Unidas Podemos (UP), la izquierda alternativa española, está observando un cambio en el escenario político que no le beneficia, puesto que estrecha los márgenes de su espacio. Así lo expresó Ángel de la Cruz, el responsable de estrategia política de Izquierda Unida (IU).
Abundando en ello, el dirigente progresista sostiene que “el capital más importante de una fuerza es el posicionamiento en cada escenario político concreto. Podríamos definir el posicionamiento, de muy manera muy simplista, a partir de dos preguntas: quién eres y para qué sirves“.
Sobre el principal problema de UP, el Coordinador de la revista laU, sostiene que “es su posicionamiento en el nuevo ciclo caracterizado por el renacimiento del PSOE y la polarización entre bloques nítidamente definidos por el eje izquierda y derecha, estando este último culturalmente dirigido por la extrema derecha“.
Según de la Cruz, “todos los procesos electorales están atravesados por una disyuntiva principal: cambio o continuidad. En los primeros años de empuje popular la izquierda transformadora consiguió convertirse en el espacio del cambio, conectando con una sensibilidad constituyente amplia y diversa“, sin embargo, “en 2016 se produce un impasse y un agotamiento que se agrava paulatinamente, coincidiendo con el avance reaccionario, cultivado de manera soterrada especialmente desde 2017. En 2018 Pedro Sánchez rescata definitivamente al PSOE como fuerza preeminente de la izquierda y a finales de año irrumpe Vox en Andalucía“.
El actual presidente de España consigue recuperar la hegemonía en el espacio de la izquierda en el momento en que Podemos abandona el discurso de la “casta“, por el que equiparaba a los dos sostenes del Régimen del 78 (PP y PSOE) como protectores del mismo sistema.
A la hora de entrar en el gobierno, el espacio liderado por Podemos, UP, comenzó a tratar al partido liderado por Pedro Sánchez como un aliado, permitiendo que la credibilidad política progresista de la coalición liderada por Iglesias se compartiera con el PSOE, organización que, a juzgar por las encuestas, vuelve a ser percibida como la opción progresista frente a la derecha.
“Desde entonces, el posicionamiento al que se ve relegado UP es el de izquierda minoritaria que complementa al PSOE. No es una crítica: con honestidad reconozco que ni se me ocurrían ni se me ocurren otras alternativas. Así pues, en el actual escenario el margen es muy estrecho“, puntualiza Ángel de la Cruz.
Sin embargo, “existen, por supuesto, algunas tareas en los principales ámbitos (organizativo, social, cultural e institucional) que UP debe acometer lo más pronto posible porque, sin ser garantía de éxito electoral, son imprescindibles para un fortalecimiento del espacio“, sostiene el político.
Entre ellas expone:
- Refuerzo político-organizativo de UP, de las fuerzas que lo conforman y de la alianza de estas mediante mecanismos más democráticos y más participativas en aras de la construcción de un frente más amplio.
- Mayor vinculación con el conjunto de la sociedad civil, de los sindicatos a los movimientos sociales pasando por los espacios de socialización aparentemente apolíticos pero –como mínimo– igual de importantes.
- Construcción permanente de un proyecto político-cultural propio que en última instancia se traduzca en un proyecto de país inteligible y capaz de articular las frustraciones y los anhelos de la España plurinacional y la España vaciada.
- Refuerzo de un espacio político-institucional autónomo, diferenciado del PSOE, capaz de estrechar las alianzas lógicas de un sistema pluripartidista y, al mismo tiempo, mimar su proyecto político-programático propio y diferenciado.