The news is by your side.

Lo mejor de Arco 2020 (I)

Para animar un poco a todos los que estáis confinados en tantos países por esta terrible pandemia que nos asola, y a la que no dudéis que vamos a vencer, os invito a liberaros acompañándome a darnos una vuelta por la edición de esta año de ARCO, que se celebró casualmente en las mismas instalaciones que hoy en día ocupa un gigantesco hospital de campaña.

Este año, en su 39 edición no ha habido nación invitada, lo cual no ha supuesto por otra parte merma alguna en el nivel habitual de la feria.

Para nosotros, lo mejor ha sido la interesantísima incorporación de nuevas galerías pertenecientes a países de los que, hasta ahora, con esa mirada benevolente -y porqué no decirlo, también autosuficiente-, del europeo pagado de su exclusividad en cuanto a depositario de la tradición cultural de la humanidad e incluso piloto autorizado a fijar la oportuna derrota de las vanguardias, las ya asimiladas y las todavía por venir.

Y como la mejor muestra es un botón, observen la foto de la portada, con la interesante instalación de Yonamine, presentada por la galería Jahmek Contemporary Art, de Luanda, Angola.

“My ghost” es el título acertadamente elegido.

Los amables responsables de la galería nos explicaron la génesis y el sentido de la obra, que gustosamente pasamos a continuación a compartir con todos ustedes.

Hay que saber (lo que ignorábamos como despreocupados moradores de la Unión Europea), que en la mayoría de los países de África existe también el racismo, pero atención, esta terrible lacra no solo se manifiesta de una manera harto simplista entre blancos o negros, sino incluso entre miembros de la comunidad de piel oscura en función de mayor o menor acusada tonalidad, siendo los que denoten una negritud más acentuada normalmente los más perjudicados.

Yonamine, según parece, sufrió este rechazo desde su más tierna infancia, lo que le ha llevado a denunciarlo con esta instalación.

Aspecto que se ve perfectamente reflejado en la transparencia del capirote que permite visualizar al racista, capirote en su forma cónica similar al utilizado por el Ku Klux Klan (y por nuestros benditos nazarenos).

También se caracteriza con el añadido de colocar, en el interior del mismo, un artilugio muy común en la mayoría de los países de África que resulta ser simplemente un atrapamoscas.

Atrapamoscas que contiene como cebo una especie de pasta muy desagradable y maloliente, que parece encanta a las moscas, constituyendo una trampa de la que ya el insecto no puede salir.

¡Nos pareció genial la metáfora!

Voilá, el manual de instrucciones con el que Yonamine completa su instalación:

Foto 2

Continuamos nuestra visita con la inevitable rememoración anual del sanguinario dictador. Y digo inevitable porque fuerza es reconocer que, transcurrido casi medio siglo de su desaparición, su terrible recuerdo y legado aún nos continua lastrando.

En esta ocasión lo ha sido con una irónica y genial obra de Riikko Sakkinenn, al que ya nos hemos referido en la entrevista publicada con anterioridad, y al que volvemos a agradecer nuevamente su intento de desdramatizar con un toque tan necesario de humor nuestra convivencia política.

En una de las mejores galerías francesas, acertadamente recogida la desesperanza reconocible en cualquier miembro de la banlieu parisina.

La obra más cara de la feria, el retrato de Jaqueline, de Picasso, valorada en 6.200.000€.

Siempre hay algo del intemporal Wesselmann.

Intentamos convenceros de que todo intento en el arte es muy respetable, pero… tal parece que a los alemanes se les ha ido un poquito la olla.

En Oporto tampoco se estrujan demasiado la cabeza:

Ni en Barcelona, vean la obra de Kendell Geers:

Al menos, también en Barcelona, original Carlos Aines, en ADN:

En Taschen, librazo de nuestro admiradísimo David Hockney, conteniendo 248 láminas, 2.000 ejemplares, 1.750€ c.u. Las vistas desde su ventana la temporada que pasó en Paris. Nos quedamos con las ganas, se admiten donaciones.

Continuad por favor con la segunda parte, no os defraudará.

elestado.net no tiene por qué compartir la totalidad del contenido de los artículos que se publican en su sección de opinión.