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Tecnologías de información: una cuestión de política

Al surgir nuevos contextos de participación también se implementan nuevas formas de hacer política

A la hora de incursionar en política, sobre todo si hablamos de la llamada “política 2.0”, es imperativo tomar muy en cuenta las brechas entre una generación y otra. Esto último representa el campo que debe interpretar el político para llevar con éxito su mensaje y ganar adeptos.

La ciencia como instrumento emancipador debe estar al servicio de la humanidad. Con el uso de tecnologías como el internet, nos deshacemos de las barreras materiales que impiden la obtención y distribución del conocimiento científico.

El acceso abierto al conocimiento y las humanidades resulta esencial, se busca hacer del internet una herramienta efectiva para el ejercicio del reflexionar humano. Esto último resalta de manera considerable, sobre todo al uso de la red como instrumento para ampliar el acceso al libre conocimiento.

Más allá de las banalidades y contenidos de carácter comercial sin ningún alcance o aporte válido para el libre pensamiento, el internet debe servir de espacio para la difusión de aquel conocimiento científico que vaya en la búsqueda de la superación de los problemas y necesidades de la humanidad.

En este sentido, se puede establecer un conjunto de enfoques orientativos para la actuación del político haciendo uso de la red y sus virtudes en cuanto a comunicación e interacción se refiere. En este sentido, Las nuevas tecnologías no muerden.

Los candidatos son humanos después de todo, como muchos, pueden sentir miedo a lo desconocido. Generalmente los políticos de vieja usanza, prefieren el contacto directo con la persona a la hora de una campaña, no están equivocados, pero desestiman las grandes ventajas que pueden ofrecer las redes sociales en internet.

Con la aparición de nuevos espacios de participación también deben existir nuevas formas de hacer política adaptada a dichos espacios. Por otra parte, Internet no es una moda. Más allá de que en los medios de comunicación se haga mención constantemente de redes sociales como Facebook y Twitter, no se tratan de plataformas de moda en donde los políticos tienen que subirse para dar la imagen de “actuales”.

Es imperativo considerar tales redes, las mismas vienen acompañadas de cambios culturales importantes que pueden inclinar la balanza en un determinado escenario político al servir de espacios generadores de opinión.

Asimismo, el nuevo político ahora tiene que escuchar a una audiencia en las redes sociales. Tradicionalmente la unidireccionalidad del mensaje político era lo que imperaba, el político trasmitía un mensaje y el votante lo recibía sin la capacidad de corresponder.

Ahora eso ha ido cambiando, se habla ahora de una bidireccionalidad de la información, el que la recibe puede dar su opinión al respecto, de esta forma se incluye en el concepto de conversación. Ahora el votante habla, y el político debe adaptarse a ese nuevo estado de cosas.

De igual forma, la red no solo es para jóvenes. Hace años se creía que los políticos debían considerar al internet solo para llegar al público joven, en la actualidad tal afirmación carece de fundamentos. El alcance del internet es tal que ahora redes pueden llegar a los diferentes segmentos de la población.

No es solo para jóvenes, a ellos se les une el resto de la ciudadanía. La red tiene un impacto importante en los medios de comunicación tradicionales, estas redes muchas veces sirven de fuente de información con un carácter masivo muy comparable al de la televisión, claro está, con el añadido de tener un nivel altamente superior de interactividad.

En necesario que el político del siglo XXI no se acostumbre demasiado a hablar como si siempre estuviese en el Parlamento. La idea de hacer uso de redes sociales como Facebook y Twitter es tener un nivel mayor de cercanía con la gente, a tal grado de llegar a conversar con la misma en dichos espacios.

Un lenguaje técnico vendría siendo innecesario, ya que merma ese nivel de acercamiento con la gente que tanto debe buscar el político. El lenguaje a usar debe ser como el de cualquier persona de a pie, un lenguaje preferiblemente no muy técnico en virtud de una buena comunicación con el público.

Las actuales tecnologías de la información, a diferencia de épocas pasadas, permiten ahorrar tiempo y dinero. El tiempo y el dinero son elementos que se toman muy en cuenta a la hora de una campaña política. Con el uso de tecnologías como el Internet es posible ahorrar en costos.

No hace falta movilizar recursos físicos en un medio digital. Para el político moderno, internet representa una gran herramienta, ya que le permite ahorrar recursos y de igual forma pude llegar a un público masivo manteniendo un nivel de contacto constante desde un mismo punto geográfico.

De igual manera, internet permite segmentar fielmente al “público objetivo”. El candidato no debe olvidar que está dirigiéndose a un público tanto masivo como diverso. Su mensaje debe estar adecuado al tipo de audiencia.

El internet permite clasificar al votante permitiendo el envío del mensaje político de manera personalizada. El correo electrónico es un aliado para este fin, a través de él, el político puede hacer llegar sus propuestas adaptadas a los intereses y reclamos del votante, de esta forma se incrementa el nivel de efectividad de lo que se transmite.

Todo ello también representa una ventaja al momento de gestionar mejor a un equipo de trabajo. La agilidad de la comunicación es un elemento más que debe estar a favor del candidato. Con el uso de la red podrá coordinar de manera más efectiva y rápida a su equipo en el día de una campaña incrementando así su eficacia.

También hay que resaltar que, si el actual político no habla de vez en cuando de sí mismo, otros hablaran de él. Internet se ha convertido en un espacio para el ocio, el trabajo, la planificación de viajes, la sociabilización, etc. No estar en Internet en los tiempos que corren es casi equivalente a no existir.

En la actualidad las personas frecuentan cada vez más la red, por tal motivo, el político debe ir a donde está la gente para hacerse conocer y mantener contacto con la misma exponiendo sus propuestas y actuando de acuerdo a las necesidades de la población en general.

La apuesta del político hacia las actuales tecnologías de la información debe ser plena y sin intenciones utilitaristas que se limitan a una simple campaña electoral. Muchos cometen ese error, tanto antes como después de una elección el político no deja de ser político.

Seguir manteniendo actualizado sus perfiles en los diferentes espacios en la Red denota a una persona con interés de seguir manteniendo contacto con la gente más allá de perder o ganar una elección, esto no solo es por imagen, sino también por entrega en su labor como político.

El candidato en la actualidad, en aras de mantener una mayor cercanía con la gente, deberá usar un lenguaje coloquial haciendo uso de modismos propios de su región, tal y como suele hablar la persona de a pie, con un lenguaje sencillo, claro y que llegue a un público diverso.

Con el uso de las redes sociales ahora es fácil para el político escuchar a la población y hacerles frente a sus necesidades, en este sentido, no hay excusa para no mantener un contacto contante y cercano con la gente y explotar las posibilidades que ofrece la red.

El uso del internet tampoco debe limitarse a una campaña electoral, el uso constante de las redes sociales le seguirá permitiendo al político tener un nivel mayor de compenetración con el público en general.

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