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Integración y apuesta por lo público, las primeras medidas de la democracia boliviana

Tras la restauración de la democracia en Bolivia, el presidente Luis Arce ha hecho una apuesta por la integración suramericana y el rechazo del neoliberalismo.

El mandato de Luis Arce en Bolivia apenas llega a los dos meses. Sin embargo se puede realizar un balance que involucra una serie de medidas que dan al traste con la agenda neoliberal que Jeanine Áñez aplicó tras su golpe de estado contra el entonces presidente Evo Morales.

El regreso de la democracia, tras una interrupción tan violenta como la acontecida en ese país suramericano, implica la necesidad de implementar medidas urgentes desde los primeros momentos en que la institucionalidad es restablecida mediante las urnas.

Los golpistas estaban representados por los sectores más radicales de la derecha boliviana, fascistas que no solo reprimieron violentamente a la población que salió a las calles para exigir el respeto a los votos, sino que comenzaron una serie de políticas neoliberales rechazadas previamente por la mayoría social.

Integración Suramericana

Atendiendo a la integración dentro del paradigma de la complementación económica social y productiva entre los países que luchan contra el neoliberalismo y el imperialismo, Luis Arce oficializó el retorno del Estado Plurinacional de Bolivia al Alba-TCP, mecanismo de integración del cual formó parte activa desde el año 2006 hasta el 2019 cuando se produjo el golpe de estado contra Evo Morales.

De igual forma, el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Rogelio Mayta, participó en la 57 Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común del Sur para reiterar la intención de Bolivia de participar en este mercado común, cuya incorporación total está cerca de producirse luego de culminada la ratificación de su adhesión como miembro.

Reversión de la privatización

Bolivia tiene un importante aparato industrial que se desarrolla vertiginosamente desde la llegada de Evo Morales al poder, acudiendo a medidas de impulso de las exportaciones y de la producción nacional en todos los niveles.

En el caso del sector del gas, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) empresa nacionalizada por Evo Morales en el año 2006 se mantienen las labores de exploración y producción, logrando el descubrimiento de nuevos yacimientos de gas como es el caso del Pozo Boicobo Sur-x1 anunciado por Luis Arce en diciembre de 2020.

Dentro de los planes de reimpulso de YPFB, el Gobierno de Luis Arce se propone la reactivación de la Planta de producción de Urea de Bulo Bulo-Cochabamba, la cual se paralizó durante el año de gobierno de Jeanine Áñez y dejó pérdidas por el orden de los 200 millones de dólares.

Por otra parte, Luis Arce anunció el aporte de capital por un orden de 37,4 millones de bolivianos para la reactivación de la Aerolínea Estatal Boliviana de Aviación, empresa estatal que resultó quebrada y desprestigiada en la gestión del golpismo.

Rechazo al neoliberalismo

Como parte de la suspensión del conjunto de medidas neoliberales implementadas por el anterior gobierno, Luis Arce ordenó la creación de un fideicomiso de 132 millones de dólares para el sector productivo boliviano.

La participación en este fondo involucra el acceso a créditos con plazo de pago hasta de 15 años a 0.5% de interés anual, dicha iniciativa, servirá para que los empresarios de esa nación suramericana ingresen a una etapa de sustitución de importaciones.

Del mismo modo, Luis Arce  aseguró el abastecimiento interno de alimentos, recuperó la recaudación de impuestos y normalizó el intercambio comercial del trigo con Argentina mediante la derogación de 7 decretos (N° 4272, 4198, 4211, 4298, 4139, 4181 y 4339) aprobados durante el mandato de Jeanine Áñez a través de los cuales se liberaban las exportaciones, y se reducía la recaudación tributaria en concordancia con una agenda neoliberal contraria a los intereses de la nación boliviana.