Los informes oficiales y no oficiales económicos sobre el futuro de Ecuador son muy preocupantes, con una caída del PIB superior al 11 por ciento se prevee un escenario mayor en gravedad al llamado “feriado bancario” .
Por otra parte, la gestión del COVID-19 está siendo una burla a la ciudadanía. Se reconocen oficialmente fallecimientos por encima de los 12.000, pero si se hace un conteo comparativo de las muertes sucedidas en iguales periodos de tiempos en años anteriores, la cifra real sería de unos 34.000 fallecidos aproximadamente. Un dato cuantitativamente terrible.
El ministro de Sanidad asegura que el personal médico que se ha contagiado no lo ha hecho en hospitales o centros sanitarios, lo que es una auténtica burla y ofensa.
En otro orden, el CNE asegura que por falta de presupuesto se eliminaría el conteo rápido, lo que es altamente sospechoso.
Ante ese panorama, que es desolador, los ecuatorianos deberán apostar por una fórmula que dio resultado, que encabeza Andrés Arauz y Carlos Rabascal (UNES, Lista 1 Centro Democrático). Son dos personas de plena confianza de Rafael Correa, y que aplicarían las políticas que implantó la Revolución Ciudadana, y que se ha de reconocer dieron resultado y aceptación en el pueblo ecuatoriano.
O también pueden votar a la coalición de la derecha que configuran PSC y CREO con su binomio Guillermo Lasso y Alfonso Borrero. Los cuales tienen como triste balance el haber sido los grandes beneficiados del feriado bancario. El banco de Guillermo Lasso presenta unos beneficios bancarios en estos últimos meses enormes. Totalmente ofensivos e indecentes con la que está cayendo.
Estos son los dos modelos: uno resultadista y de agrado del pueblo, que representa la herencia del correísmo; y otro que representa la usura bancaria y los que han apoyado a Lenín Moreno que ha destrozado el país y su dignidad.
¿Qué votará el pueblo? Yo lo tengo claro: prefiero un voto a la esperanza que representa UNES que un recuerdo de la desesperanza que representa Guillermo Lasso.
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