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Moción de censura (II): la de menos apoyos de toda la historia española

Criticados incluso por sus socios de Gobierno en Andalucía y Madrid, Partido Popular y Ciudadanos, Vox ha quedado tocado y hundido. La reacción de Ciudadanos no se corresponde con un partido que gobierna junto a Vox en distintas comunidades.

Su líder, Inés Arrimadas, puntualiza en su intervención de las 18:23 las necesidades actuales de España, que no son otras que salvar vidas y empleos y acabar con la crispación en la que asegura que “Vox parece sentirse cómodo”. A las 20:06, Gabriel Rufián pone el punto sobre la “i” y pide a los ciudadanos que no cometan el error de pensar que todos los políticos son iguales.

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A las 10:37 del jueves llegó el momento más esperado: la intervención de Pablo Casado, líder del PP. Lo realmente sorprendente de esta moción no es que el PP haya votado que no, sino el duro discurso con el que lo ha hecho. Vox ha lanzado su ataque y ellos han respondido.

Su líder, Casado, ha calificado el acto como una absoluta pérdida de tiempo, afirmando que Abascal no tiene capacidad para presidir España y que “sus únicas aportaciones han sido Vista Alegre y un autobús descapotable”. “Si este Gobierno amenaza a España y si Vox garantiza la continuidad de este gobierno entonces, la conclusión es clara: o Vox o España”, señaló.

Auto posiciona a su partido como la única oposición real y acusa a la formación de ultraderecha de polarizar la sociedad española. Así, el líder del PP ha roto su silencio ante las continuas provocaciones de Abascal. Pero no solo se ha dirigido a Vox, sino también al Gobierno.

Ha criticado su labor frente a la pandemia: “Hoy se censura usted a sí mismo. Ha puesto a los españoles a manos de Sánchez. Es el peor presidente de los últimos 40 años. Sí, de los últimos 40 años. Es el que peor está gestionando la pandemia”. Lo ha calificado también como el Gobierno del fracaso y el atraso.

“Nosotros defendemos una España unida y diversa. Uno de ustedes no la quiere unida. El otro no la quiere diversa (…) No nos separen, no nos confronten”, le recriminó. Incluso se atrevió a hacer vaticinios futuros: “Somos esa España sensata y moderada que una vez volverá a representar a este país cuando los españoles vuelvan a votar”, concluyó su intervención.

El siguiente turno corresponde a Pablo Iglesias, que no discrepó con los argumentos de Sánchez sobre el objetivo de la moción, pues ratifica que se trata de una pugna por el podio de la oposición, y aplaude el discurso de Pablo Casado, al que le recrimina que, sin embargo, esas palabras llegan tarde. Recordó además que “La bandera más hermosa es el uniforme de los profesionales sanitarios”.

Para finalizar, a las 13:11 subió a la tribuna Pedro Sánchez. Defiende que Abascal no tiene una alternativa real que ofrecer además de sus insultos, pues su programa solamente se basa en “poner coto a la opresión feminista, plantar cara a los ecologistas y su dictadura, cerrar todos aquellos medios de comunicación que le disgustan, ilegalizar a todos aquellos partidos políticos que le incomodan y acabar de raíz con las autonomías”.

Además, en un intento de rebajar la tensión, acercó posturas con el PP y le ofreció pactar en cuanto a la renovación del poder judicial: “Le anuncio que detenemos el reloj de la reforma del Consejo General del Poder Judicial para llegar a un acuerdo con ustedes”. Finaliza dirigiéndose de nuevo a la formación ultraderechista, con un mensaje conciso y directo: “Pero hoy no convencerán, ni vencerán”.

Pedro Sánchez sale reforzado, pues esta ha sido la moción de censura con más respaldo al Gobierno de la historia de nuestro país, mostrando además que no existe una mayoría alternativa. A ciencia cierta, no se sabe quién de los dos, además Sánchez, se ha beneficiado de esta moción.

Por un lado, el PP pone distancia para tratar de hacerse con los votos del centro derecha, por lo que podría recuperar el voto de aquellos votantes que no estaban de acuerdo con pactar con Vox. Algunos insisten en que el PP ganará las próximas elecciones.

Por otro lado, se piensa que el PP perderá apoyos porque quieren ocupar un espacio más centrista, en el que ya se encuentra Ciudadanos, por lo que los votantes más derechistas verán en Vox la única oposición real.

También están aquellos que creen que el discurso de Casado ha sido una falsedad más de su estrategia, pues para que haya una ruptura real “PP y Ciudadanos tienen que romper sus acuerdos de Gobierno en la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, en la Región de Murcia y en Andalucía”, según declaró Pablo Fernández, portavoz de Unidas Podemos en Castilla y León.