados.
Buscamos varias vías de escape, pero escogimos el camino equivocado. A partir de ese momento fuimos víctimas de la violencia progresiva y desmesurada de la fuerza policial. Al yo ver que le estaban cayendo a golpes, patadas, gases y toletazos a mi compañero, entre muchos policías montados en caballos y a pie que se encontraban perfectamente armados, gritaba ayuda de manera desesperada y les rogaba que no nos hicieran daño.
Se llevaron a mi compañero y con mucho miedo, llorando, les pedí que me digan a dónde debía ir. Por esto me detuvieron acusándome de haber lanzado piedras, me rociaron gas pimienta en los ojos y en toda la cara hasta hacerme gritar, momento en que me dijeron que era para que “llore de verdad”.
Sin poder abrir los ojos me empujaron, me agarraron con fuerza de los brazos y entre sacudones me subieron a una moto en la cual no se cansaban de patearme las piernas mientras conducían.
Las agresiones verbales y psicológicas no cesaron después de la aprehensión, ya que tuvimos 4 horas en el Distrito Policial, 15 horas en el parqueadero de Flagrancia y 10 horas en los calabozos. Más de 24 horas detenidos sin evidencias materiales de un delito flagrante.
Quisieron inculparnos reteniendo nuestras mochilas y metiendo piedras que jamás tuvimos en nuestra posesión. Éramos solo 2 mujeres en un reducido espacio con un grupo de 27 hombres. ¡Dormidas en el piso de un parqueadero junto a 27 hombres!
Sin custodia de una sola policía durante toda la madrugada del viernes. Durante este tiempo fomentaron un discurso xenófobo diciendo que si salimos y agarramos a un venezolano cada uno, nos dejan libres.
Además tomaron fotos y grabaron vídeos con nuestros rostros, reiteradas veces, sin nuestra autorización. Después del chequeo médico para el cual esperamos 19 horas, nos metieron en el calabozo de Flagrancia con personas que ya habían sido sentenciadas hace más de 3 días por delitos como tráfico de drogas o robo. No habían sido trasladadas a las cárceles correspondientes y no tenían acceso a aseo personal o contacto con sus familiares. Después de la audiencia, esperamos 6 horas para ser liberados. Sino fuera por la Defensoría del Pueblo y las organizaciones presentes ese día, quién sabe que otras cosas nos hubieran pasado.
¿Por qué esta represión si la protesta es pacífica?
El estado de excepción que decretó el Gobierno ecuatoriano le dio la capacidad a la Policía Nacional para reprimir la manifestación de manera excesiva y violenta. Las detenciones fueron indiscriminadas y respondían a órdenes de autoridades superiores. En mi caso, puedo asegurar que he salido a manifestarme de manera pacífica y a reportar en las calles hace meses (por la llegada del FMI a mi país) y jamás había visto tales niveles de represión por parte de la Policía Nacional.
¿Por qué salir a la calle ahora?
Porque hay derechos y reivindicaciones que solo podemos exigir ahí. Quienes no tenemos poder político y vivimos día a día el cerco mediático, salimos a las calles con la esperanza de que las demandas colectivas sean visibilizadas.
¿Hasta cuándo el movimiento estudiantil va a mantenerse en las calles?
Hasta que el FMI salga de nuestro país y más allá de eso, hasta conseguir que el presupuesto y las políticas públicas entorno a la educación básica, secundaria y superior, sean progresivas.
¿Cuáles consideras que son los errores más graves de el gobierno de Lenín Moreno?
Haber traicionado a sus mandantes. La mayoría de ecuatorianos votó por un proyecto político que fue completamente ignorado por Lenín Moreno. Es imposible hablar de una verdadera democracia cuando la voluntad popular no se cumple.
Es lógico que ahora esa mayoría inconforme, se oponga categóricamente a las medidas decretadas por el Gobierno que, además, responden a las necesidades de los sectores más privilegiados de la sociedad ecuatoriana.
¿Qué opinas sobre el neoliberalismo? ¿Y sobre el socialismo?
Pienso que el neoliberalismo es un modelo que beneficia a una clase empresarial que no compite sino devora a quienes no tienen las condiciones materiales para gozar de la libertad de mercado. Agranda las brechas sociales y económicas que de hecho en países como el Ecuador, ya son muy marcadas. El socialismo por otro lado, es el “deber ser” que nos guía para generar condiciones de vida más dignas y justas para todos.
¿Tiene el movimiento estudiantil reivindicaciones unitarias que hacer al Gobierno?
Sí. El presupuesto de inversión para la educación básica, secundaria y superior es algo que siempre ha estado en disputa al igual que la calidad de la educación pública. Son temas que desde la llegada del FMI al Ecuador nos han hecho salir aún más como estudiantes a las calles.
¿Debería dimitir Lenín Moreno y convocar nuevas elecciones?
Es algo que no me corresponde responder a mí, sino a la ciudadanía en general. Hasta el momento, el principal pedido es la renuncia de la Ministra del Interior y el Ministro de Defensa, al igual que la derogatoria del decreto 883.
¿Qué cambios aprecias en el día a día tras la asunción del poder de Lenín Moreno?
Un viraje político de 180 grados. Mucha gente sostiene que hay que respetar la democracia, sin embargo es complejo hablar de democracia en Ecuador cuando la mayoría votó por un proyecto político y Lenín Moreno decidió accionar con un plan de gobierno que la gente que le dio su voto rechaza completamente.
¿Por qué los estudiantes rechazan las medidas económicas del FMI aprobadas por el ejecutivo?
Porque representan un retroceso en la inversión social que el país necesita. La educación pública en Ecuador al igual que el presupuesto que se asigna para becas, infraestructura e investigación se ven amenazadas por las medidas económicas del FMI.
Ya pudimos experimentar un bajada del presupuesto para los estudiantes de medicina entre las medidas que el gobierno tomó, al igual que la eliminación de presupuesto para uniformes y alimentación de los estudiantes de educación básica.
¿Es Ecuador una democracia a día de hoy?
No. Los ecuatorianos y ecuatorianas actualmente tenemos un limitado acceso a otras formas de participación que no sean las elecciones y en éstas, hemos sido totalmente engañados por quien ahora es nuestro mandatario. Según nuestra Constitución “la soberanía reside en el pueblo y su voluntad es el fundamento de la autoridad”, sin embargo hoy esa autoridad nos está reprimiendo.
De llegar las fuerzas que hoy enfrentan a Moreno al poder, ¿qué 3 medidas urgentes habría que aprobar de manera inmediata?
Derogatoria del decreto 883 y 888 además de la anulación de la carta de intención con el FMI. Convocar a elecciones anticipadas. Investigación y judialización de los crímenes de lesa humanidad.
¿Qué opinas sobre el acuerdo entre el gobierno de Lenín Moreno y la CONAIE?
Fue una victoria para el movimiento indígena y demostró el liderazgo, organización y fuerza de la CONAIE. Sin embargo, invisibilizó la lucha de otros sectores y redujo la demanda ciudadana a la derogatoria de un decreto.
¿Tras el cambio del Decreto 883, es momento de abandonar las movilizaciones?
Si, pero no abandonamos la organización. La derogación del decreto es una victoria muy pequeña frente a todo lo que implica el acuerdo con el FMI. Seguimos bajo un régimen que no responde a la voluntad popular. Sin embargo, la violencia nos dejó un gran dolor y por esto, debemos buscar nuevas formas de manifestarnos.