Venezuela entra al Consejo de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Este hecho, que se puede catalogar por histórico debido al contexto en el que se ha conseguido -asfixia económica y diplomática por parte de EEUU-, tiene dos consecuencias inmediatas que impactan en el escenario geopolítico.
Por un lado, desmantela el argumento neoliberal surgido de los laboratorios de opinión de los poderosos consorcios mediáticos estadounidenses, por el que sostienen que en Venezuela existe un constante ataque a los derechos y libertades que comporta una flagrante falta de respeto a los Derchos Humanos.
La llegada de la nación bolivariana a este importante mecanismo de la ONU, supone la demostración de que el gobierno de Nicolás Maduro sí respeta los Derechos Humanos como el resto de naciones democráticas del Mundo.
Por otro lado existe una consecuencia de mayor importancia, la idea-fuerza asentada con intensidad por la administración de Donald Trump durante su actual intento de golpe de estado, que aún está en marcha y sigue siendo liderado por Juan Guaidó, se refiere a que la Comunidad Internacional apoya a Guaidó en vez de a Maduro.
Debido a eso se han escrito una ingente cantidad de noticias expresando que más de cincuenta naciones apoyaban al líder de Voluntad Popular, mientras que no se daba a conocer el número exacto de las que reconocen al presidente elegido mediante elecciones libres.
Para ser parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, se debe contar con un abrumador apoyo de las naciones que integran esa organización. Venezuela ha obtenido el voto a favor de ciento cinco (105) países. Lo que rompe el argumento en el que EEUU ha estado basando su estrategia golpista desde enero del presente año.
ElEstado.Net no tiene por qué compartir todo el contenido publicado en su Sección de Opinión.