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El neoliberalismo evidencia su fracaso en medio de la pandemia

Hoy en día nos encontramos ante una crisis global cuyo impacto ha trazado una cadena de retos para los países del mundo, desde el cuestionamiento de la respuesta de los sistemas de salud para enfrentar el problema, hasta la inestabilidad del sistema económico y geopolítico mundial: la pandemia del coronavirus coloca en evidencia la depravación del sistema neoliberal.

El actual coronavirus señala directamente al capitalismo y sus consecuencias, el sometimiento de los intereses generales a los intereses privados en sectores como la salud, el sector armamentístico y empresarial, dejando la calidad de vida de los pueblos con características profundas de desatención. Hoy se puede diferenciar la calidad de la salud para los ricos y la calidad -cuando existe posibilidad de ser atendidos- de la salud para los pobres.

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A consecuencia de ello el planeta se encuentra pendido de un hilo, sumergido en un juego de interés capitalista por parte del sector gubernamental estadounidense. Que vendiéndose a sí mismo como la supremacía divina, enfatizada bajo una concepción de individualismo y superación patriótica, tocada por la mano de Dios, lleva la guerra al continente más afectado por la pandemia.

Bajo la excusa de, en palabras de altos oficiales estadounidenses, “propagarse” en territorio europeo para iniciar la “Europe Defender 20” que comenzará en abril y culminará en julio del presente año.

Para ello el gobierno de los Estados Unidos, (pese a que su actual  presidente Donald Trump calificará al virus COVID-19 como una farsa orquestada por la oposición demócrata), elevó el grado de alerta por coronavirus para Italia al nivel 3 (evitar viajes no fundamentales), y al nivel 4 exclusivamente para las regiones italianas de Lombardía y Véneto, (no viajar).

Ordenaron a las compañías aéreas estadounidenses American Airlines y Delta Air Lines suspender todos los vuelos entre Nueva York y Milán, y alertaron a los estadounidenses de que viajan a Alemania, Polonia y a otros países europeos tomar grandes precauciones.

Sin embargo, hay una enorme categoría de estadounidenses absuelta de estas advertencias: se trata de los 20.000 militares que han llegado a diferentes puertos y aeropuertos europeos desde los Estados Unidos para participar en el ejercicio Defender Europe 20.

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Incorporándose otros 10.000 militares estadounidenses que yacían presentes en Europa y otros 7.000 soldados provenientes de 17 países de este continente pertenecientes a la OTAN o países asociados a la alianza atlántica. Siendo esta artimaña calificada por el geógrafo y politólogo italiano Manlio Dinucci como “el mayor despliegue de tropas estadounidenses en Europa en los últimos 25 años”.

Con un total de 37.000 militares armados, sin mascarillas o protección antiviral, es bastante razonable cuestionar el propósito de este exuberante despliegue, más aun cuando los ciudadanos europeos no han sido informados ni aqué se debe o para qué, encontrándose en una coyuntura pandémica en la que lo primordial es salvaguardar la vida de millones de personas, y no una hipotética guerra.

¿Qué es la Defender Europe 20 y a qué responde?

Según el US Army Europe (Armada de Estados Unidos de Europa) el Europe Defender es un ejercicio diseñado por el Gobierno de los Estados Unidos en colaboración con la OTAN, para “ensayar” las estrategias que deben emplearse por parte de EE.UU y Europa ante una amenaza potencial que conlleve a una posible guerra. Esta posible amenaza no se atribuye a ninguna otra nación más que a Rusia (aliada de China), con la que desde hace tiempo Estados Unidos ha creado intencionalmente grandes tensiones.

Para este ejercicio arribó la primera unidad blindada estadounidense al puerto de Bremerhaven, Alemania, con un total de 20.000 unidades de equipamiento militar que envían desde Estados Unidos a puertos europeos (Bélgica, Países Bajos, Alemania, Letonia y Estonia).

Sin mencionar los más de 13.000 equipamientos militares (helicópteros, tanques de guerra y municiones exponenciales)  que se encuentran en depósitos encontrados en suelo europeo por el US Army Europe, en países como Alemania, Países Bajos y Bélgica.

El Defender Europe 20 se realiza para incrementar la capacidad de desplegar ‎rápidamente en Europa una gran fuerza de combate desde Estados Unidos, lo que resulta un desarrollo a corto plazo de despliegue y procedimientos que hacen imposible ‎someter decenas de miles de soldados a las normas sanitarias previstas para enfrentar la ‎epidemia de coronavirus, e imposibilitando también que entren en contacto con la ciudadanía durante su tiempo libre.

Bastante alarmante ha de ser, dado que estos militares estadounidenses pueden circular sin problemas por las calles europeas.

Si ha de ser así, ¿existirá la posibilidad de que exista ya una vacuna? Si existiera, ¿por qué no se dice? ¿Por qué los medios de comunicación no han mencionado este excéntrico despliegue? ¿Por qué, siendo un ejercicio militar, no se pospone?

¿Qué hay de las autoridades de la Unión Europea y sus países ‎miembros? ¿Qué hace la Organización Mundial de la Salud (OMS)? Pues es evidente que se ponen la máscara, ‎para taparse no sólo la nariz y la boca, sino también los ojos. ‎

Es importante destacar que el Gobierno de Rusia ante este ejercicio, ha planteado interrogantes que no han recibido respuesta alguna, por lo que mantendrá su posición militar en alerta dentro de sus fronteras, lo que impone un escenario poco alentador, al presentarse dos potencias armamentísticas en territorio hostil, lo que genera a su vez un impacto ecológico considerable ante un ejercicio militar de tan gran amplitud.

En definitiva, la amplia relación que mantiene Estados Unidos con la Unión Europea y su evidente rechazo a la Federación de Rusia, relata un poco más la necesidad del neoliberalismo de ejercer fuerza militar en territorio europeo pero, ¿qué tiene que ver China y el COVID-19 en esto?

Estados Unidos mantiene la necesidad despótica de atacar la economía china para así mantener su supremacía mundial y seguir siendo, en palabras del filósofo Noam Chomsky, el “gendarme planetario”.

Ante esto, no es irracional pensar que uno de las regiones más afectadas por el coronavirus en Europa (Lombardía, Italia territorio rural profundo), lugar donde gobierna la Liga Norte de Salvini, traidor a ojos de la inteligencia americana por apoyar a Putin en todos los foros internacionales, sea el epicentro actual la pandemia en Europa.

Italia, (siendo país fundamental para Europa para las relaciones comerciales en el mediterráneo, y su posición estratégica para posibles conflictos), celebra desde hace meses un contrato con China (país aliado de Rusia), que hace más fuertes y sólidas las relaciones comerciales entre ambos países en la Nueva Ruta de Seda.

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El poder de Estados Unidos de lado, sobresaliendo su insignificancia para el progreso y desarrollo de los mercados, tiene mucha importancia en las relaciones multilaterales de la región, puesto que el gobierno norteamericano sabe que después de Italia, la Unión Europea sufrirá un colapso económico global al verse paralizadas sus economías nacionales en su lucha contra el coronavirus.

El esfuerzo titánico de Europa ante esta amenaza bacteriológica dará lugar a una debilidad frontal europea ante el Brexit, beneficiando al primer ministro Johnson, el gran aliado ingles de Donald Trump.

Colando así Defender Europe 20, que más allá de un ejercicio militar indiscutiblemente provocador, contribuirá a la implementación del Nuevo Orden Mundial, resaltando la dispersión del caos sanitario mundial, (manteniendo la vacuna desde un principio) y a su vez globalizando su poder desapareciendo enemigos.

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