Pese a la crisis, Venezuela inicia la vacunación masiva
El gobierno de Venezuela ha logrado sortear el impacto de las sanciones, para garantizar la seguridad sanitaria de la población en el marco de la pandemia por el COVID-19.
Las actuales políticas de los Estados Unidos (EEUU) a través de las llamadas medidas coercitivas unilaterales constituyen, como denuncia la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU), un negativo impacto económico, financiero y comercial contra la población más vulnerable de Venezuela. Y que no solo representa un irrespeto del Derecho Internacional sino que genera graves consecuencias humanas en medio de la pandemia por COVID-19.
Los gobiernos estadounidenses de Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden, a través del sostenimiento del bloqueo excluyen a Venezuela del sistema financiero internacional. A través de maniobras burocráticas se cierran cuentas bancarias y se amenazan a los bancos que hacen negocios con el país.
Las medidas coercitivas unilaterales reportan ventaja al país norteamericano, ya que son ataques muy poderosos que no generan costo porque no tienen que movilizar ejércitos.
Aún así, EEUU no ha logrado el objetivo, que es desestabilizar el país suramericano para generar las condiciones que permitan el cambio de su gobierno, a través de la asfixia económica. Tampoco han sido eficaces desde el punto de vista de la política exterior, al no conseguir que la mayoría de los países del mundo se comunicaran con Juan Guaidó en vez de con Nicolás Maduro.
Richard Nephew, asesor del expresidente Obama y del actual mandatario norteamericano Joe Biden, para la imposición de las sanciones contra Venezuela, ha reconocido en dos de sus escritos (el libro “El Arte de las Sanciones” y el artículo “Evaluando la Aproximación a las Sanciones de la Administración Trump: Venezuela”), el fracaso de las medidas cuyo fin, según el propio Nephew, es “generar dolor”.
En el año 2020 durante el gobierno de Trump, hubo un recrudecimiento de las sanciones contra Venezuela, precisamente en medio de la pandemia. En este periodo, el país suramericano pasó de un ingreso de sesenta y cinco mil millones de dólares al año a setecientos cuarenta millones de dólares.
El ataque es sostenido durante la gestión de la pandemia en Venezuela. El pasado 10 de junio, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, denunció que fueron bloqueados los pagos realizados por su país al mecanismo COVAX para la adquisición de vacunas contra el COVID-19.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió a EEUU y a la UE, le levantamiento de las sanciones a todos los países, al menos durante la crisis provocada por la pandemia, una posibilidad que no se ha producido.
El banco suizo UBS bloqueó arbitrariamente los últimos cuatro pagos realizados (unos diez millones de dólares) por el país suramericano, tras cumplir la totalidad de los compromisos.
La comunicación del mecanismo COVAX indica que “ha recibido 12 transacciones de Venezuela por un monto de 109.968.081 dólares, dejando un balance de 10.031.838 dólares” pendiente.
Aunque COVAX, alianza lanzada en abril de 2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión Europea y el Gobierno de Francia; constituye un fondo de “acceso global” para garantizar la “distribución equitativa” de las vacunas contra el nuevo coronavirus; se manifiesta la imposición del poder hegemónico en medio de la actual pandemia.
La iniciativa COVAX está dirigida por la Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización (GAVI), la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y tanto GAVI como CEPI tienen como principal fundador al magnate estadounidense Bill Gates.
Estas acciones de bloqueo que ocurren aún cuando la carta de las Naciones Unidas prohíbe las sanciones unilaterales, es decir, sin la aprobación del Consejo de Seguridad; dejando desvelado que el Derecho Internacional no es eficaz.
El pasado 23 de mayo, Maduro informó que 1,3 millones de vacunas de China llegaron al país suramericano, con lo que dio inicio a un plan masivo de vacunación.
Cerca del 11% de los venezolanos ya han sido inmunizados contra el COVID-19 de manera gratuita, durante la II Fase de Vacunación que se realizará hasta el mes de diciembre, y que estima llegar al 70% de la población.
El pasado 4 de junio, en el marco del Foro Económico de San Petersburgo, el gobierno venezolano suscribió un acuerdo con la farmacéutica rusa Geropharm, para el envío de 10 millones de dosis de la EpiVacCorona.
Asimismo, el pasado 8 de junio arribaron a Venezuela 29 toneladas de insumos y equipos médicos provenientes de China para el combate del COVID-19, para sumar un total de 462 toneladas de insumos que han llegado al país.
A través del programa denominado “Puente Aéreo”, establecido por China y Venezuela al comienzo de la pandemia del COVID-19, se han logrado 16 vuelos aéreos entre ambas naciones para la recepción de insumos y vacunas.
El pasado 12 de junio, Venezuela recibió un lote de 500 mil nuevas dosis de la vacuna rusa Sputnik V, que corresponden al octavo cargamento procedente de Rusia. El país caribeño comenzó a recibir la vacuna Sputnik V en octubre de 2020.
El mundo padece hoy un tratamiento desigual de la pandemia por el nuevo coronavirus. La desigualdad en el acceso a las vacunas hace que apenas 10 países concentren el 97% de las vacunas en el mundo.
El gobierno de Venezuela no solo ha logrado sortear el impacto de las medidas coercitivas unilaterales impuestas en plena pandemia, sino que paralelamente ha logrado sentar al diálogo al exdiputado Juan Guaidó y otros sectores opositores, con el fin de acordar unas megaelecciones este mismo año.
