El ejecutivo de Ecuador ha presionado al Consejo Nacional Electoral (CNE) para que inicie una persecución a varias fuerzas políticas de la Unión por la Esperanza (UNES), la coalición con la que la izquierda ecuatoriana intentará disputar el poder en las elecciones que se celebrarán en febrero de 2021.
Pame Aguirre, parlamentaria andina sostiene que impedir a la oposición presentarse a las elecciones es un error, ya que “las debilidades de la democracia sólo se resuelven con más democracia, eso implica que todos tengamos la opción de ser elegidos y que todos tengamos la opción de elegir“.
Precisamente la abogada progresista considera que UNES “integra a todas y todos los que están excluidos en la papeleta electoral“, por lo que la censura del CNE es un doble ataque a la democracia de Ecuador, nación en la que “antes de la Unión por la Esperanza no existía una opción que agrupase a las grandes mayorías: pueblos indígenas, foro de mujeres, estudiantes, campesinos, sector rural y trabajadores“, que ahora están cerca de no poder apoyar en las urnas a la opción que todas las encuestan dan como favorita.
Pame Aguirre expresa que las opciones electorales que participan o han participado en el gobierno de Lenín Moreno han provocado un aumento de “los marginados y excluidos durante estos tres años”, los cuales “no necesitan únicamente un gobierno para ellos, sino necesitan sentarse a gobernar“.
La dirigente de la Revolución Ciudadana considera que Ecuador necesita una reconstrucción para salir “de esta agonía que vive el país”, por lo que UNES significa que se ha alcanzado la madurez política suficiente para extender la mano a todos los sectores sociales y reconstruir juntos este Ecuador agonizante que necesita volver a caminar“.