Federico Ruiz Tirado es un escritor y editor, fundó Misión Verdad en 2012 junto a Jesús Ernesto Parra y otros escritores y periodistas, portal concebido por él y el Comandante Chávez durante la convalescencia del entonces Presidente.
Renunciando a ella, se ha dedicado a su obra: ha publicado “La patria está en otra parte”, “El rostro del fascismo en Venezuela”, “4F: un puñado de pájaros contra la gran costumbre”, “Un día para Siempre”, “Días de Aluvión”, publicaciones analíticas y dedicadas a la Revolución Bolivariana.
Amigo de la infancia de Hugo Chávez, poeta y articulista en diversos medios nacionales e internacionales, también ha desempeñado cargos diplomáticos en Argentina y Francia.
A causa de su visión política, de análisis certero y crítica constructiva, hemos querido hablar con él para conocer sus impresiones sobre la reunión entre el presidente de España, Pedro Sánchez, y el político preso, fugado de la justicia venezolana Leopoldo López.
Pedro Sánchez es presidente de un gobierno progresista, ¿la reunión buscaba limpiar la imagen de Leopoldo López?
Leopoldo López es fundador de Primero Justicia y ahora dirigente de Voluntad Popular. Dos organizaciones fascistas que alentaron y organizaron las guarimbas, que conllevaron la muerte y asesinato de ciudadanos pertenecientes a las clases populares y actos propios de una conducta fascista sin precedentes en América Latina, como fue la quema de animales, montañas pobladas de árboles, algunos en extinción y otras acciones ecocidas. A Orlando Figuera lo quemaron vivo y en público, sólo por “parecer” chavista. Y así, a otras personas en la calle.
Pedro Sánchez es el líder del PSOE, una organización que sostiene el Régimen del 78 nacido siguiendo la voluntad del dictador Francisco Franco, emblema del fascismo en el planeta. El propio Sánchez, durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó los recortes neoliberales con los que el gobierno español afrontó la crisis capitalista iniciada en 2008. Redactó el cambio constitucional del artículo 135 por el que se anulaba el gasto social en favor de la deuda privada y favoreció a los bancos antes que los derechos de la mayoría social.
Leopoldo López ha sido blanqueado por los medios de comunicación, y Pedro Sánchez está revestido con un manto progresista a causa de su alianza con Unidas Podemos. Pero ninguno son de izquierdas, por supuesto.
El relato impuesto por la oligarquía ha desplazado los términos de la realidad objetiva hasta llegar al punto en el que Nicolás Maduro parece un dictador fascista cuando se encuentra dialogando con la oposición, y aceptando sus exigencias para organizar el proceso electoral legislativo al que ha invitado a observar a instituciones como la Unión Europea y la ONU.
Sin embargo, el autor intelectual de las guarimbas, y el líder de un ejecutivo que no tiene problemas para relacionarse con dictaduras árabes, con Estados que practican el terrorismo como Colombia e Israel, son progresistas impolutos.
La reunión sucedió porque el PSOE es aliado internacional de EEUU, recordemos el Caso Couso revelado por Wikileaks, y de la oposición de Venezuela -su hermano político es el partido opositor Acción Democrática-, y debe responder ante sus amigos. Pero no se produjo en La Moncloa por la presión de la izquierda alternativa que es Unidas Podemos, su socio de Gobierno.
Sin embargo eso importa poco, la foto entre el presidente y el prófugo López ya está hecha, con todas las implicaciones mediáticas, políticas y sociales que eso implica: la perpetuación de la crisis que provocan las sanciones y paga el pueblo al no ser reconocidas las elecciones del 6D, objetivo confeso de Leopoldo López.
Recordemos, además, que López y Juan Guaidó son harina del mismo costal: saqueadores de las riquezas de Venezuela y peones del gran capital internacional.
Es hora de que los sectores republicanos y de izquierda, tanto en España como en la UE, repudien a ese huésped indeseable y peligroso en la España que ha luchado por la libertad y ha sido cuna de poetas universales como los hermanos Machado, Alberti, Rosa Chacel, Lorca, Miguel Hernández, Gloria Fuerte.