El legado histórico de la Primera Ola Feminista
Un repaso por los hechos más importantes de la lucha feminista, que logró reivindicar los derechos que en la actualidad muchas mujeres gozan.
En la historia reciente es común escuchar conversiones respecto a la “Cuarta ola Feminista”, en el marco de las alarmantes cifras de la violencia de género. No obstante, las luchas por las reivindicaciones de las mujeres están documentadas por una serie de movimientos que sentaron las bases de lo que estamos viviendo en la actualidad.
Las Olas del Feminismo es un proceso, como una sucesión de etapas, articuladas así por el movimiento colectivo feminista de transformación de la sociedad, de la realidad.
El origen del feminismo surge a mediados del siglo XVIII y su historia se divide en cuatro Olas feministas.
La Primera Ola Feminista comprende las siguientes etapas y hechos:
Feminismo y modernidad (1670) – François Poullain de la Barre
El filósofo cartesiano François Poullain de la Barre ya, en el siglo XVII, teorizó sobre los derechos de las mujeres y los prejuicios culturales que obstruían su acceso a la educación, la política y la ciencia.
Poullain de la Barre es considerado un autor feminista porque sus obras comienzan a incluir principios similares a la lucha por la igualdad. En “De l’égalité des deux sexes“, demuestra que el trato desigual que sufren las mujeres no tiene un fundamento natural, sino que procede de un prejuicio cultura.
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789)
En la Revolución Francesa y la Ilustración se planteaba de los tres principios de libertad, igualdad y fraternidad, pero sin incorporar a las mujeres sino solo los hombres. De allí que se denuncia la aristocracia masculina en la marcha de Versalles del 5 y 6 de octubre de 1789.
Una muestra de esta situación fue la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” el 28 de agosto de 1789, inspirada en la declaración de independencia estadounidense de 1776, y en el espíritu filosófico del siglo XVII.
Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (1791) – Olympe de Gouges
En este año la dramaturga Gouges redactó la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadanía.
Olimpia de Gouges denunciaba que la revolución había olvidado a las mujeres en su proyecto igualitario y liberador. Sus demandas eran libertad, igualdad y derechos políticos, especialmente el derecho al voto, para las mujeres.
En el documento, que no tuvo mucho revuelo, declaraba: “La mujer tiene derecho a ser llevada al cadalso, y al mismo modo, el derecho a subir a la tribuna”.
Vindicación de los Derechos de la Mujer (1792) – Mary Wollstonecraft
En este contexto, Mary Wollstonecraft (Inglaterra) escribe la obra Vindicación de los Derechos de la Mujer (1792) en la que hace un alegato contra la exclusión de las mujeres del campo de bienes y derechos que diseña la teoría política rousseauniana (defiende el igualitarismo entre sexos).
Esta obra constituye el primer clásico del feminismo en sentido estricto. Para Wollstonecraft, la clave para superar la subordinación femenina era el acceso a la educación. Así, las mujeres educadas podrían además desarrollar su independencia económica accediendo a actividades remuneradas.
Respecto a las complejidades atravesadas, Wollstonecraft no dio relevancia a las reivindicaciones políticas, además no hizo referencia al derecho de voto femenino. La Vindicación solamente logró traspasar sus ideas a pequeños círculos intelectuales.
La Primera Ola Feminista tuvo como principales reclamos:
- Sin derechos civiles para las mujeres no hay revolución.
- Reclaman la abolición de los privilegios masculinos.
- Reclaman derechos matrimoniales y a los hijos e hijas, al trabajo, a la educación, a la capacitación profesional y al voto.
- Redactan cuadernos de quejas y se organizan en clubs.
- Critican la condición femenina y las relaciones de poder entre sexos, como si fuera por naturaleza.
Obstáculos
Amelia Valcárcel en su trabajo “La memoria colectiva y los retos del feminismo” (2001) afirma que “el movimiento feminista seguirá con la lucha que iniciaron las mujeres del siglo XVIII. Mujeres que seguían sin poder disfrutar de ningún derecho, sin capacidad de ciudadanía y fuera del sistema normal educativo, (…) fuera del ámbito completo de los derechos y bienes liberales. Por ello el obtenerlos, el conseguir el voto y la entrada en las instituciones de alta educación, se convirtieron en los objetivos del sufragismo”.
Victorias
La Primera Ola Feminista es de gran relevancia, porque gracias a sus luchas es que se puede entender la situación actual de las mujeres. A raíz de todas las demandas de la Primera Ola Feminista, surge en el siglo XIX por primera vez el feminismo de carácter internacional con el fin de dar respuesta a los problemas que estaban generando la revolución industrial y el capitalismo.
Melissa Fernández en su articulo “Olas del feminismo: la perenne búsqueda de la igualdad” explica que este feminismo internacional se divide en 4 tendencias de pensamiento-acción:
El Movimiento sufragista con el que comienza la reivindicación del derecho a voto de las mujeres; por ejemplo, en Estados Unidos se aprobó uno de los textos del sufragio en 1848 mientras que en Europa fue hasta 1928 que se permitió el voto a mujeres y en México el 17 de octubre de 1953.
El Feminismo socialista, aquel que propone la vuelta a pequeñas comunidades para desarrollar la igualdad tanto social como de sexo. Como máxima exponente de esta corriente es Flora Tristán con su obra Unión obrera publicada en 1843, en la que dedica un capítulo a hablar de la situación de la mujer.
La tercera tendencia, el Feminismo marxista, que facilitó una nueva explicación del origen de la opresión de las mujeres y una nueva estrategia para su independencia. Prestó atención a la explotación económica y sexual de la mujer; desde este análisis el cuerpo de las mujeres es el objeto de apropiación y el medio para la explotación. Primo-hermano.
El Movimiento anarquista, conocido hoy como anarcofeminismo, que contó con numerosas mujeres que contribuyeron en la lucha de la igualdad a pesar de que varones de este movimiento tuvieran posturas anti-igualatorias.
Por tanto, esta Primera Ola significa el logro del posicionamiento que hoy en día gozan todas las mujeres. Como indica Melissa Fernández, “una larga, intempestiva y atropellada marea histórica a la que debemos prácticamente todo lo que hoy somos”.
Retos actuales
El estudio de estas propuestas feministas son herramientas de vital importancia para abordar las problemáticas del presente, un ejemplo de ello constituye la marca del patriarcado en nuestra sociedad a través de los feminicidios, que ocurren cada vez más a nivel mundial.
Con el fenómeno del feminicidio, se asesina con odio. Por tanto, es necesario reconocer la violencia hacia las mujeres como un problema social, “resultado de las relaciones desiguales de poder en las que los hombres han podido anular por todos los medios a su alcance la existencia –no solo física– de las mujeres”, tal como expresa la filósofa Maharba González en su trabajo “Breve recorrido por la Historia del Feminismo”.
Aunque la realidad de nuestra sociedad es que siguen imperando condiciones profundas de desigualdad, las propuestas feministas, como la de la Primera Ola, constituyen un discurso político y filosófico que permite, bajo la razón, promover la igualdad y la equidad en las relaciones entre los seres humanos, el respeto de los derechos de las personas.