Hoy en día, la modernidad en América Latina se ha visto desde un modelo impuesto, desechando la posibilidad de atribuir una sensación de bienestar de épocas pasadas e incluso prehispánicas.
Estos nuevos discursos de libertad, fueron muy bien aceptados por parte de las clases altas y de alguna manera también por parte de las demás clases sociales porque fueron ideas que llegaron para quedarse.
La modernidad ha sido sólo un contenedor de conceptos como democracia, Estado, soberanía, Capitalismo, etc. que se atañen a un “orden” social, es decir, se encuentran bajo una simple estrategia bien vendida en la cual se presenta a la modernidad como algo novedoso, “lo mejor” y que además funciona; la receta ya estaba hecha pero Europa simplemente la vendió a países en vías de desarrollo y estos emprendieron la marcha hacia la abstracción de lo que entendían por modernidad.
La modernidad no nos ha hecho ni medianamente “libres”, al contrario va encapsulando e individualizando cada sentimiento que podría apegarse a lo colectivo, recordemos que para que un Estado se consolide tienen que mantener a una sociedad más o menos sana y con la suficiente fuerza de subsistencia para regresar al trabajo.
Y al mismo tiempo el mercado necesita una sociedad “que busque la felicidad”, pues en ese estado es cuando más se compran cosas y se vuelve un círculo vicioso por un “placer efímero” como bien lo dice K. Marx; al parecer nos estamos alejando de aquello por lo que se luchaba utópicamente en un principio.
Hay que entender cómo opera esta gran maquinaria del Capitalismo, primero las revoluciones posteriores a la Revolución Francesa sirvieron de ejemplo para las demás, y se llevarían como uno de los modelos fundamentales para consolidarse.
Sí pensamos que lo moderno es un éxito es porque efectivamente, el sistema Capitalista lo ha logrado, hoy en día es el momento en que menos certezas hay del futuro, por lo menos en el siglo pasado se tenía una noción de hacia donde iban las cosas ahora no se tiene una buena idea de lo que sigue.
Modernidad es toda la escala de grises de una sociedad que intenta querer ser ese concepto “novedoso”, está presente desde nuestra concepción del tiempo, generando incomodidad cuando descansar es igual a “no hacer nada”, y por tanto significa en el sistema “no producir al mercado”, pero hagamos una revisión previa antes de terminar de lleno con esta idea. Attali, Jacques nos plantea la idea abstracta de la medición del tiempo, se inicia con las actividades cotidianas para después especificar la medición del tiempo por productividad.
La nueva pedagogía del tiempo era no mal gastarlo, se vuelve en un valor político y económico en el que eliminó el tiempo antiguo y lo cambio por uno nuevo, en el que cambia la medición de la ociosidad, llevada a un sentido mercantilista en el cual el ocio tiene que estar restringido, claro se tiene que tener un espacio para ello, en un tiempo mucho más reducido para luego seguir trabajando, pues se trata de una nueva pedagogía para evitar “malgastar” el tiempo.
El ocio no es necesariamente tiempo perdido pues trae beneficios a los empresarios. Como lo fue explicado en su momento el Capitalismo nunca pierde pues mientras creemos que sólo consultamos las redes sociales por cada clic hay una ganancia, todo depende del tiempo, los gustos y cuánta interacción haya con las diversas aplicaciones o redes que nos ofrece internet, pensamos que no hacemos nada pero realmente ese tiempo de ocio es ganancia; cuando se está aburrido se busca disipar esta sensación comprando y al final el dinero ganado de un salario vuelve al mercado.
Cualquiera diría que el modelo neoliberal democrático funciona pero eso sólo lo dicen los clase medieros que creen que viven bien; pero seamos realistas las cosas no están funcionando; se está saliendo de las manos el modelo Capitalista en la democracia pues está en constante contradicción, los derechos básicos de la sociedad están siendo violados y el modelo capitalista absorbe a su vez los salarios muy mal pagados (a salarios bajos, mayor ganancias para los empresarios lo que Marx llama Plusvalía), y la única vía para subsistir sin que el Estado te quite impuestos es el trabajo informal; hay deficiencias lo vemos a diario y aunque hay avances tecnológicos sirven sólo para grandes élites, no están a la mano de nadie más.
Hoy en día nos vemos rebasados por un modelo que realmente no funciona para todos de la misma manera, los países en vías de desarrollo optan por la migración hacia nuevas oportunidades de trabajo, y a su vez los países desarrollados se llevan a los profesionales de los países en vías de desarrollo y quienes trabajaran para ellos en alguna compañía multinacional; mostrando un mundo de oportunidades de color rosa dejando como consecuencia un país sin profesionales que difícilmente ve la opción de volver a su lugar de origen.
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