Ecuador: 5 claves que explican el fenómeno político Arauz-Rabascall
El binomio de la izquierda que quiere romper con el sistema neoliberal impuesto por Lenín Moreno, no deja de crecer en las encuestas, alcanzando ya la posibilidad de vencer en primera vuelta.
Ecuador entra en la recta final hacia las elecciones de febrero de 2021, cuando se enfrentarán dos modelos políticos y económicos entre los cuales se ha debatido esta nación suramericana con mayor intensidad durante las dos primeras décadas del siglo XXI.
A propósito de la nueva encrucijada surgen cinco claves para comprender el creciente apoyo al binomio Arauz-Rabascall, que representa a la Unión por la Esperanza UNES), organización vinculada al expresidente Rafael Correa.
El viraje de Lenín Moreno
El actual presidente de Ecuador llegó al poder en 2017 de la mano de su antecesor Rafael Correa luego de haber sido su Vicepresidente durante dos periodos de mandato.
Una vez asumió las riendas de Ecuador, Lenín Moreno se apartó de las posturas socialistas de Correa, aliándose con el Fondo Monetario Internacional y con los grupos empresariales que contradijeron las medidas de democratización del sector productivo y finalmente, se apuntó nuevamente con todos los organismos multilaterales del llamado “Consenso de Washington”.
Frenando en consecuencia todos los indicadores internacionales que mostraban avances en materia política y económica que favorecían la multiplicación de empleos dignos y la redistribución de la riqueza en el Ecuador.
En resumen, el gobierno de Lenín Moreno ha creado condiciones muy parecidas a las del Ecuador del año 2000, cuando millones de sus ciudadanos salieron de ese país buscando mejores condiciones de vida.
Neoliberalismo vs. Socialismo
Acción limitada del Estado a favor del rentismo petrolero, altos niveles de desempleo y desigualdad, un producto interno bruto (PIB) de 19 mil millones de dólares era la realidad de Ecuador en el año 2000. Periodo cumbre del neoliberalismo en ese país.
Con Rafael Correa el PIB llegó a más de 90 mil millones de dólares, y la tasa de empleo formal alcanzó niveles de más de 60%, entre otros factores, fueron las consecuencias de las políticas económicas que desde el Estado ecuatoriano se aplicaron.
En contradicción con el reduccionismo del FMI, estas acciones enmarcadas en el llamado Socialismo del s XXI, reactivaron el sector productivo y económico del Ecuador, ofreciendo las condiciones para el retorno de cientos de miles de ciudadanos que emigraron a finales del siglo XX y principios del siglo XXI antes de la llegada de la denominada “Revolución Ciudadana”.
Durante el gobierno de Lenín Moreno, el PIB de Ecuador se ha mantenido, sin embargo, la deuda que este gobierno ha venido creando ya compromete más del 60% de ese Producto Interno Bruto, y los niveles de empleo formal se han derrumbado en un 30%, adicionalmente, la pandemia de la COVID-19 ha disparado el desempleo, el empleo formal y en general la capacidad de recuperación de la economía ecuatoriana.
Manejo de la pandemia del COVID-19
La llegada del virus del SARS-COV2 impactó a Ecuador y ha dejado hasta el momento más de 11 mil fallecidos según estadísticas oficiales, el manejo de esta crisis por parte del gobierno ecuatoriano liderado por Lenín Moreno, ha sido cuestionado por la alta tasa de mortalidad y la poca capacidad del sistema sanitario ecuatoriano tanto en la asertividad de la atención a los enfermos como en el apoyo a las familias de los pacientes fallecidos.
En abril de 2020 imágenes de cadáveres en las calles de Guayaquil, una de las ciudades más grandes de Ecuador, sacudieron las redes sociales y esto no ha favorecido al actual mandatario ante la opinión pública que ya revelan niveles de aprobación muy bajos, ya que 8 de cada 10 ecuatorianos opina que el gobierno tiene una gestión “mala” o “muy mala”.
Octubre de 2019
El anuncio de reducción del subsidio en el combustible en Ecuador realizado por Lenín Moreno desencadenó una ola de protestas que trajo consigo un saldo de 10 personas fallecidas y más de 1300 personas heridas, ello como consecuencia de la represión ejercida por el Estado ecuatoriano en contra de estos movimientos.
El uso de gas lacrimógeno a muy corta distancia, y feroces palizas contra manifestantes son algunos de los abusos del gobierno de Lenín Moreno mostrados por la prensa que acudió a las protestas.
Rafael Correa
La llamada “Década Ganada”, dejó sembrada en Ecuador la certeza de que una economía regida por una lógica antineoliberal favorecía a la lamyoría social. Correa entregó su gobierno en 2017 con un más de un 50% de popularidad.
En la actualidad, la figura de Rafael Correa mantiene su peso en la opinión pública ecuatoriana y su apoyo al binomio Arauz-Rabascall es contundente y sostenido, ello favorece la propuesta de esta opción política que enarbola las banderas de la esperanza basada en la prosperidad que la población recuerda de la década del correísmo en gobierno.