Lenín Moreno, como todos los grandes traidores de la historia, acabará solo el día de su muerte (política). De hecho ya está falleciendo. El mandatario de Ecuador, al igual que Judas, Eva, Brutus y Luis Figo (este me causará críticas), entre tantísimos otros, con su acto de traición marcó su destino. Ha traicionado a su país pues está haciendo todo lo contrario a lo que anunció en su programa electoral, traicionó a su partido al que ha hecho desaparecer.
Traicionó a su binomio Jorge Glas, a quién puso en manos de una justicia mañosa, y traicionó a las instituciones del estado a las que ha violentado llenándolas de corrupción y descrédito.
>>Lenín Moreno, la metástasis de Ecuador<<
Se evidencia su ocaso con la negativa de la asamblea a apoyar su ley económica urgente. No es que a algunos asambleístas ahora les haya venido el patriotismo, sino que más bien saben que, sin esas medidas Lenín no podrá satisfacer al FMI, y el festín económico de algunos (los de siempre) habrá terminado y la vida política de Lenín Moreno junto a ellos.
A estos carroñeros de la política, díganse CREO y PSC, les interesa estar bien posicionados para una carrera electoral. El traidor de la presidencia se está encargando de aniquilar políticamente y físicamente a los dirigentes correístas.
Los afines a la Revolución Ciudadana de Rafael Correa, a pesar de ser la fuerza con más suelo electoral, están viendo cómo sus líderes entran en prisión preventiva o han de solicitar asilo a otro país, siendo culpables solo de no gustarles el neoliberalismo.
>>La Otra Cara: la lucha contra la corrupción de Lenín Moreno se convierte en persecución política<<
Esto no es ya una simple persecución política, se ha convertido en una aniquilación política. En el caso de realizarse elecciones en el 2021 ya es hora de engrasar los motores de partidos políticos, y en el caso de que sean antes, algunos ya están en los sitios privilegiados de salida, mientras a los revolucionarios les han robado el coche, quemado la gasolina y secuestrado a los pilotos.
¿Dónde están los árbitros?
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