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El FMI en Ecuador (II): se impone el modelo neoliberal

El Banco Mundial de Desarrollo anunció en el segundo trimestre de 2020 que el Ecuador tendrá un crecimiento del -12.4% del PIB, un decrecimiento tres veces mayor al del Feriado Bancario de -4.5% que creó la peor crisis financiera en la historia de Ecuador.

En el momento actual de severa crisis económica el gobierno de Ecuador debió de emprender una campaña de asistencia estatal de emergencia a los micro y pequeños empresarios que son los más afectados en este momento.

Sin embargo, el gobierno tomó decisiones completamente distintas a las que un gobierno responsable con su pueblo hubiera tomado, el gobierno no debió de liberalizar las tasas de interés que en este momento oscilan entre 10% a 16% una de las más altas en América.

Por el contrario, debió de obligar a la banca privada a que bajen sus tasas de interés y compeler a que ofrezcan varios productos financieros de carácter proteccionista, donde el empresario sea beneficiado y este acorde a la situación financiera que se está viviendo en este momento en Ecuador.

Las bajas tasas de interés lograrían que el empresario tenga una entrada de efectivo que puede ser utilizada para la reactivación de sus negocios por ejemplo adquiriendo insumos, pagando a sus proveedores salarios y sus impuestos, que son tan necesarios para enfrentar los gastos de estado.

Alrededor del mundo, países desarrollados como los Estados Unidos utilizan siempre para reactivar sus economías en momentos de crisis tasas de intereses bajas, por ejemplo, en este momento se mantienen tasas de interés personal y comercial entre 2.5% al 3.5% creando un ambiente propicio para la reactivación económica de las empresas y de la sociedad.

Está claro que el gobierno de Lenín Moreno en lugar de trabajar en una política de estado a favor de la reactivación económica, lo que hubiera sido más factible, después de que la economía ecuatoriana está pasando por un ciclo de contracción, ha creado una crisis autoinducida, por las malas decisiones políticas, financiera y económicas.

Tenemos evidencia y certeza que las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional al pueblo ecuatoriano son las que realmente están destruyendo nuestra economía. La historia de la intervención del FMI en países es contundente.

No hay ningún país del mundo que haya tenido éxito con el modelo neoliberalista de contracción del Estado, privatización de las empresas estatales y precarización laboral, modelo instituido como receta obligaría que todos los países que están en crisis económica y necesitan de préstamos urgentes para recuperar sus economías deben de cumplir sus requerimientos de forma obligatoria.

Los medios de comunicación hegemónicos en Ecuador publican que las condiciones del préstamo del Fondo Monetario Internacional no son importantes, que lo importante es el dinero del préstamo, cuando saben que el famoso “dinero” es el pago que recibe el gobierno por entregarles las empresas más rentables del Ecuador para beneficiar a los grandes consorcios financieros del mundo.

La consecuencia grave de estas medidas es que la ciudadanía ecuatoriana se sigue quedando en el abandono y mesaría que se agrava con cada día que pasa que está llevando a nuestra sociedad al borde del suicidio.

Este momento es el preciso para hacernos algunas preguntas en silencio, pero con veracidad. La pregunta más importante en este caso que tendríamos que hacernos nosotros los ecuatorianos es: ¿De qué manera la receta del Fondo Monetario Internacional está afectando realmente al Ecuador?, ¿sus medidas económicas nos han beneficiado? ¿Estamos saliendo del subdesarrollo?, ¿tenemos educación, vivienda, comida?, ¿tenemos trabajo? Mi respuesta a todas las preguntas es un rotundo no.

Si en este caso no es la respuesta de la mayoría de ecuatorianos, la siguiente pregunta que nos tendríamos que hacer es: ¿Hasta cuándo Ecuador, hasta cuándo vamos a permitir que nos roben la esperanza?

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