Recuerdo cuando un tuitero me comentó que las diferentes Xbox son las “consolas del pueblo“. Me sorprendió la afirmación porque nunca había considerado que ninguna de las grandes empresas de un sector totalmente privado, tuvieran ningún interés en las personas con pocos recursos económicos.
Sin embargo, ahora estoy de acuerdo con él. El jefe de la división de Xbox de Microsoft, Phil Spencer, llamado por la comunidad “Tito Phil” de manera cariñosa, ha sabido conjugar una visión social con la máxima de la economía capitalista: maximizar beneficios.
Claro, Microsoft, con su potencia económica se puede permitir inversiones a largo plazo. Puede perder dinero al principio. No quito mérito a las propuestas, sin embargo sigue siendo una empresa privada que busca conseguir dinero. Y cuanto más mejor.
La prensa especializada, sobre todo la española, realiza una oposición frontal a Microsoft. Muchos explican la postura anti xbox en base a la presentación de Xbox One, pero Phil Spencer llegó para cambiarlo todo, no hay más justificación que el odio para sostener esa posición contraria a Xbox si ya no están las políticas que el antecesor de Spencer, Don Mattrick, intentó imponer.
La mayoría de medios de comunicación tienen un sesgo en favor de Sony (la empresa fabricante de la PlayStation) bastante evidente. El mismo ha sido mostrado con el penúltimo anuncio de Lucasfilm Games: un nuevo videojuego basado en la franquicia de Indiana Jones está siendo desarrollado por Machine Games.
Machine es un estudio que está en pleno proceso -al final del mismo- de compra por parte Microsoft, que anunció la adquisición de Zenimax (un conglomerado de varios estudios desarrolladores muy importantes, entre los que se encuentra Machine Games) el año pasado.
Una de las estrategias de Microsoft que dan la razón a aquel tuitero que sostenía que Xbox era la consola del pueblo, es el GamePass. Para resumir, es el sueño hecho realidad de los videojugadores. Por una cuota de 13 euros al mes se dispone, actualmente, acceso a más de 200 juegos. Muchos de los cuales son Triple A (alto presupuesto). También acceso al juego online.
Todas las IP de Microsoft están de manera permanente y sus nuevas entregas llegan a GamePass el día de lanzamiento, sin coste adicional. Muchos juegos de otras compañías también lo hacen, próximamente será el juego de terror The Medium.
Hubiera dado cualquier cosa por tener ese servicio cuando, hace ya algunos lustros, mis padres ponían el grito en el cielo al ver lo que costaba el Final Fantasy IX -y cualquier otro videojuego- de salida. Recuerdos al glorioso “chip“.
En fin, que esa iniciativa que pone a disposición de los jugadores infinidad de títulos a un precio de risa, es un enemigo a abatir para la prensa especializada, que contamina con medias verdades, imprecisiones y silencios todo lo que tiene que ver con ello. De hecho, una parte de la comunidad de gamers lo califica despectivamente como “pobrepass“.
La mayoría no sabe de su existencia, y si la conocen piensan que solo hay juegos indies (de bajo presupuesto), que los juegos grandes están tan poco tiempo que no da tiempo a jugarlos, que los exclusivos también abandonan el GamePass. Ni siquiera saben que los juegos que están en el servicio se pueden comprar -con descuento además-.
Este ataque, lleva a que, cuando se anuncia el nuevo Indiana Jones a cargo de un estudio de Microsoft, lo primero que digan es que no está asegurado que sea exclusivo de Microsoft. Esto supone una estrategia perversa para manipular a los gamers para que no dejen de comprar la PS5, cometiendo una irresponsabilidad al provocar que muchos compren la máquina de Sony pensando que podrán jugar a ese título en ella, cuando hasta ahora ninguna fuente oficial lo ha confirmado.
Por otro lado, también es grave que el titular, que la principal información, no sea que el nuevo Indiana Jones estará disponible en el GamePass su día de lanzamiento, sin coste adicional. Eso es lo noticioso por lo rupturista de la propuesta, que permite a jugadores sin muchos recursos económicos jugar desde el día de su salida, a un titulazo Triple A que en la competencia, de publicarse en ella, costaría 80 euros y saldría tiempo más tarde.
Ocultar la realidad parece ser la misión de esos medios de comunicación, y de paso impulsar la guerra de consolas que genera odio entre los poseedores de una y otra máquina. A poco que se conozcan las reglas del mercado, se sabe que nadie paga 7500 millones de dólares para que el bien adquirido salga en la competencia.
Microsoft quiere que su servicio GamePass llegue a todos los lugares posibles, y han comprado a Bethesda para conseguirlo, si sus juegos salen en otras plataformas, se pierde el valor añadido que buscan tener.
No se sabe si este título lleva en desarrollo tanto tiempo que ya tiene firmado un acuerdo para que salga en otras consolas, lo que sí se sabe es que saldrá en Xbox Series X|S el día uno sin coste adicional. Por cierto, son las dos consolas más potentes del mercado, y la versión S cuesta 299 euros.
Al final el tuitero tenía razón.