Durante la Nueva España hubo un cambio estructural social como político y jurídico que afectó directamente la vida de los indígenas que intentaban defenderse de los españoles, desafortunadamente la distancia entre la corona española y la Nueva España era un factor que desfavorecía a los indígenas y africanos en las resoluciones por medios de cartas que podían tardar hasta un año en llegar.
Para el siglo XVI, específicamente en Xochimilco tenemos que a la llegada de los españoles y como bien lo explica Gibson en el capítulo “Los pueblos” se crearon nuevas categorías de las cuales dotaron a lo que tenía cierta comparativa con lo que conocían los españoles.
Primero designaron cuatro poblaciones del valle como ciudades (Tenochtitlán, Texcoco en 1543, Xochimilco 1559 y Tacuba en 1564) continuando con ello también se habla de villas como el caso de Coyoacán y Tacubaya, y otras poblaciones de mediano tamaño eran considerados como pueblos.
Continuando con la misma línea y de acuerdo a lo que Gibson nos muestra en “Los aztecas bajo el dominio español” se introdujeron o se dieron a consideración la cabeza o cabecera (en Castilla una cabeza era la capital secular o eclesiástica de un distrito), las subdivisiones de los pueblos indígenas se llamaron barrios.
Pero para el sistema político indígena a veces no se referían específicamente a esto pues se llamó también sujetos donde las principales poblaciones indígenas estaban bajo el cargo de un tlatoani y a su vez se subdividían en calpulli que eran el grupo de familias que vivían en una localidad y esto se adjudicó a la cabecera por tanto una cabecera se identificaba por donde residía algún gobernante indígena tlatoani.
Al abordar esto, abrimos un panorama de acuerdo a lo que existía antes de la colonia y después, notando los cambios en estructura social pero también sus permanencias que veremos más adelante por parte de los caciques, las encomiendas y las relaciones que había entre estos.
Antes abordemos de manera general la estructura que compete a Xochimilco que estaba integrada por tres dinastías tlatoque, las subdivisiones eran Olac, Tepenchi y Tecpan, los xochimilcas estaban relacionados genealógico políticamente con Ocuituco, Tlayacapa, Totolapa y otros pueblos que conforman el estado que hoy conocemos como Morelos, así como la población de Chumalhuacan, Ecatzingo y Tepetlixpa esto en la parte sur de la región de Chalco.
Si miramos lo que Gibson explica podemos acotarnos a que los sujetos son una comunidad que debe por tanto tributos, servicios y obligaciones a los funcionarios de la cabecera en el calpulli que está bajo la autoridad de un tlatoani.
En este sentido tenemos que ver la cuestión de los tributos que eran pagados por parte de los indios a sus sujetos o cabeceras, para el siglo XVI tenemos probanzas hechas por parte de la nobleza indígena dirigidas al rey donde se explica cómo es que se dan este reparto de tierras pues el conflicto central es la cuestión del tributo real que no se quiere pagar y que por ello se le explica cómo es que el tributo real se paga dónde están los bienes.
Ahora bien, no todos los hijos que pertenecían a la nobleza tomaron el cargo de caciques, pero era necesario probar que pertenecían a esta para seguir conservando sus tierras y posesiones, así como una diferencia de los maceguales.
Para ejemplificar mejor tenemos algunas de las probanzas que se hicieron durante el siglo XVI de Pérez-Rocha Emma, Tena Rafael, Probanza en favor de don Antonio Cortés Totoquihuaztli y del pueblo de Tlacopan: en español, México, 1565 – 1566 en “La nobleza indígena del Centro de México después de la conquista” (por obvias razones sólo citaremos fragmentos del documento ya que es extenso y respetando la gramática de la época).
“Muy poderosos señores:
Como leal vasallo que e sido y soi de su Magestad tengo siempre de dar quenta de lo que al servicio de su Magestad convenga y pedir mercedes en lo que se me ofreciere. Esta ciudad de Tacuba fue una de las tres cabeceras deste Nuevo Mundo y lo es. […]
Gozan de tributo tres hijos nacidos y criados en esta tyerra y de muger natural della. Ymporta mucho el servicio de su Magestad y Autoridad de la Real Audiencia que en ella reside ponerla en la corona de su Magestad, comutando los tributos en otra parte convenientes”.
La carta nos muestra que don Antonio de Cortés es cacique y gobernador de Tacuba y se reconoce como una de las tres principales cabeceras de la Nueva España (México gobernada por Moctezuma, la de Tacuba Totoquihuazin, padre legítimo según es del dicho don Antonio Cortés y la cabecera de Tescuco Cacamazin, al cual sucedió Coanacozin).
Para que dicha probanza fuera en favor se debía proceder a un interrogatorio que demostraba que conocían de las cabeceras y del dicho don Antonio Cortés cacique y gobernador, esto por parte de los testigos que generalmente son indios principales. Lo mismo ocurre con la Probanza de don Gabriel Totoquihuaztli y de don Pedro de Moteuczoma Tlacahuepantli: en español, México, 4 de diciembre 1539.
Un interrogatorio a indios principales para que estos hablen en favor, y como ya se apuntó no todos fueron caciques pues unos sólo piden mercedes al rey para que puedan continuar sin pagos de tributo o para mantenerse a ellos y sus hijos. Como es el caso de Pedro de Moteuczoma Tlacahuepantli y que fue en favor de don Pedro pues el rey Felipe II en su contestación le concede las mercedes.
En general muchos de los cargos políticos que hoy conocemos son herencia directa de cómo es que se manejaba en España, sin embargo, también hubo figuras heredas de la época prehispánica que también sirvieron para aminorar o permanecer con los cargos de poder que se tenían entre la nobleza indígena.
Para muchos el hecho de pertenecer a la nobleza indígena los favoreció, dejando de pagar tributo, salvándose del trabajo y de las vejaciones a las que los indígenas y africanos que no gozaban con esta condición de poder fueron forzados.