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Crónicas de confinamiento por coronavirus. Locura controlada

Con la cena nos pusimos Naruto de compañía como casi todas nuestras noches. Llevamos cuatro o cinco capítulos con una pelea que no avanza y que no termina nunca, me puse muy nerviosa y el ángel se empezó a reír de mí, porque claro como nunca vi anime no sabía que la cosa avanzaba tan lenta, después de tres capítulos y con la pelea terminada me fui a dormir, ya era casi media noche.

9:30

Sonó la alarma de mi teléfono, pero hoy no me quedé en la cama porque tenía muchas ganas de ir al baño y ya me levanté. Fui a desayunar. Mi amiga estaba en la cocina empezando a hacerse su desayuno, las dos estábamos muy dormidas, al punto de que ambas teníamos los ojos hinchados, éramos apenas unos entes en la cocina.

Empecé a hacerme mi cafecito y mientras tanto lavé los platos de anoche, necesitaba ponerme hacer algo porque, real, que sentía que me dormía parada. Terminé con los platos y mi café estuvo listo en el mismo momento, ¡sublime!

Mi amiga me había hecho mis tostadas y nos sentamos juntas a desayunar, nos tardamos un poco por tener una conversación razonable cuando en eso llegó a la cocina el ángel a explicarnos una imagen que le había mandado a mi amiga por WhattsApp. Y la conversación se fue por las ramas como de costumbre cuando se suma él.

10:30

Me senté en la compu para trabajar y me di cuenta de algo muy importante que ayer no tuve en cuenta: estos días estamos en semana santa y claro es feriado, la gente no trabaja ni si quiera en el teletrabajo y yo ya me estaba haciendo la cabeza de que me estaban ignorando.

Y no, o bueno a lo mejor sí. Voy a esperar a ver qué pasa el lunes que ya se termina todo esto de la pascua. Hace un par de años que no vivo la pascua y tampoco me importa la verdad, lo único que extraño es comer huevitos de pascua, es la tradición Argentina.

Acá en España no se hace o se hace diferente pero en lo que coinciden ambos países, y supongo que muchos más es que no se come carne, me parece tremendo esto último, comemos carne todo el año y por semana santa no. Me parece una pelotudez, creo que hay “tradiciones” que hay que pensarlas dos veces porque no tienen mucho sentido, pero respeto a los que las siguen. Como dice el dicho “cada loco con su tema”.

12:30

Estamos con una lentitud… Nadie ha hecho las rutinas de ejercicio. El plan era que el ángel hiciera su rutina y se fuera a hacer las compras y mientras con mi amiga hacíamos nuestra rutina, no ha pasado nada de eso hasta este momento.

13:00

Mi amiga vino a mi habitación a decirme que hora de ponernos a hacer ejercicio porque nuestra rutina diaria se nos estaba yendo por el caño. Empezamos a estirar y apareció el maldito bastardo para empezar con su rutina, de un segundo a otro el comedor se convirtió en un gimnasio.

14:00

Con la rutina terminada me fui a duchar y me puse con mi proyecto a ver si podía solucionar lo que no pude el otro día. El ángel se fue a comprar y mi amiga continuó con la limpieza de la casa.

15:30

Fui a ver si el ángel ya había llegado con la compra y efectivamente ya estaba en casa. Él se puso con la comida, menú de hoy: habas con papa, zanahoria y jamón serrano, mientras que con mi amiga desinfectamos toda la mercadería y la acomodamos.

16:30

Por fin nos sentamos a comer, era súper tarde pero bueno el día hoy se dio así, la comida excelente como siempre, solo que a mi amiga por tanta lejía que usó para limpiar se le fue el olfato y el gusto, por lo que no pudo disfrutarla tanto, pero se animó al saber que podíamos cenarlas.

17:00

Hoy dejé con mi amiga el té de lado y preparé mate, para disfrutarlos en el balcón. Al maldito bastardo no le agradó la idea de tomar su té en el balcón y se fue directo a trabajar.

17:30

Llegó el día que tanto estaba esperando porque amo el calor y amo tomar sol, hoy me puse el bikini, miré la temperatura: ¡20 grados! Sin quererlo lo hice hoy por primera vez que estamos a esa temperatura como lo había previsto hacen unos cuantos días atrás.

19:00

Se fue el sol, hora de trabajar. Cada día me gusta más lo que hago, me llena plenamente y lo agradezco mucho, sentía mucho miedo de no poder encontrar nunca algo que me llenara y apareció sin buscarlo, lo cual lo hace aún más lindo.

20:00

Hora de aplaudir, los viejitos que saludamos todos los días nos gritaron que tuviéramos un buen fin de semana y mañana es nuestro día de gala, cuando podemos comer todo lo que se nos apetezca, ¡sí que va a ser un buen día!

Un día más de confinamiento un día menos para salir a la calle.