Hace unos días mi hermano Gonzalo me pidió escribir un artículo sobre la supuesta potencia “escondida” de PS5 gracias al SSD, y al chip de audio dedicado, que haría más potente a la nueva consola de Sony sobre su rival Xbox Series X de Microsoft.
Supongo que muchos de vosotros habréis leído las especificaciones técnicas de cada una, en las que los números decantan la balanza a favor de la nueva máquina de los chicos de Seattle.
Pese a ello y ante mi sorpresa mayúscula, he podido leer mil y una informaciones en las que se intenta equilibrar la balanza destacando la mayor velocidad de acceso al SSD de Sony, con lo que, mágicamente, se produce un incremento de potencia por el chip de audio dedicado (información desmentida por la propia Dolby).
Otro de los datos chocantes es la velocidad de proceso de la GPU, nada menos que a 2,23 Ghz, una velocidad que, mucho no, muchísimos portales de PC afirman que sería una velocidad “pico” y que mantener esa velocidad freiría, de manera literal, la consola.
Pues bien, las principales webs españolas y varias mundiales intentan, mediante un chorreo incesante de artículos, noticias, supuestas comparaciones y perlitas en Twitter, hacer que PlayStation 5 quede por encima de Xbox Series X, o que, al menos quede en igualdad de condiciones.
Pero vayamos al grano y os voy a intentar ser lo más sincero posible. Una cosa es que, técnicamente, Xbox sea superior (por poco) que PS5, pero ambas van a ser máquinas increíbles, donde la diferencia no estará en la potencia, sino en la eficiencia y la calidad de los videojuegos.
Pero la prensa generalista de este país parece que tenga que saldar deudas con una de las compañías que más dinero ha metido en esos medios en publicidad. Ahora esa empresa quiere, lógicamente, que se ensalce en todo lo posible las virtudes -que tendrá y muchas- de la PS5; sin olvidar que muchos redactores son declarados fans de la compañía japonesa.
>>Xbox Series X y PS5, los inescrutables caminos del karma<<
Muchos me han llamado tóxico, pero como muestra un botón. Simplemente basta con tirar de hemeroteca reciente y comprobar cómo, después del reveal de Xbox Series X, comenzaron los artículos con la palabra “rumor” en todos los titulares, sobre la fecha de presentación de PS5, supuestas especificaciones y cientos de entradas en las webs, con informaciones de supuestos insiders, intentando por todos los medios eclipsar el anuncio mundial de Xbox y limitar su repercusión.
Un poco más tarde, Phil Spencer detalló las especificaciones técnicas de la consola y desde estos mismos portales comenzaron a elucubrar, otra vez, sobre informaciones de fuentes cercanas a Sony las especificaciones de PS5.
Y cuando, por fin, se han detallado los datos técnicos, ¿a que no sabéis quién ha comenzado a lanzar noticias y comparativas y estudios en los que empareja a PS5 con Xbox Series X? Habéis acertado de lleno. Si realmente la potencia no importa, a qué viene ese cruce de datos, esa supuesta equidad técnica oculta y cientos y cientos de artículos y análisis técnicos.
La respuesta es sencilla amigos, simplemente porque la publicidad no es gratis, porque el que paga manda, porque ahora el que manda quiere sacar rédito de lo desembolsado, porque se es imparcial hasta que aparece un cheque, porque todo se resume con una gran frase de Groucho Marx: “estos son mis principios, pero si no le gustan puedo cambiarlos”, porque la dignidad tiene un precio.
Yo no voy a intentar convencer a nadie sobre qué consola comprar. Compra la que mas te atraiga, compra la que más se ajuste a tus gustos y preferencias y, si es posible económicamente, compra todas, así podrás disfrutar de este entretenimiento en toda su amplitud.