Segunda y última parte de un contenido descriptivo sobre el origen y evolución del cine en Latinoamérica. Durante la primera entrega se sentaron las bases argumentales que deben ser leídas para entender el texto que se reproduce a continuación. Para ello haga click aquí.
Con la revolución cubana en 1959 se definió la trayectoria de algunas cinematográficas, sobre todo en ese país. Se dio paso a un cine más comprometido política y socialmente. Este hecho dejó de lado ese enfoque que se le dio en los años 30 que fue más hacia la concienciación y la realidad que se vivía en ese entonces. Nelson Pereira dos Santos es uno de los mejores ejemplos, pues durante dos décadas dirigió historias socialmente interesantes.
Cabe mencionar el Encuentro de Cine Latinoamericano de 1967, que fue sumamente importante pues era la primera vez que se reunían personas influyentes del cine, viniendo de todos los países de Latinoamérica.
Ese fue el comienzo de muchos otros festivales relevantes que se siguen manteniendo en la actualidad. Todo eso fue proseguido por la inauguración de institutos inspirados en el cine y el arte en general.
El denominado “tercer cine” fue un movimiento latinoamericano surgido en los años sesenta. Este se busca diferenciar del cine hollywoodiense y europeo, hasta ese entonces tremendamente marcados.
Cabe destacar que se venía de acontecimientos impactantes como la Guerra Fría. Este movimiento buscó dar voz a la clase marginada. Nacen grandes filmes como “Las horas de los hornos” (1968) y “Ukamau” (1966), esta última siendo recordada por ser la primera película en el idioma aimara, aportando una fuerte crítica social, hablando sobre la problemática de la población indígena, y utilizando personas comunes como actores.
Efecto de las Dictaduras
La década de los setenta se puede describir como tremendamente impactante y significativa, se consolida el nuevo cine. Latinoamérica pasaba por años difíciles en países como Argentina, Brasil, y Chile, el cual sufría de grandes censuras por parte de la dictadura de Augusto Pinochet.
Debido a eso nacen obras como “La batalla de Chile” (1975-76) tres películas documentales con formato blanco y negro en las que se retrata los eventos transcurridos entre 1972 y 1973. Se puede decir que el cine fue un arma cultural, volviéndose explícitamente críticos con las dictaduras que los oprimían, luchando contra la desaprobación de los mismos.
Decae el apoyo a las producciones locales, y se privilegia la importación de las películas extranjeras, siendo Estados Unidos el principal proveedor. Muchos artistas son exiliados, la mayoría se refugian en Europa. Nacen cintas como “Llueve sobre Santiago” (1975) de Elvio Soto y “The lion has seven heads” (1970) de Glauber Rocha. Esta década fue una marca imborrable no solo a nivel socio-político, sino también cinematográfico.
En los ochenta el cine crítico y crudo llega sólo desde el exilio. El cine hollywoodense sigue imponiéndose, dejando en la sombra a las dos décadas anteriores. La televisión se populariza igual que el desencanto del público latinoamericano.
Se busca ser más estético y darle paso al realismo mágico, los cineastas recurren a la comedia y adaptaciones literarias. Se es más comercial y se intenta llegar al mayor público posible. Filmes como “La noche de los lápices” están ahí para recordarnos que algunas voces jamás podrán ser silenciadas.
Cine en la actualidad
Los noventa van más hacia la autoironía, con diálogos intertextuales y el drama. “Estación central” (1998) y “Como agua para chocolate” (1992) son un ejemplo de esto. Ya en los 2000’s se logra un equilibro entre todo lo anterior mencionado.
Filmes como “Secuestro Express” (2005) y “Ciudad de Dios” (2002) muestran (una con más humor que otra) la cruda realidad que se vivía en países como Venezuela y Brasil. Por otra parte “El secreto de sus otros” (2009) es de esas cintas que nos hace ver lo grande que se puede llegar a ser el cine latinoamericano.
En la actualidad del cine de Latinoamérica está en una etapa de transición, películas como “NO” (2012), “Tempestad” (2017) y “Roma” (2018) que abarcan temas sociales. “Zama” (2017), “Cocote” (2017), “La casa del fin de los tiempos” (2012), nos muestra la calidad y variedad cinematográfica que posee la región al sur de Hollywood.
Con el tiempo el cine en Latinoamérica seguirá adquiriendo más popularidad y regalándonos más talentos ocultos.