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Los modelos de las dos izquierdas en América Latina: México y Bolivia

El gobierno mexicano de AMLO apuesta por el progresismo, mientras que el ejecutivo de Luis Arce apuesta por el socialismo.

Gobernar para las mayorías es el gran desafío. El progresismo en América Latina asumió el poder en México por primera vez en su historia reciente con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y en Bolivia retornó al poder por la vía electoral el Movimiento al Socialismo (MAS) con Luis Arce Catacora como candidato, artífice del llamado milagro económico de Bolivia.

El reto para la izquierda en el gobierno de México comenzó a finales del 2018. Durante dos años ha realizado importantes transformaciones en las áreas social y económica, sin embargo está lidiando con los estragos de la crisis generada por la bajada en los precios del petróleo y la pandemia de la COVID-19.

En Bolivia, Luis Arce tiene tres meses en los cuales ha enfrentado los embates económicos y sociales de la pandemia, y las consecuencias de las decisiones tomadas durante la dictadura de Jeanine Áñez, que implican retrocesos en los niveles de empleo, y en los ingresos que percibe tanto el Estado boliviano como los ciudadanos de ese país.

AMLO: Keynesianismo, austeridad y lucha contra la corrupción

La “generación de crecimiento por demanda”, es una constante en las propuestas económicas del progresismo en Latinoamérica. En tal sentido, López Obrador comenzó una cruzada por aumentar la inversión social a través de diversas ayudas para incentivar el consumo de la población mexicana.

El mandatario mexicano creó una serie de programas sociales para atención a la población vulnerable que incluyen pensiones para adultos mayores y personas con discapacidad, aporte financiero directo para guardería, y entre otros la Beca Benito Juárez, que constituye un aporte económico mensual a los estudiantes de educación media y superior.

Buscando también el fortalecimiento de la demanda, López Obrador optó por la creación de empleos en dos áreas, la agrícola rural a través del programa Sembrando Vidas, y promoviendo la recuperación de Petróleos de México (PEMEX), industria debilitada por la corrupción, un flagelo que cruza al Estado mexicano en general.

AMLO apostó a la austeridad como un mecanismo para combatir la corrupción, al igual que lo hiciera Evo Morales en el comienzo de su mandato en Bolivia, López Obrador decretó la reducción de los salarios de los altos funcionarios del gobierno

Entre las principales medidas de austeridad, está la de la cancelación de la construcción del nuevo aeropuerto para México, una obra que costaría más de 18 mil millones de dólares, y que inició en el gobierno de Peña Nieto.

López Obrador acudió al respaldo de la población y realizó una consulta pública que respaldó dicha decisión. La obra del nuevo aeropuerto tenía un avance del 30%.

Por otra parte López Obrador ordenó congelar los fondos para instituciones dedicadas al cuidado de niños, con la intención de una ayuda directa a los padres de familia, y sobre la base de un diagnóstico efectuado por el gobierno de Peña Nieto que descalificaba estos entes.

Sin embargo, el impacto de esta decisión no está totalmente claro, y ha bajado el número de beneficiarios en comparación con la antigua modalidad a la cual López Obrador consideraba como proclive a actos de corrupción.

López Obrador y el retorno de la Doctrina Estrada

La izquierda en México llegó al poder en un momento complejo para la izquierda latinoamericana, luego de consumarse el viraje de Lenín Moreno en Ecuador, la gestación del golpe de estado en Bolivia, y la profundización de las sanciones contra Venezuela con las contradicciones que precedieron a la autojuramentación de Juan Guaidó.

En el ámbito diplomático AMLO rescato la llamada “Doctrina Estrada”, que promueve la autodeterminación de los pueblos y la no injerencia en asuntos internos de otros países, a tal efecto, con respecto al reconocimiento a gobiernos como el de Venezuela, AMLO no dudó en reconocer a Nicolás Maduro, alejándose de la postura injerencista del Grupo de Lima.

Por otra parte, AMLO mantuvo una dinámica relación con Donald Trump y no ha manifestado ninguna voluntad de romper con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, lo que insinúa una fuerte contradicción entre la doctrina Estrada que se contrapone al proyecto injerencista que EEUU mantiene para Latinoamérica.

El manejo de la Pandemia en México

México se ubica entre los 4 primeros países más afectados por la COVID-19 con más de dos millones de infectados, 194 mil fallecidos y una media de más de 5 mil casos por día.

El panorama revela una gestión regular del brote, que incluye respuestas tardías, poca prevención y concentración actual en la adquisición de la vacuna, sin atender con la profundidad requerida la dimensión preventiva del manejo de la pandemia.

Luis Arce y el retorno al camino abandonado por el golpismo

El pasado año 2019 fue un año para Bolivia marcado por el golpismo que dio al traste con los avances económicos, políticos y sociales que ese país había logrado durante el gobierno de Evo Morales y el MAS.

Para retornar al camino se requerían medidas drásticas como la distribución de ayudas sociales como el “bono de hambre”, para incrementar la capacidad adquisitiva y la demanda del pueblo boliviano, al igual que la derogación de impuestos regresivos, la recuperación de las empresas nacionalizadas y el rescate de proyectos estratégicos como el de la explotación del litio.

Claras intenciones de desmontar el neoliberalismo en Bolivia

Con un solo 4 meses de gobierno, Luis Arce avanzó en el desmontaje de todo el andamiaje jurídico y político neoliberal armado por Jeanine Áñez como dictadora de Bolivia.

La promulgación de leyes como la del impuesto a las grandes fortunas, que exige tributos a los 152 más ricos de Bolivia, y la Ley de Reintegro en efectivo del Impuesto al Valor Agregado, Luis Arce establece medidas dirigidas a mejorar la distribución de ingresos en la población boliviana y a generar crecimiento económico con justicia social.

El aumento de la inversión social es una estrategia que se ha cumplido con la ejecución en tres meses de 752,8 millones de dólares, de un total de 4 mil millones previstos para el año 2021.

Luis Arce afirma que las finanzas públicas se encontraban en la quiebra, y que poco a poco se van a recuperar, a tal efecto ya se ha registrado un incremento de la actividad económica de un 5,8%.

La inversión en empresas del Estado como Aerolíneas Bolivianas, que había sido abandonada en la gestión de Áñez, la recuperación de la fábrica de Urea de Bulo Bulo, y la unificación de los ministerios de energía e hidrocarburos, Arce da señales claras de continuar con fuerza el proceso de industrialización de materias primas como el gas y el litio.

Luis Arce y su manejo estructural de la pandemia

Luis Arce encontró aunado a los efectos económicos y sociales del neoliberalismo, las consecuencias de la expansión de la COVID-19 que en Bolivia ha cobrado la vida de más de dos mil personas y ha afectado a unas 200 mil.

El presidente Arce ha centrado la gestión de la pandemia en expandir la capacidad de respuesta del sistema público de salud con la contratación de más médicos, la implementación de un plan de detección de infectados y la compra directa de las vacunas Sputnik-V y Oxford/AstraZeneca.

Actualmente la curva de infectados es descendente, los casos disminuyen y ya se encuentran disponibles en Bolivia 20 mil vacunas. La primera población atendida a ha sido el personal de salud y está prevista la vacunación para los 7 millones de habitantes de ese país.