Crónicas de confinamiento por coronavirus. Despedida… ¿para siempre?
Lunes 1. Día 78
Hoy me despertó a las 9:30 el maldito bastardo porque llegó el día. Se va de casa con mi amiga y habíamos quedado en que me despertaban para decirles adiós. Tras la despedida me quedé despierta, desayuné y me puse a trabajar, tenía algunas cosas que hacer.
Cuando tuve todo bajo control hice ejercicio, me duché y almorcé. Es muy raro que estos dos se fueran y quedarme con la otra chica, porque no sé… no estoy acostumbrada a esto pero me está gustando.
Tenía que terminar de hacer una lista en Spotify para mi amiga que cumple años mañana, y lo fui aplazando tanto que la terminé haciendo antes de dormir. ¡Igual quedó buenísima! Me dormí a las dos de la mañana y me llamaron mis amigas a las 5 para saludar a la cumpleañera, y nos quedamos hablando como una hora hasta que no pude más y les corté para seguir durmiendo.
Martes 2. Día 79
Obvio. Me levanté a las 12. Fue muy bueno porque me desperté con el mensaje de una amiga que me había mandado un meme muy divertido, así que empecé el día con una sonrisa. Desayuné y me puse a trabajar un poco, me cambié y me fui al supermercado, tenía que hacer una compra general de cosas porque no tenía ni para desayunar, totalmente necesario.
Cuando volví estaba la otra chica con su novia cocinando y nos sentamos a comer todas juntas y después vimos una peli.
El día no me rindió mucho por lo que me levanté tan tarde pero bueno. A la tarde tenía cosas que hacer en el centro, a eso de las 18 arranqué, por suerte pude hacer todo y a las 19:30 ya estaba desocupada.
A las 20 me juntaba con un grupo de gente que sale a correr. Cuando lo vi me pareció una buena propuesta así que me sumé. Nunca jamás en la vida corrí porque nunca me gustó, y sin embargo hice 6 kilómetros con esta gente. Está muy claro que todo el entrenamiento que hice en cuarentena está dando sus frutos, me sentó muy bien la verdad.
Miércoles 3. Día 80
Me levanté rota. Tenía mucho dolor de piernas por haber corrido ayer, así que me propuse no salir de casa en todo el día. Desayuné y me puse con la compu a buscar trabajo y presentar algunas cosas que tenía pendientes.
Almorcé calabaza al horno con pollo a la plancha, y después me puse a jugar al Age con unos amigos, en verdad no sabía jugar. Me han empezado a enseñar ellos pero me está gustando un montón, pasé toda la tarde jugando. Por la noche vimos tele con la chica de casa.
Jueves 4. Día 81
Tenía bastante trabajo que hacer y tenía que hacer todo antes de las 20 porque hoy también es día de salir a correr. Me levanté a las 11, lo cual me sorprendió porque, si bien la idea era levantarme temprano y no pasó, pero por lo menos no me levante a las 12, un aplauso para mí.
Desayuné rápido y me puse a laburar. Fue un día bastante pesado pero salió muy bien, hice todo lo que tenía que hacer y salí a juntarme con el grupo para correr.
Salí de casa con el tiempo justo y me fui a buscar una bici para llegar clavado a la hora que habíamos quedado. No pude sacar la bici porque la aplicación no me funcionaba, así que avise que no llegaba pero como ya había salido de mi casa después de dos días y vestida deportiva, me puse a caminar y a correr un poco, hice un circuito de una hora y volví a casa.
Cené y a la cama.
Viernes 6. Día 82
Me levanté tarde y tenía todo el día perfectamente planeado para aprovechar el tiempo. Terminé de desayunar y me puse un poco en la compu. Abrí el mail y me habían seleccionado para un entrevista de trabajo, tuve que correr para llegar a hacer todo, así que reorganicé todo mi día.
Hice ejercicio, me duché y almorcé lo que tenía en la heladera, miré unas cosas en la compu y salí a la entrevista. Tenía mucho miedo de que la entrevista durara mucho y no llegar a tiempo para trabajar y presentar otras cosas.
La entrevista fue muy rara porque era de esas entrevistas que buscan más bien un perfil específico entonces no sé qué tanto fruto pueda dar esto.
Volví a casa, entregué lo que tenía que entregar, tuve una charla con el maldito bastardo y arranqué a la casa de mi primo que habíamos quedado a cenar. En conclusión hice en un día mucho más que en toda la cuarentena. Literal.
Sábado 7. Día 83
Anoche me quedé a dormir en la casa de mi primo y llegué a casa como a las 12, trabajé un poco y ya nos pusimos con el almuerzo con la otra chica de casa. El menú de hoy: hamburguesas caseras. Una vez listo el almuerzo nos sentamos a comer viendo Vis a Vis, hicimos maratón porque hacía muchos días que no lo veíamos hasta que me llamaron unos amigos que se juntaban a tomar una cerveza, pero del otro lado de la ciudad, así que arranqué con un poco de prisa y llegué a las 19:30.
Fue muy divertido, a ellos no los veía desde que me fui a Londres, así que estuvimos poniéndonos al día de todo. Les conté de Londres, de Nepal y de la vuelta a Barcelona. Ellos me contaron de sus respectivos trabajos y cómo pasaron la cuarentena, estuvo bastante bien.
Domingo 8. Día 84
Me levanté a las 14 de la tarde. ¡Hoy si que me rajé durmiendo! Porque lo necesitaba, y a parte no tenía cosas para hacer, solo quería jugar al Age.
Desayuné súper liviano porque como era tarde no quería aplazar mucho la hora de almuerzo. Me llamó un amigo para decirme que ya la semana que viene empieza a trabajar, así que que nos viéramos esta semana un día para juntarnos, porque tenemos mucho para contarnos, así que hemos quedado en ir hablándonos a ver qué día coincidimos.
En eso me llega otra llamada y era de la entrevista que hice, mañana tengo que ir a hacer una prueba, me quedé loquísima con esto porque, de verdad, pensé que no iba a ser, vamos a ver cómo va.
Después de colgar me puse a hacer la comida, menú de hoy: fideos con tuco, !tremendo me quedó, de verdad! Para chuparse los dedos. A todo esto ya eran las 17 de la tarde. Tenía que hacer unas cosas de inglés, y después me puse a jugar al Age.
Bueno gente hermosa, tengo un comunicado que hacer: las crónicas de confinamiento por coronavirus se terminan. Pasamos a fase dos y ya no tiene mucho sentido esta sección. Me llevo la experiencia de haber escrito para alguien del otro lado, la satisfacción de saber que acompañé a muchas personas con mis historias, y una alegría inmensa por conocer un lado mío que no tenía muy explorado. Gracias, muchas gracias a cada uno de ustedes que están ahí leyéndome, haciéndome comentarios, gracias a esa gente que me dio un poco de ánimo en días grises, pero que también celebraron conmigo los días brillantes. No soy buena para despedirme como lo deben estar notando, pero de verdad siento un gran aprecio porque sé que están del otro lado, porque me ha llegado el apoyo y lo valoro muchísimo. Hasta la próxima. El confinamiento llegó a su fin, quizás volvamos a estar encerrados y a lo mejor vuelven las crónicas…